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Archivo por Junio 2015

Evo y la libre migración

Publicado por Javier Paz

Evo Morales ha planteado la libre migración de los ciudadanos del mundo. La iniciativa me parece encomiable; sin embargo hay razones para dudar de la sinceridad de Morales. En primer lugar hay que destacar que la libre migración, aunque no exclusivamente, es un postulado propio del liberalismo y Morales es un declarado enemigo de esta filosofía política. Y es que el socialismo significa control y dependencia de los ciudadanos por parte del Estado. Todo Estado socialista es por definición burocrático, policiaco, liberticida porque el objetivo del socialismo es el control de los medios de producción y su distribución de acuerdo a los designios de la élite política. El liberalismo es lo contrario: la mayor libertad para la gente conviviendo en un Estado cuya función principal es garantizar ciertos derechos civiles y políticos.

En segundo lugar quiero notar que la postura de la libre migración es análoga a la del libre comercio, la cual es un anatema de Morales. Las consecuencias económicas de ambas políticas son similares en el sentido en que ambas generan mayor desarrollo económico y mejores condiciones de vida en lo agregado.

En tercer lugar hay que notar que los mayores oponentes a la libre migración son las personas o países que Evo Morales admira y toma como ejemplo. Fidel Castro, ídolo de Morales, tenía prohibida la salida al exterior de sus ciudadanos; La Unión Soviética, China y los países comunistas en general construyeron grandes aparatos represivos para limitar la movilidad de sus habitantes incluso dentro de sus mismos países y por último, y no porque no hayan más ejemplos, rememoro el muro de Berlín, ese monumento a la ignominia socialista. Basta notar que Morales es un admirador y defensor de Castro, Gadafi, Ahmedinejad o Bashar al Asad para evidenciar la hipocresía de su postura.

En cuarto lugar Bolivia no es ningún ejemplo en cuanto a buen trato a los migrantes, ni siquiera cuando hay situaciones humanitarias de por medio. Para ejemplo rememoro la llegada y expulsión de Bolivia (nada menos que por ilegales) de 6 africanos el 2011 huyendo de las guerras civiles en sus países. Todo sentido de humanidad indicaba que estas personas debieron ser acogidas por el Estado boliviano: africanos huyendo de países en permanente guerra civil, pobres, con un idioma ajeno al nuestro, en busca de una tierra de paz y esperanza. En Bolivia no encontraron más que rechazo. Esto es uno, de numerosísimos casos, donde no hay congruencia entre lo que Morales dice y lo que en realidad hace.

Los últimos dichos del Papa sobre la contaminación del nuevo ambiente no pasaron desapercibido. En sus dichos, esta vez en una encíclica, se debe ver una correlación entre contaminación y mercados desarrollados.

Aquí hay dos aclaraciones por hacer. La primera sobre la distribución del ingreso. Se suele tomar como cierto y sin cuestionar, que el crecimiento y el libre mercado empeora la distribución del ingreso. Es cierto, se dice, que el libre mercado genera crecimiento, pero es un crecimiento con exclusión y esto se observa en peores indicadores de distribución del ingreso. Esto, sin embargo, es un efecto estadístico. Es problema de sesgo de muestra (sample bias). Al observar unos pocos países, en lugar del mundo entero, consciente o inconscientemente se puede estar cometiendo "cherry picking". Alguien en contra del libre mercado puede elegir dos países con una mejor distribución del ingreso en el país menos libre y lo contrario puede hacer alguien a favor del libre mercado.

Para evitar esos sesgos hay que observa todos los países. Al hacer esto se observa que la distribución del ingreso es independiente de la libertad económica. Lo que sí es distinto es el por qué hay distribución del ingreso en cada país. En los países intervenidos, el rico es el gobernante de turno y los amigos del poder. En los países son los empresarios eficientes en satisfacer las necesidades de los consumidores. En los países librea hay movilidad social y por lo tanto diferencias de ingresos. La distribución del ingreso en sí no es buena ni mala, el por qué se da una determinada distribución del ingreso es lo importante. Si las instituciones (reglas del juego) son justas, entonces el resultado (distribución del ingreso) no puede ser injusto (aquí un sencillo ejemplo).

En segundo lugar, si se observan distintos indicadores de medio ambiente como contaminación y forestación, entonces los países más libres contaminan menos y reforestan sus tierras. Son los países no libres los que contaminan más y deforestan sus tierras. Si unos se guiase por los números de toda la muestra, y no sólo de unos países, entonces debería concluir que para mejorar el medio ambiente es necesario tener mayor libertad económica a nivel mundial en lugar de mayores regulaciones y expresiones de deseo sin reformas institucionales concretas.

Es interesante que los efectos arriba descriptos se repitan para sub-muestras. Si se toma, por ejemplo, el grupo de países menos libres y a su vez de dividen en grupos de mayor a menor libertad económica, nuevamente se repite que los países más libres (entre los menos libres) poseen mejores indicadores de medio ambiente que los menos libres de entre los menos libres.

Las estadístas, como todas las estadísticas, no serán perfectas. Pero al mirar el conjunto de la muestra se limita la importancia de sus desvíos y se ponen límites a ideologías fáciles de aceptar pero difíciles de defender con datos concretos.

En esta nota de Infobae se pueden apreciar gráficos mostrando los efectos mencionados.

Recientemente vi la película "Relatos salvajes" (2014). La película tiene un formato un tanto inusual, constando de seis historias de venganza que no están relacionadas entre sí. Aquí les quiero comentar un poco acerca del relato que encontré de lo más ilustrador. Ilustra de manera singular la arbitrariedad con que se hace cumplir la ley en muchos de nuestros países, el abuso de poder por parte de los burócratas y la impotencia de ciudadanos comunes y corrientes que tratan de realizar su vida normal en medio de la incertidumbre resultante de este lío.

El relato trata de un ingeniero experto en explosivos, Simón Fischer (alias "Bombita"). Fischer pretendía, luego de terminar su trabajo, pasar comprando una torta para llegar puntual al cumpleaños de su hija. Mientras compraba la torta una grúa se le lleva su auto a un estacionamiento de vehículos remolcados por parquearse donde no está permitido. Acto seguido, Fischer acude al remolque a recuperar su auto, sin antes hacer notar que no había forma de saber que estaba prohibido estacionar allí. Ver en el siguiente clip el diálogo entre Fischer y el burócrata de tránsito:

La arbitrariedad, la actitud "pague primero, después reclame", la verdad oficial por sobre la verificación con los hechos del caso, son todas lamentablemente cosas normales en países donde hay un Estado de Derecho débil. Ciertamente, muy buen material para este tipo de comedias negras. No tan agradable si lo de Bombita, que es un relato ficticio, se parece demasiado a nuestra realidad.

Hacia el final del relato Fischer le increpa a otro burócrata de la agencia de tránsito de la ciudad: "Los que trabajan para delincuentes, ¿qué son? Otros delincuentes...". Un señor que acompañaba a Fischer en la fila para pagar multas de tránsito le comentó que hay que "relajarse" y simplemente "pagar" porque de no hacerlo uno se complica la vida. Bombita no se relajó y terminó sin trabajo, divorciado, y en la cárcel (por hacer justicia con sus propias manos, cosa que no justifico). Al menos parece que su familia, sus compañeros en la cárcel, y muchos en redes sociales parecen haber encontrado en él un héroe por atreverse a resistir ese ejercicio arbitrario del poder.

¿Qué tienen en común Slobodan Milosevic, Robert Mugabe y Nicolás Maduro? El Manifiesto Comunista y la inflación.

Con una tasa anual del 480%, la inflación en Venezuela actualmente es la más alta del mundo. La Revolución Bolivariana aumenta los precios a una tasa mensual de 36%. ¿Serán estos despiadados números inflacionarios capaces de provocar el fin del régimen de Nicolás Maduro? Tal vez no. La Yugoslavia de Milosevic y el Zimbabue de Mugabe fueron testigos de tasas de inflación mucho mayores y ambos se mantuvieron en el poder por muchos años.

Slobodan Milosevic estaba en la silla presidencial cuando la inflación consumió lo que quedaba de Yugoslavia. La locura inflacionaria de Milosevic alcanzó su cenit en enero de 1994, cuando la tasa de inflación mensual llegó a 313.000.000% —casi nueve millones de veces más alta que la tasa actual en Venezuela. Sin embargo, Milosevic retuvo el poder de lo que quedó de Yugoslavia por otros seis años.

En 2008, Zimbabue superó a Yugoslavia al alcanzar la segunda hiperinflación más alta en la historia. Con Robert Mugabe al mando, la hiperinflación alcanzó una abrumante tasa mensual de 79.600.000.000%, o un 98% diario. A pesar de esta astronómica cifra, Mugabe sigue en la presidencia hasta el día de hoy —más de siete años luego de que se haya acabado la hiperinflación.

A pesar de que la hiperinflación no es una receta para que un gobernante consiga apoyo popular, tampoco es una sentencia de muerte certera. Aún no descarten a Maduro. Mientras él retenga el apoyo popular y “controle” las urnas, Maduro seguirá en la silla presidencial.

Islam y la sociedad abierta

Publicado por Hana Fischer

Me parece que no exagero cuando afirmo que el problema más grave de nuestros tiempos es la amenaza del fanatismo radical musulmán.

En principio –como liberal que soy- creo que la mejor solución frente a cualquier problema social o político es ampliar la esfera de la libertad individual. Sin embargo, la actual situación creada en torno al fundamentalismo islámico, ha provocado que me surjan una serie de dudas de difícil resolución, que son las siguientes:

¿Cómo actuar frente a aquellos que pretenden utilizar a la sociedad abierta para destruirla desde adentro? En las formas democráticas, el gobierno lo obtiene aquel partido que alcanza la mayoría de los votos. En Europa, la tasa de crecimiento de la población musulmana es mucho más alta que la del resto. En consecuencia, no sería descabellado pensar que en un futuro no tan lejano, un partido islámico gane legítimamente el poder político y que, cumpliendo lo que prometió en la campaña electoral, destruya a la sociedad abierta desde sus cimientos. Frente a este peligro real, ¿cómo actuar? ¿Cómo prevenir esa situación?

Yo pensaba que la libertad religiosa era fundamental y uno de los ámbitos primordiales a proteger irrestrictamente. Pero, ¿qué ocurre cuando la religión está indisolublemente ligada al poder político? La historia ha demostrado que ése es un cocktail letal para la vigencia de los derechos individuales. Y siempre termina en masacres indiscriminadas y en denigrar en grado sumo la vida de la gente.

Yo pensaba que no había que confundir al Islam con el fundamentalismo islámico, que eran dos cosas diferentes. Consideraba que el Islam, en esencia, era una religión que tendía hacia la convivencia pacífica. Sin embargo, me preocupé al leer ciertas reflexiones de Ayaan Hirsi Ali, alguien muy interiorizado con la ideología y prácticas de esa religión.  Mario Vargas Llosa expresa, que en el libro que esta activista acaba de publicar en EE.UU. titulado Heretic, Why Islam Needs a Reformation Now, la autora critica a los gobiernos occidentales porque:

“para no apartarse de la corrección política, se empeñan en afirmar que el terrorismo de organizaciones como Al Qaeda y el Estado Islámico es ajeno a la religión musulmana, una deformación aberrante de sus enseñanzas y principios, algo que, afirma ella, es rigurosamente falso. Su libro sostiene, por el contrario, que el origen de la violencia que aquellas organizaciones practican tiene su raíz en la propia religión y que, por ello, la única manera eficaz de combatirla es mediante una reforma radical de todos aquellos aspectos de la fe musulmana incompatibles con la modernidad, la democracia y los derechos humanos”.

Pero las grandes interrogantes son: ¿cuánto tardará una reforma que surja desde dentro del mismo mundo musulmán? ¿Se hará alguna vez tal reforma? Y mientras eso no ocurra, ¿Occidente debe quedarse con los brazos cruzados?

Estas reflexiones no pretenden dar respuestas a las inquietudes que manifiesto más arriba. Por el contrario, ojalá sea el puntapié inicial para un debate sobre este tema de candente actualidad.

La República Argentina, hoy en día y en un camino que se inició hace ya décadas, es un país que ocupa los últimos puestos en diferentes índices, tales como libertad económica, libertad de prensa, calidad institucional, nivel educativo, y seguridad jurídica, entre otros. En otras palabras, un país que desalienta las inversiones nacionales y extranjeras, donde la separación de poderes está casi extinta y en el que el populismo de la familia Kirchner (que gobierna desde hace exactamente 12 años) ha logrado dominar las mentes y los pensamientos de la gran mayoría de los argentinos.

Pero lo curioso que esto no fue siempre así. El país fue fundado bajo las bases estrictas de un Estado de Derecho fuerte. En 1853 se sanciona una Constitución totalmente liberal, muy parecida a la norteamericana, que limita al gobierno y les da libertad y poder a las personas. En la misma se establecieron marcos institucionales, republicanos y federales para el progreso del país. Este contexto, más una dirigencia que miraba al mundo y planificaba para el futuro, logró un notable avance hacia la vanguardia del orbe. Es más, el país en poco tiempo obtuvo un desarrollo enorme, con logros formidables, como por ejemplo:

  • Entre 1850 y 1914, el área sembrada pasó de medio millón a 24 millones de hectáreas.
  • Las exportaciones subieron en 40 años (1870-1910), de 30 millones de pesos oro a 389 millones.
  • La red ferroviaria creció de 732 kilómetros en 1870 a 28.000 kilómetros en 1910, junto con una avanzadísima red de carreteras, integrando los desiertos espacios argentinos.
  • El crecimiento por habitante entre 1875 y 1913 fue de más del tres por ciento anual.
  • La inmigración, atraída por ese ilimitado progreso, fue casi explosiva: unos seis millones de extranjeros llegaron al país. Esto dio como resultado global que en apenas poco más de 60 años la población pasó de un millón de habitantes en 1850 a ocho millones en 1914.
  • En lo que respecta al progreso en calidad humana, la tasa de mortalidad por mil habitantes había bajado del 22,98 en 1889-1898 a 16,5 en 1899-1907. A título comparativo, podemos decir que la tasa en 1908, que era de 15,2, podía medirse favorablemente contra las de Berlín (14,8), Londres (15,1) y Nueva York (18,6).
  • En 1869, el país tenía un 70% de analfabetos. En 1930, se habían reducido al 22%. La tasa de escolaridad primaria, que en 1870 era del 20%, en 1920 llegaba al 64%. (En Italia, para los mismos años, había subido del 33 al 55%).

Muchas son las causas que los analistas han tratado de encontrar para justificar la enorme divergencia que se da entre aquella Argentina del progreso ilimitado y esta actual decadencia. Algunas de tales justificaciones giran en torno de exóticas combinaciones climáticas, religiosas, idiomáticas y hasta racistas. Pero la realidad es que la acelerada caída que hoy registra la Argentina tiene su verdadera causa en el gradual pero persistente y sistemático apartamiento del país de lo que en la cultura inglesa de denomina el Rule of Law, es decir, el conjunto de normas y principios que valoran al individuo y sus libertades por sobre el estado omnipresente y protector que, finalmente, todo lo destruye y ahoga. Este es un año decisivo, en un país donde el voto es obligatorio, ya que la ciudadanía está convocada a elecciones en octubre y debe elegir por continuar el modelo populista kirchnerista, a través de candidatos con diferentes nombres y partidos pero en el fondo con casi exactamente las mismas ideas, o poner fin de una vez por todas al populismo colectivista y retomar la vía de la libertad.

Todos los domingos con Cuba

Publicado por Yesenia Alvarez

Quienes estamos comprometidos de cerca con los esfuerzos de la disidencia cubana sabemos que los opositores viven en un estado de alerta constante frente a esa longeva dictadura y que no la pasan bien ni un solo día. Sin embargo se ha hecho particularmente visible, en Cuba, el domingo como un día de protesta y de concentración que el gobierno reprime fuertemente.

Recientemente escribí sobre los actos de repudio que el régimen castrista llevó hasta los salones del Diálogo de la Sociedad Civil de la Cumbre de las Américas de Panamá. Como los organizadores también habían invitado a miembros de la sociedad civil independiente cubana, los castristas boicotearon el evento agrediendo a sus compatriotas opositores y a todos los demás asistentes, delegados de más de 20 países de las Américas que estábamos allí y que queríamos un diálogo democrático. Cuando acabó la pesadilla, un sentimiento profundo me llevó a acercarme a todo opositor cubano que pude encontrar para expresarle mi admiración por el coraje y la fortaleza que tienen para soportar todos los días agresiones de las que fuimos testigos y víctimas un par de días. Las turbas enardecidas, afiebradas por consignas, impulsadas por títeres rabiosos intransigentes, adoctrinados y defensores de la dictadura, es algo que no queremos en nuestros países. ¿Cómo no admirar, entonces, la causa de todos aquellos opositores que día a día tienen que soportar esto en su lucha por tener un país libre y respetuoso de los derechos?

Retomo el asunto porque me he tropezado en mi país con varias personas comentando que, según lo que ven en ciertos medios internacionales, Cuba está mejorando en democracia. Cuando les pregunto por qué y en qué aspecto, me dicen que han habido elecciones en las que se han presentado dos opositores, por primera vez en mucho tiempo. Estas personas, evidentemente, no están al tanto de que esos independientes perdieron las elecciones porque el sistema electoral está inserto en un sistema más grande de represión de la libertad de pensamiento, de la libertad de expresión y de la libertad de asociación, lo cual, en conjunto, no garantizan elecciones libres. Tampoco saben que las supuestas elecciones en Cuba solo garantizan la continuidad del partido único y la dictadura, y que los candidatos independientes fueron víctimas de una campaña de manipulación de sus biografías y de mítines de repudio. Hay que ser muy poco reflexivo para creer que con dos postulantes hay un cambio y un avance hacia la democracia. Esto no significa que los dos candidatos no hayan tenido el tremendo mérito para enfrentarse al sistema, hecho que valoro porque han demostrado lo que pasa cuando un opositor postula, y que. tal como están los derechos en Cuba, no hay forma de que ellos ganen. El sistema está establecido para que pierdan, para que los ciudadanos con pensamiento diferente no tengan opción de elegir ni de ser elegidos.

El pueblo cubano tiene la mala suerte de que fuera de sus fronteras algunos entiendan que se está dando pasos hacia una democracia, mientras que la represión continua a todo nivel, y decenas de activistas son detenidos y golpeados, especialmente los domingos, cuando se concentran en las calles tratando de protestar pacíficamente contra el régimen. Todos los domingos siguen arrestando y agrediendo a las Damas de Blanco en sus caminatas a misa. La artista cubana Tania Bruguera, por querer instalar un micrófono en una plaza, como parte de su performance “Yo también exijo”, está impedida de salir del país desde diciembre. El artista El Sexto, detenido a fines de diciembre del 2014, sigue en prisión por su performance de dos puercos llamados Fidel y Raúl. Hace poco, el 24 de mayo, Yusmila Reyna de UNPACU, reportó cómo se detuvo y agredió a cerca de 90 activistas de su organización en Santiago de Cuba, cuando un grupo de ellos intentaba asistir a misa en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre y otro realizaba acciones pacíficas demandando la liberación de los presos políticos y el cese de la represión.

La propaganda comunista quiere solapar lo que realmente está pasando. En Cuba hay represión sistemática todos los días desde hace más de 50 años y sin embargo hoy más opositores se van uniendo para hacer del domingo un día de protesta visible no solo afuera, sino también dentro de la isla. Antonio Rodiles, uno de los principales impulsores de las protestas de los domingos, invita a sumarse a la estrategia #TodosMarchamos para acompañar en dicho día, desde las redes sociales, la protesta pacífica de los cubanos en la isla, para que cese a la represión del régimen y la violación de los derechos humanos.

Un domingo en La Habana conocí a las Damas de Blanco, un domingo conocí a la entrañable y recordada Laura Pollán. Y un domingo la dictadura me persiguió junto a 15 activistas más por acompañar a las Damas de Blanco en su caminata después de misa. Desde aquella vez no puedo volver. Ese domingo me comprometí perdurablemente con la libertad de Cuba.

Yo estoy con Cuba y con los cubanos amantes de la libertad, todos los días, todos los domingos.

Publicado originalmente en El Montonero el 5 de junio del 2015.

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