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Archivo por Noviembre 2015

Carlos Rangel (1929-1988), destacado intelectual venezolano, le dedica unas cuantas páginas a Francisco de Miranda al inicio de su destacada obra Del buen salvaje al buen revolucionario. Rangel presenta algunas citas de los Diarios de viaje a Estados Unidos: 1783-1784 de Miranda porque "Con tranquilo sentido común, Miranda atribuye las virtudes y prosperidad que observa en la sociedad norteamericana no a ningún todavía imposible e impensable abuso de poder en relación a otras naciones, sino sencillamente a 'las ventajas de un gobierno libre (sobre) cualquier despotismo', cosa que 'poquísimos franceses' o españoles familiarizados con los EE.UU. son 'capaces de discernir', por no haber 'penetrado el arcano maravilloso de la constitución británica".

Rangel señala la admiración que Miranda manifestó del respeto por la ley que imperaba en ese país, de "una sociedad que permite todo lo que no está prohibido expresamente, y presume la buena fe de cada cual mientras no haya motivo de sospechar lo contrario".

Me llamó la atención particularmente esta cita de Miranda:

Las tierras parecen...y son efectivamente pobres. El producto general es pastos, maíz y centeno. Sin embargo tal es la industria y el espíritu que la libertad inspira a estos pueblos, que de una pequeña proporción (de tierra) sacan (los hombres) con qué mantener sus crecidas familias, pagar fuertes tasas y vivir con comodidad y gusto, mil veces más felices que los propietarios (dueños de esclavos) de las ricas minas y feraces tierras de México, Perú, Buenos Aires, Caracas y todo el continente américo-español.

Esta y otras citas similares de Miranda, desde ya muestran indicios de la importancia para el desarrollo de la cultura y las instituciones, cosas que poco tienen que ver con la dotación de recursos naturales y/o la geografía. Leyendo estas impresiones de Miranda se me vinieron a la cabeza las lecturas del recientemente fallecido Douglass North acerca de la historia de la prosperidad en Occidente y aquellas del experto en economía en desarrollo, Peter T. Bauer.

Para concluir sus comentarios sobre los relatos de Miranda durante su paso por EE.UU. Rangel dice lo siguiente:

Estas sencillas verdades sobre el origen de la prosperidad y el poder de los EE.UU. antes de toda relación con América Latina, han sido hoy sustituidas por entorchadas explicaciones sobre cómo el auge norteamericano estaría en relación directa con el atraso del resto del Hemisferio, cuya explotación por los yanquis sería la causa principal, y hasta única, del éxito de ellos y de nuestro fracaso. Y si alguien lee esa parte del Diario de Miranda debe ser en secreto, porque nadie lo cita, nadie lo cuenta. Es incómodo, cuando se vive de mitos, toparse con la verdad, dicha de forma tan simple, tan clara, tan irrefutable. Y para colmo por uno de los auténticos héroes y uno de los más grandes hombres de Hispanoamérica.

Identidad, seguridad y libertad

Publicado por Javier Paz

Europa está en una encrucijada. El viejo continente se encuentra en la vanguardia de los principios liberales como la tolerancia, gobiernos limitados, libertad de expresión, libertad de credo. Las olas migratorias predominantemente musulmanas y la erupción del terrorismo fundamentalista islámico plantean dilemas complicados con relación a estos principios de convivencia. Los migrantes musulmanes traen su cultura, tradiciones e idioma y despiertan entre ciertos sectores de la población europea sentimientos de nacionalismo y xenofobia. Por otro lado, el legítimo derecho de defenderse contra el terrorismo fundamentalista, puede tener un alto costo en cuanto a la protección de la libertad individual.

La inmigración aviva lo más perverso y condenable de los nacionalismos: el rechazo y el odio hacia el foráneo. Pero también existe otro aspecto más difícil de prejuzgar. ¿Qué pasa cuando la cultura de los inmigrantes es contraria a los valores de tolerancia de la sociedad a la que emigran? ¿Qué pasa cuando, por ejemplo, los inmigrantes practican la sumisión de la mujer en un nuevo país donde tal posición es considerada inmoral? ¿Se debe respetar la cultura foránea cuando ésta entra en conflicto con la cultura local o con las leyes mismas? En una cultura que practica la tolerancia y la multiculturalidad, ¿qué se debe considerar intolerable?

Un derecho natural de todo ser humano es el de defenderse y la razón de existir del Estado es la defensa de la sociedad. El terrorismo islámico es un peligro contra las sociedades y la cultura occidental. Sin embargo la búsqueda de mayor seguridad puede ser a costa de libertades civiles fundamentales y presenta serios dilemas. Por ejemplo, ¿es válido prohibir una religión por considerarla peligrosa? ¿Debe el Estado tener acceso a todas las conversaciones telefónicas? ¿Es moralmente justificable discriminar o hacer seguimiento a toda persona proveniente de cierto país o que profese cierta religión? La lucha contra la intolerancia fundamentalista puede paradójicamente producir intolerancia entre quienes la combaten.

Europa ve amenazada su identidad y su integridad por la inmigración musulmana y el fundamentalismo islámico. Yo tengo más preguntas que respuestas a estos temas. Solo espero que en la búsqueda de soluciones no terminen como bajas valores tan europeos como la tolerancia, la solidaridad y la libertad.

La bendición de la informalidad

Publicado por Javier Paz

A menudo se habla de la informalidad como un problema serio, como una plaga que hay que eliminar. Por supuesto, tal planteamiento evidencia el desconocimiento del verdadero problema. Y es que la informalidad es en realidad una solución, una forma de escapar a trabas que genera el Estado.

Tener un negocio formal en Bolivia es un ejercicio en tolerancia y flagelación. Quien desea someterse a esos tormentos requiere pasar por una serie de trámites y obtener un sinnúmero de permisos como ser la ficha ambiental, la licencia de funcionamiento, el número de identificación tributaria, registro de comercio, pasar por el Sedes, el Senasag, la alcaldía, la gobernación, el plan regulador o por algún ministerio, donde indefectiblemente tendrá que hacer interminables colas, ser mal atendido, recibirá información equivocada o incompleta, tendrá que volver nuevamente para que le informen algo diferente a lo que le dijeron la última vez, tendrá que dar alguna coima para que los funcionarios hagan lo que deberían hacer sin coimas, tendrá que dar otras coimas para agilizar los trámites u obviar algún requisito, tendrá que pagar a algún abogadillo para hacer memoriales absolutamente prescindibles, se verá sometido a una oficina de impuestos que castiga el menor error con multas draconianas y cuya función es hostigar y castigar a quienes intentan cumplir la ley, convivirá con leyes laborales elaboradas bajo la premisa de que el empleador es un mafioso y explotador mientras el empleado es un santo victimizado por este y tendrá que cumplir con caprichos políticos como los aumentos salariales determinados en base a consideraciones políticas.

Ante este panorama desolador, existen personas que deciden ignorar al Estado y a toda su burocracia y hacer algo a lo que tienen legítimo derecho: trabajar. Y conste que la informalidad no existe solo entre los emprendedores, porque también hay empleados que escapan a toda la burocracia y trabajan en empresas informales. Y si las condiciones laborales en el sector informal supuestamente son peores que en el formal es muy válido e importante preguntarnos seriamente ¿por qué no se van al sector formal?

La informalidad no es un problema, el Estado es el problema y la informalidad es una solución. Para convencernos de esto solo hace falta hacer el ejercicio mental de cómo sería el país, si el Estado pudiera eliminar la informalidad de manera punitiva. ¡Cuántas más personas sin empleos habrían! ¡Cuánto menos creceríamos! ¡Cuánto más pobres seríamos!

Si queremos reducir la informalidad, tenemos que ir a la raíz del problema: la burocracia estatal.

Santa Cruz de la Sierra, 25/10/15

La seguridad jurídica de Evo

Publicado por Javier Paz

Según Evo Morales en Bolivia hay seguridad jurídica. Sucintamente, seguridad jurídica significa que si hago un contrato, éste será respetado y en caso de controversias, el sistema judicial actuará oportuna e imparcialmente para velar por su cumplimiento o establecer reparaciones razonables; que si yo adquiero un bien inmueble y alguien lo avasalla, el Estado actuará rápidamente para sacar al avasallador; que si invierto en el país, el Estado no expropiará mis inversiones, ni amenazará con hacerlo; que si produzco papa, soya, tomate, pollo, gaseosas, plástico o lo que fuere, el Estado no me impondrá los precios, ni me limitará su exportación; que si requiero un trámite ante el Estado puedo obtenerlo de forma rápida y sin recurrir a coimas.

En Bolivia no se cumple con nada de lo anterior y al contrario el país tiene un sistema judicial que es una máquina de extorsión, donde un juez probo es una rareza, donde los juicios los gana quien más coimas ofrece, donde hay presos políticos, donde lotear y avasallar propiedad privada es un negocio rentable, donde el presidente cambia la constitución a su gusto y la aplica o la ignora a su conveniencia, donde las leyes son cambiadas continuamente e interpretadas caprichosamente.

Y si es evidente que Bolivia está lejos de ofrecer seguridad jurídica, la afirmación de Morales puede ser interpretada de dos formas: 1) el presidente miente conscientemente y 2) el presidente entiende otra cosa por seguridad jurídica. Analicemos ambas alternativas. La hipótesis de que el presidente miente de manera consciente no es descabellada, después de todo, ya ha incurrido repetidas veces en mentiras descaradas. Las más notables son las repetidas afirmaciones de que no se volvería a postular por un 3er periodo y luego de que no se volvería a postular para un 4to periodo, pero no han sido las únicas. Entonces nadie podría sorprenderse de que Evo Morales mienta para atraer inversiones. La otra alternativa es que para Evo Morales la seguridad jurídica no significa leyes estables, respeto a la propiedad privada y una justicia imparcial y eficiente, sino algo así como que si estás con el gobierno y no apoyás a la oposición te vamos a dar negocios y privilegios. En esa línea debemos interpretar las repetidas advertencias de Evo Morales y Álvaro García de no hacer política. Está “seguridad jurídica” propia de regímenes fascistas, ya se aplica en el país para beneficio de algunos empresarios y muchos funcionarios públicos.

Santa Cruz de la Sierra, 31/10/15

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