El jueves de la semana pasada tuve el placer de asistir a la conferencia co-auspiciada por el Cato Institute y la Cámara de Comercio de Lima. Más allá del placer de escuchar a personas tan brillantes como el ex Ministro de Trabajo y Previsión Social, José Piñera; y el abogado y co-autor de El otro sendero, Enrique Ghersi; esa conferencia me hizo darme cuenta de que en Perú las cosas se proyectan bien no solo por un cambio en las políticas económicas sino porque ha habido un verdadero cambio en la mentalidad de los peruanos. Las frases claves que recuerdo del evento son las siguientes:
- Ian Vásquez, Director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute: "Es el mejor momento del Perú, pero también es el momento de decidir si se continúa en este camino y para eso hay que entender a qué se debe el progreso del Perú".
- José Piñera: "¿Por qué el trabajador siempre tiene que estar opuesto al empleado? . . . Los códigos de trabajo en Latinoamérica son 'códigos de protección de grupos de poder'".
- Enrique Ghersi: "Lo que está mal en el Perú son las leyes...En el Perú importamos leyes y no hemos entendido a lo largo de 200 años que hay que considerar la realidad...El Código Penal del Perú es el Código Penal español de 1898, el Código Civil peruano es copiado de la Italia de Mussolini".
Se discutieron las reformas que le urgen al Perú para continuar creciendo al paso acelerado que lo ha venido haciendo: la eliminación de barreras no arancelarias, la flexibilización de un mercado laboral que actualmente corre el riesgo de volverse todavía más rígido y una reforma minera que aliente una mayor inversión en ese sector que tiene un inmenso potencial.
Ojalá que algo de esa discusión sensata de lo que hay que hacer para que un país deje atrás el subdesarrollo sea un poco contagiosa, sobre todo hacia al norte donde parecen concentrar cada vez más poder los "perros del hortelano".