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Archivo por Octubre 2015

La fascinación por Pablo Escobar

Publicado por Adriana Peralta

A 22 años de su muerte Pablo Escobar sigue reinventando su historia. El encargado en esta ocasión es Netflix con la serie llama “Narcos”.

La serie —producida por Netflix— es una dicotomía. En partes iguales y desde cada una de sus perspectivas, “Narcos” es narrada por los protagonistas: Pablo y su visión sobre el narcotráfico y Steve Murphy, un agente de la Agencia para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) encargado de cazar a Escobar.

“Narcos”, al mejor estilo de una novela de misterio, mantiene en vilo al público con cada jugada de Pablo, cada respuesta de la DEA, cada ataque de Murphy y contraataque de Pablo.

“Narcos” y todas las novelas, series y libros inspirados en el narcotráfico, olvidan mencionar que son historias de batallas pasadas de una guerra cuya crónica anuncia un eterno fracaso. A pesar que esta serie añade mucha ficción, no falla en retratar los miles de millones de dólares gastados en una cacería que no evitó que las drogas dejen de ser traficadas, ni menos provocó que la drogadicción desaparezca.

Percibir el consumo de drogas como una actividad criminal es uno de los tantos errores de esta guerra. Portugal en 2001 cambió su estrategia y enfoque hacia la drogadicción. En vez de considerar la posesión de drogas como un acto criminal, se considera como un problema de salud pública, y hacia ese problema se enfocan los recursos: prevenir su uso y evitar muertes relacionadas a su tráfico y consumo.

Este cambio en políticas públicas ha tenido un efecto positivo. Según datos del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanía, en 2007 un 12% de los adultos en Portugal reportaban un uso prevalente de drogas. En 2012 ese porcentaje bajó al 9.5%.

Las drogas siempre entraran al mercado que las demande, dejando una estela de violencia a su paso. Legalizar las drogas no es aprobar su consumo, es disminuir el costo con las que estas se trafican.

Combatir fuego con fuego, en este caso, es una pésima política pública, pero es excelente material para series y novelas. El fenómeno de Pablo Escobar también es retratado en en excelentes libros como Killing Pablo de Mark Bowden, que se enfoca en narrar el motor político, militar y económico de la cacería en contra de Pablo y cómo un país entero sufrió a consecuencia de ello.

El Nobel de literatura, Gabriel García Márquez no se quedó fuera de la vorágine de Escobar. En Noticia de un Secuestro García Márquez cuenta los meses en que Pablo secuestró a miembros de familias influyentes en Colombia, con el fin de que estos usaran su poder político a favor de Pablo y evitaran la luz verde a la extradición.

Los últimos capítulos de la cacería por Pablo están escritos en En la boca del lobo de William Rempel. El autor narra la historia de Jorge Salcedo, un colombiano contratado por el Cartel de Cali —enemigos de Pablo— como su jefe de seguridad, ya que temían ser asesinados por Escobar.

Luego de la muerte de Escobar, Salcedo permaneció dentro del Cartel de Cali, pero al intentar renunciar vio que salir de allí con vida era imposible. Así que para poder irse ofreció su conocimiento a la CIA para ayudar a derrotar al cartel. El ajedrez jugado por Salcedo en manos de sus nervios de acero es la trama del libro, el cual es imposible soltar.

Es cautivador escuchar historias de personas que para bien o para mal desafían las reglas. Tal vez por eso Pablo Escobar, uno de los mayores criminales de todos los tiempos, provoca tanta fascinación.

Lamentablemente estas historias, hoy convertidas en entretenimiento, son verídicas y a falta de adecuadas políticas públicas han desangrado y siguen desangrando a América Latina.

Gobernante, ¿quieres que el país progrese?

  • No interfieras en la vida personal de tus ciudadanos.
  • No busques cercenar los derechos de propiedad, y no te aferres a la tendencia de las expropiaciones. No olvides los incentivos de la propiedad privada, y tampoco olvides que lo que es de todos, al fin y al cabo termina siendo de nadie.
  • No quieras controlar los medios de comunicación. La libertad necesita de diversidad de medios y de información independiente que circule sin intervenciones gubernamentales.
  • No encarceles por pensar diferente. De las distintas opiniones se crece, y por ellas se enriquece la cultura.
  • No busques un enemigo o algún chivo expiatorio para culparlo de todos los males. Deja de culpar a EE.UU., al imperialismo, al capitalismo o a la globalización. Acepta los errores que han cometido los gobiernos de tu país y no fomentes las medidas populistas de empobrecimiento.
  • Reduce los puestos públicos. El empleo público es improductivo ya que fomenta la pobreza y estanca a la sociedad.
  • Recuerda que si la pobreza disminuyera con planes sociales, los mismos deberían ser cada vez menos, y no deberían aumentar descomunalmente tal como sucede en los países donde se aplican estas medidas clientelistas y de corto plazo. En cambio, sí podrás disminuir la pobreza con educación de calidad, con apertura de la economía, con inversión privada, lo que llevará a la creación de un buen número de empleos productivos y gente pensante.
  • No interfieras en la justicia, la misma debe ser independiente para que el Estado de Derecho pueda llevarse a cabo de modo correcto.
  • Recuerda que el Estado no cuenta con ninguna naturaleza empresaria. No pongas a los burócratas del Estado a manejar empresas, porque a la larga tendrás empresas sin empresarios y llenas de parásitos dependientes del dinero del contribuyente.
  • Levanta la voz ante los atropellos a las libertades civiles, económicas y políticas en el mundo. No te quedes callado y no seas cómplice del populismo del siglo XXI.
  • No le quites a algunos para darles a otros. No olvides: la riqueza no tiene un tope. Se trata de aumentar el tamaño de la torta, no de repartirla cada vez más en trozos más pequeños.
  • Fomenta el comercio, ésta es la gran clave. Abre los mercados, ningún país crece bajo el proteccionismo o encerrando a su gente. Jamás te tientes, porque una vez que caes no hay vuelta atrás.
  • No utilices los planes sociales para conseguir votos. Esta medida populista hará que los ciudadanos se hagan dependientes del gobierno, y sólo crearás una sociedad parasitaria que te demandará cada vez más necesidades.
  • Dale libertad a la educación. Pon a los colegios y a las universidades a competir. Fomenta la educación privada, la libertad de programas de estudio y la libre elección de los estudiantes y los padres sobre su educación.
  • No aumentes los impuestos, ya que estos siempre recaerán fuerte sobre los más pobres, y a la larga crearás improductividad en la sociedad. Déjalos ahorrar.
  • No aumentes el gasto público. No despilfarres el dinero de los individuos para fomentar planes que los empobrecerán cada vez más, ni utilices aquel dinero para enriquecerte junto a tu séquito.
  • Deja de lado la emisión monetaria, ya que la misma sólo generará más inflación.
  • Fomenta la inversión privada, deja que aumente la riqueza en la sociedad. Los empresarios son los que generan empleo productivo, no les pongas más trabas a sus actividades comerciales.
  • Ponle pausa a las barreras burocráticas y a los interminables trámites. El tiempo de un individuo vale mucho.
  • No utilices al Estado como fuente de trabajo para tus familiares y amigos.
  • No pongas a tu cuerpo de economistas a fijar precios en el mercado. Los precios son señales, y cuando interfieres en tal proceso distorsionas la vida diaria de la sociedad. Déjalo en manos de la oferta y la demanda.
  • No dividas a la sociedad y tampoco impongas tu manera de pensar. Sería lamentable que tus políticas dividan familias, terminen amistades o arruinen una cena de domingo.
  • Protege a tus ciudadanos del narcotráfico, no lo dejes ingresar, y jamás cedas ante el terrorismo.
  • No descuides la seguridad de los ciudadanos. Si alguien roba, mata, o viola no debe quedar impune. Las leyes están para cumplirse. Que la cárcel no se convierta en un lugar transitorio de una o dos noches para la gente que comete este tipo de crímenes.
  • Olvídate de las cadenas nacionales, quítate esa necesidad de ser visto y adorado.
  • Recuerda que el “dinero estatal” no existe. El Estado no produce nada, sólo existe el dinero de los individuos.
  • No juegues con el nacionalismo, es un camino peligroso.
  • No manipules las elecciones. Como llegaste te vas a tener que ir. El asiento presidencial no es para siempre, así que olvida tu tentación de perpetuarte en el poder bajo las típicas re-reelecciones indefinidas del populismo latinoamericano.
  • No cambies las reglas de juego. Esto es crucial tanto para las relaciones con distintos actores, inversores, ciudadanos y otras naciones.
  • Escucha a los tanques de pensamiento, interactúa con ellos, ten en cuenta las distintas opiniones, nútrete del ambiente intelectual y nunca impongas una línea de pensamiento en la opinión pública.
  • Ten cuidado con los sindicatos.
  • Fomenta la meritocracia, no te pongas a repartir privilegios.
  • Olvídate del personalismo, cumple tu período, y preocúpate por dejar un legado. Haz que tus políticas sean continuadas por partidos distintos al tuyo, esto, con políticas correctas, logrará llevar al país por el buen camino del largo plazo, y así el país conocerá el progreso.
  • Y por último, recuerda que el gobierno debe obedecer las leyes y rendir cuentas constantemente. Llegaste para recibir órdenes de tu pueblo, no para decirle lo que tiene que hacer y convertirlo en tu rebaño personal. La sociedad debe estar formada por individuos, no por súbditos.

Si logras cumplir estos principios entonces obtendrás una administración exitosa, y más aún, promoverás que los ciudadanos desarrollen sus vidas al máximo. No cometas el error del populismo del siglo XXI. La experiencia global lo ha demostrado, y han sido los gobiernos de tinte interventor, de tamaño grande y de características estatistas y populistas, los primeros en conseguir el descontento y el rechazo por parte del pueblo. No te equivoques como ellos, sé diferente y pon en práctica a la libertad.

La relación laboral es de naturaleza voluntaria; es decir, el empleador se compromete a pagar cierta cantidad de dinero y el empleado a realizar ciertas labores. De este acuerdo voluntario surgen obligaciones legales y morales conocidas y aceptadas por ambas partes.

La imposición del doble aguinaldo mediante un decreto, violenta la naturaleza voluntaria del acuerdo laboral imponiendo una transferencia pecuniaria que 1) no estaba pactada entre el empleador y el empleado y 2) no estaba contemplada entre los costos del empleador. En tal sentido el doble aguinaldo no es muy diferente a un robo, donde un ladrón obliga a la víctima a entregar dinero y la víctima se ve obligada a hacerlo para preservar su vida o su integridad física. En este caso quien comete el abuso es el Estado, aunque el beneficiario sea el trabajador.

El Tribunal Constitucional, mostrando una vez más la mediocridad intelectual y moral de sus miembros, ha declarando la constitucionalidad del decreto, indicando además que el doble aguinaldo no implica una violación a la propiedad privada.

Para entender por qué el Tribunal Constitucional está equivocado, imaginemos que el decreto haya dicho que en vez de 1 aguinaldo adicional, se paguen 100 aguinaldos. Cualquiera puede ver que la obligación de pagar 100 aguinaldos significaría para muchos empleadores perder todos sus bienes a favor de los empleados. Cualquiera puede ver que esto sería una forma de confiscación de la propiedad privada. La diferencia entre haber decretado el pago del segundo aguinaldo o de 100 aguinaldos, es sólo de grado, pero conceptualmente es igual. Es decir que si creemos que decretar el pago de 100 aguinaldos debe ser considerado atentatorio a la propiedad privada, para ser coherentes deberíamos considerar el decreto del segundo aguinaldo de igual forma.

El hecho de que algo tenga la aprobación legal, no significa que sea justo o moral. El decreto del doble aguinaldo, por distorsionar el acuerdo voluntario entre empleados y empleadores y por haber sido anunciado sin previo aviso, privando a los empleadores de tomar previsiones, aunque tenga la legalidad que el abusivo y arbitrario Estado boliviano le da, no deja de ser una injusticia.

Consecuencias del segundo aguinaldo

A corto plazo el doble aguinaldo eleva el costo laboral de las empresas y puede incluso significar la quiebra o el cierre de algunas empresas que no estén en condiciones de cumplir con una obligación inesperada y onerosa. La medida tampoco beneficia inequívocamente a los trabajadores: efectivamente beneficia a quienes trabajan en empresas formales, pero para quienes estaban buscando trabajo cuando el decreto fue publicado, las perspectivas de encontrarlo se les dificulta, ya que muchas empresas se protegen congelando las contrataciones u ofreciendo salarios menores, además de quienes pierdan sus trabajos precisamente a causa de la medida.

En el mediano plazo, a medida que las empresas internalizan el pago del segundo aguinaldo dentro de sus estructuras de costos ya sea 1) bajando los salarios nominales o 2) subiendo el precio de sus productos, tanto el costo para las empresas como el beneficio para los trabajadores se va diluyendo paulatinamente.

En el largo plazo, cuando las empresas internalizan totalmente el shock, el beneficio del segundo aguinaldo desaparece. De hecho el doble aguinaldo en el largo plazo se transforma en un perjuicio para el trabajador, ya que obliga a las empresas a pagar parte del trabajo realizado por un empleado a fin de año, en vez de recibirlo mensualmente. Y es que en el largo plazo, la decisión de contratar o no contratar a alguien y cuánto pagarle está dictada por la capacidad productiva del trabajador y las condiciones de mercado.

Pero aunque tanto el shock negativo para las empresas, como el shock positivo para los empleados desaparece en el largo plazo, eso no significa que esta u otras medidas similares tengan efectos neutros en el largo plazo. Tales medidas generan malas señales de inseguridad jurídica que duran décadas en borrarse, generan inflación que distorsiona los planes de inversión y reduce el poder adquisitivo de los trabajadores. Por supuesto, una menor inversión y una mayor inflación a la larga significan menos ofertas de trabajo para los asalariados.

Aunque en el corto plazo, el doble aguinaldo beneficia a los asalariados que al momento del decreto tienen trabajo en el sector formal, en el largo plazo, la medida perjudica a los futuros asalariados porque reduce la seguridad jurídica lo cual tiene como consecuencia menos inversión y por ende menos puestos de trabajo y por otro lado aumenta la inflación.

La lógica del segundo aguinaldo

El Decreto Supremo 1802 que desde el 2013 instituye el pago del segundo aguinaldo “Esfuerzo por Bolivia” debe ser analizado más allá de sus intenciones declaradas, para buscar su lógica y sus intenciones ocultas. El decreto instruye que si el producto interno bruto del país crece más de 4,5% anualmente, todas las empresas deben pagar un sueldo adicional a sus empleados. Por supuesto, un país puede crecer 10% o 15% y eso no significa que todas sus empresas crezcan a ese ritmo o que no hayan empresas que tengan pérdidas o incluso quiebren. Por lo tanto, no es correcto aplicar tal criterio de manera generalizada.

Por otro lado, el decreto solo reconoce el esfuerzo de los trabajadores. Sin embargo, ni los trabajadores generan por sí solos el crecimiento, ni tampoco las empresas. El crecimiento es fruto del esfuerzo empresarial que reúne capitales y crea una visión, del equipo gerencial que marca el camino y la forma de concretar la visión y de una fuerza laboral que mueve a la empresa en la dirección trazada. El crecimiento es fruto de un esfuerzo conjunto, pero el decreto ignora el esfuerzo de quienes arriesgan, invierten, innovan y crean empresas. Pero no solo olvida a una parte fundamental en la ecuación del crecimiento, sino que también vulnera los principios de la no retroactividad de las normas y de la previsibilidad, generando inseguridad jurídica y ahuyentando capitales que a la larga son los que generan los puestos de trabajo. El decreto también vulnera el principio de que los contratos de trabajo son acuerdos voluntarios entre partes, obligando a una parte a pagar algo que no había sido mutuamente acordado.

Podríamos decir que la lógica del segundo aguinaldo carece de lógica, pero nos estaríamos olvidando que el verdadero propósito de la medida es generar clientelismo, es repartir el dinero ajeno para ganar votos y de paso dejar establecido (para quienes aun tengan dudas) que quien gobierna en Bolivia todo lo puede y hace lo que le da la gana, sin importar las leyes o la moral. Bajo ese esquema, la lógica es impecable.

El jueves 22 de octubre Marcel Granier –-presidente de la emisora Radio Caracas Televisión (RCTV)-- estuvo en Montevideo invitado por el semanario Búsqueda. El objetivo era que diera a conocer en nuestro país la realidad venezolana.

Granier describió en forma elocuente la atmósfera reinante en Venezuela. Señaló que “la gente está harta de la inseguridad, de la escasez, de la inflación y de la corrupción” pero ya no protesta en la calle ni en las largas colas que debe hacer para aprovisionarse de lo más básico, “porque reina la desconfianza y el miedo”. Expresar en voz alta fastidio podría significar que a esa persona la saquen por la fuerza de allí, y ese día se quede sin poder adquirir absolutamente nada. Lo cual, en las condiciones actuales en esa nación, constituye una verdadera tragedia.

El empresario venezolano tildó a la forma de gobierno chavista de cuasi totalitaria. Explicó que hay una abismal diferencia ente una dictadura tradicional y un totalitarismo. En este último, los gobernantes aspiran a controlar y modificar por completo las mentes y los espíritus de la gente, tal como lo demuestran los conocidos casos del nazismo y el comunismo soviético. También Cuba –-que adiestró a Hugo Chávez en esas prácticas-- fue situada dentro de esa categoría.

La conferencia que dio a estudiantes de periodismo de la Universidad Ort fue especialmente emotiva. La razón es que entre el público se encontraba una joven venezolana, quien pidió la palabra. Explicó que junto a su familia se vio forzada a emigrar --dadas las condiciones imperantes en su tierra natal-- que añora regresar, pero le consta que es imposible por el momento. Expuso que su deseo era estudiar abogacía pero que en su entorno le decían: “¿Para qué vas a estudiar eso si en Venezuela ya no existen más ni el Derecho ni la Justicia independiente?”

Varias veces tuvo que interrumpir su alocución porque las lágrimas le impedían seguir hablando.

A nuestro juicio, esta chica personifica en forma vívida lo que significa existencial y espiritualmente los regímenes como el chavismo: la aniquilación de los sueños, el desarraigo, la frustración y el dolor.

Su madre –-quien también estaba presente-- intervino para clarificar varias desinformaciones propagadas por las autoridades venezolanas y sus acólitos. Afirmó que las manifestaciones callejeras son llevadas adelante por estudiantes por iniciativa propia. En ese contexto, han habido muchas muertes y está comprobado que fueron causadas por francotiradores situados en los altos de los edificios. Señaló que por lógica, esos asesinos solo pueden responder a fuerzas del gobierno, dado que cada vez que se va a realizar una protesta se prohíbe a la ciudadanía subir a las azoteas.

De esto está perfectamente consciente la gente común, a pesar de que nadie informa nada porque la casi totalidad de la prensa le pertenece o es controlada por el gobierno. Por eso la reacción popular de indignación cuando la “jueza” Susana Barreiros condena al líder opositor Leopoldo López a “13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas” de prisión, acusándolo de ser el culpable de los desmanes producidos durante las protestas callejeras. Por algo López antes de conocer el veredicto, le dijo a la magistrada: “Y si la sentencia no es así (absolutoria), usted va a tener más miedo de leerla que yo de escucharla”.

Uno de los estudiantes le preguntó a Granier, cómo es que se llega tan bajo y se pierden todas las libertades. Él le respondió que es un proceso paulatino y les aconsejó a los uruguayos que cuidaran a la forma republicana de gobierno, especialmente a su prensa libre y a la separación de poderes. Enfatizó que una República exige la permanente vigilancia de los ciudadanos sobre el accionar de sus gobernantes. En tal sentido, explicó que el primer paso de Chávez fue modificar la Constitución con el objetivo de poder “legalmente” someter tanto a la prensa como al Poder Judicial.

La advertencia de Granier viene como anillo al dedo en estos momentos en Uruguay. Decimos esto porque durante la pasada presidencia de José Mujica, éste tuvo varios enfrentamientos con la Suprema Corte de Justicia (SCJ), debido a que declaró inconstitucional varias leyes por él promovidas. El expresidente nunca ocultó su malestar ante esa situación, lo cual provocó que la relación entre ambos poderes fuera tirante.

Actualmente están a estudio de la Corte 19 recursos de inconstitucionalidad contra unos 60 artículos de la llamada “ley de prensa”. Asimismo, el Parlamento está discutiendo el proyecto de ley de Presupuesto enviado por el Ejecutivo, encabezado por Tabaré Vázquez (que pertenece al mismo partido que Mujica).

El referido texto causó asombro y preocupación entre los ministros de la Suprema Corte porque “no solo no recoge ninguna de las propuestas del Poder Judicial, sino que directamente no lo menciona”. Jorge Chediak –-presidente de la SCJ-- declaró que es una “señal fuerte” por parte del Ejecutivo. Recalcó que la decisión de la administración Vázquez de ignorar todas las iniciativas enviadas por ellos, es “atípica”.

Chediak afirmó, que el funcionamiento de uno de los tres poderes del Estado está en problemas por falta de presupuesto –-situación que se arrastra desde el período de Mujica-- y que eso “no es bueno” para la salud democrática del país. Indicó que “no hay entre las previsiones de Diputados una asignación por los menos para los rubros prioritarios que marcó la Corte en su comparecencia ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara”. Y enfatizó, que esas prioridades estaban directamente relacionadas con la mejora del servicio a los ciudadanos.

Relacionando esta situación con la vigilancia constitucional que debe realizar la SCJ, Chediak expresó que el controlador ejercido por la Corte, “conlleva la posibilidad de que al Poder controlado no le gusten las decisiones”. Pero, “las democracias han aprendido” que ése “es el funcionamiento normal del sistema”. Imbuido de la conciencia de las mejores prácticas de gobierno, remarcó que “hay poderes que son un motor y hay un Poder, guardián de la Constitución, cuya función es frenar”.

En sintonía con los consejos de Granier, el magistrado afirmó que “todos debemos defender todas las ramas de gobierno. La democracia uruguaya es una y depende del adecuado funcionamiento de los tres poderes”.

Gracias a que en Uruguay por ahora existe una prensa libre, es que los habitantes pueden enterarse de este tipo de medidas que simultáneamente desnudan dos amenazas: una, sobre la permanencia de un Poder Judicial independiente (con todo lo que eso conlleva); la segunda –-estrechamente relacionada con la primera-- sobre la sobrevivencia de las libertades de prensa, expresión y opinión.

Si queremos saber hacia dónde conduce el cercenamiento de esos dos derechos humanos, no tenemos más que observar lo que está ocurriendo en Venezuela…

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Recientemente vi la película The Croods (Dreamworks, 2013) y me pareció notablemente optimista acerca del futuro y sobre la posibilidad que tenemos los seres humanos de innovar y adaptarnos a las circunstancias cambiantes de nuestro planeta. Esto es algo que contradice tantos titulares negativos con los que solemos ser bombardeados (Para recibir una dosis diarias de buenas noticias sugiero seguir la cuenta @HumanProgress en Twitter).

La película trata de una familia de cavernícolas liderada por un padre que todos los días les recuerda a todos que todo lo nuevo es malo. Le repite constantemente a su familia que han sobrevivido precisamente porque han hecho exactamente lo mismo todos los días. En nuestra época algo similar sucede con el "principio de la precaución".

Una definición popular de este principio es aquella contenida en la Declaración de Wingspread (1998):

Cuando una actividad presenta amenazas de peligro a la salud humana o al medio ambiente, medidas preventivas deberían ser tomadas incluso si algunas relaciones de causa y efecto no han sido completamente establecidas por la ciencia.

En este contexto, quienes proponen una actividad, en lugar del público, deben cargar con el peso de la prueba.

Esto suena muy parecido a lo que decía Grug Croods, el padre de la familia cavernícola de la película. Grug se oponía a todo lo nuevo que proponía Guy, el amigo de su hija Eep. Grug también se oponía a la curiosidad de Eep. No había nada que le "demuestre" que no habría peligros al alterar en modo alguna su forma de vivir.

Es cierto que el progreso trae consigo nuevos retos y peligros, todos siendo algo a lo que nunca antes nos habíamos tenido que enfrentar. Por ejemplo, no habían muertes por accidentes de tránsito, ni emitíamos tanta emisión de dióxido de carbono antes de que se inventaran los autos. No obstante, nadie en su sano juicio abogaría por volver a un mundo sin autos, dados los múltiples beneficios que estos han aportado al progreso de los seres humanos.

Guy, en cambio cree que la filosofía de Grug los paraliza en un mundo que está llegando a su fin y no les servirá en el mundo nuevo que está por surgir. Guy los convence con su optimismo acerca del futuro de lanzarse en esa aventura que es el progreso: un camino con sus avances y retrocesos, pero que siempre será mejor debido la alta probabilidad que tienen los seres humanos de innovar y de adaptarse a las siempre cambiantes circunstancias.

Como dice Sherzod Abdukadirov (en inglés): "Los autos, la electricidad, las vacunas y muchas otras innovaciones trajeron consigo riesgos significativos. Pero solo imagínense qué tanto más riesgoso y pobre sería el mundo si hubiésemos utilizado el principio de la precaución para obstaculizar la innovación en esas tecnologías. . . Así que escuche a los Croods, si no asumiéramos riesgos e innováramos todavía estaríamos viviendo en cuevas".

Existen una infinidad de formas en las cuales los seres humanos se pueden organizar como sociedad. Tales formas están influenciadas por los paradigmas mentales de las personas. Por ejemplo, en un contexto donde se cree mucho en lo místico, la tradición y en castas sociales inamovibles es natural que la forma de gobierno sea una monarquía apoyada bajo la noción de que el monarca es elegido por Dios, como sucedía en la Europa del medioevo.

Pero si la libertad, la dignidad y la igualdad de derechos de todos los seres humanos son nuestro paradigma, un sistema monárquico e incluso un Estado socialista son incompatibles. El Estado es una organización que ejerce acciones colectivas, que en general involucran a todos o casi todos sus habitantes. Por su naturaleza, el Estado es un ente coercitivo: estamos obligados a cumplir las leyes, aunque no nos gusten. Por otro lado el mercado es el lugar o la acción de entablar transacciones voluntarias entre dos o más partes. Si no existiera el Estado y todas las transacciones fueran voluntarias, tendríamos un estado de anarquía, donde nadie es obligado a hacer nada en contra de su voluntad. Al otro extremo está el Estado que decide todo por el individuo y le confisca su libertad. El extremo del Estado omnipotente es abominable y el extremo anarquista es utópico.

Es difícil imaginar un conglomerado social sin un ente que gestione las acciones colectivas. Por ello el Estado es una necesidad, tal vez un mal necesario, pero en la medida en que valoramos la libertad y la dignidad de las personas, entonces debemos reconocerles el derecho a tener el mayor grado de acción posible dentro de la sociedad, debemos procurar que en la sociedad predominen los acuerdos voluntarios por sobre la acción colectiva del Estado, un Estado que, al contrario del mercado que se basa en acuerdos voluntarios y de beneficios mutuos entre partes y sin intentar ser peyorativo, se basa en la imposición, la coerción, el monopolio de la fuerza y la amenaza de multas y cárcel para quienes no cumplen con sus leyes.

El anarquismo es una hermosa utopía, que a mi parecer es impracticable, pero si valoramos la libertad y la dignidad humana, debemos inclinarnos por el lado de menos leyes y menos coerción estatal. Debemos tener un Estado tan pequeño como sea posible y dejar que los acuerdos voluntarios (también llamados “el mercado”) primen en las relaciones humanas.

Santa Cruz de la Sierra, 20/09/15.

Esta semana el Banco Mundial publicó nuevos datos acerca de la pobreza mundial, y proyecta que caiga al bajo nivel, sin precedente, de 9,6% en 2015. El gráfico abajo muestra el declive dramático de la pobreza mundial a lo largo de las últimas décadas.

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Utilizando metodología actualizada, el Banco Mundial volvió a calcular las cifras de pobreza desde 1990. Los datos nuevos siguen de cerca las cifras anteriores del Banco, que utilizo en el gráfico para mostrar la caída en la pobreza desde principios de la década de 1980, cuando 43 por ciento de la población mundial vivía en la pobreza extrema. El récord de la reducción de la pobreza es consistente con el progreso sin precedente que la humanidad ha logrado alrededor del mundo en toda la gama de indicadores de bienestar, y que investigadores y otros pueden explorar en HumanProgress.org.

La caída en pobreza también coincide con un aumento significativo en la libertad económica a nivel mundial, empezando con las reformas de China hace 35 años y con la globalización que vino luego del colapso de la planificación central a fines de los ochenta y principios de los noventa. Conforme celebramos este logro y luchamos por un progreso todavía mayor, no deberíamos perder de vista el papel central que el intercambio voluntario, la libertad para elegir, la competencia y la protección de la propiedad juegan en acabar con la pobreza.

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