Un informe de la Government Accountability Office del Congreso estadounidense encontró que intentar agarrar a estadounidenses que ilegalmente viajan a Cuba y decomisar habanos procedentes de la isla está distrayendo a las agencias gubernamentales de ese país en sus esfuerzos por capturar sospechosos de terroristas.

Según el informe, el Departamento de Seguridad Doméstica de Estados Unidos lleva a cabo inspecciones secundarias en un 20% de los pasajeros que llegan al aeropuerto de Miami procedentes de Cuba, seis veces más de lo que hace con otros vuelos. Esto significa que mientras las autoridades buscan habanos cubanos, otros podrían estar pasando agentes químicos o biológicos dentro del país.Este es un argumento más contra el fallido embargo de Washington a Cuba y la prohibición que tienen los ciudadanos estadounidenses de viajar a la isla. Por la propia seguridad de Estados Unidos, hay que acabar con el embargo.

Hoy asistí a un desayuno organizado por el American Chamber of Commerce en Washington en que Alan García, de visita por la firma de George Bush que hara ley el Tratado de Libre Comercio con el Perú, ofreció una visión moderna para el Perú y el continente. “Es un buen día” para las Américas dijo y “un mal día” para los que no creen en el libre comercio y la democracia, porque el comercio libre significa más seguridad para inversiones, bienes de mejor calidad y menor precio, crecimiento, descentralización, y “solidez social”.  Hablo de la modernidad económica, la capitalización del Perú por parte del sector privado, y la libertad democrática—en fin “un modelo sin complejos” que contrasta con otras alternativas que se ofrecen en el continente hoy basado en el modelo que se derrumbó en el siglo XX y que “parece absurdo”que se está promoviendo a estas alturas.

García—ayudado por el creciente éxito económico peruano basado en reformas liberales—se está convirtiendo en el líder regional de la opción moderna. Y es un discurso que no solo lo da ante empresarios en estados unidos sino también ante el público peruano como lo ha hecho repetidamente, inclusive en artículos de opinión suyos en las páginas de El Comercio. Falta mucho por hacer, pero es buena noticia para todo Latinoamérica que García esté dando un liderazgo inspirador y práctico que hacia falta en la región.

Que no se diga que creer en el socialismo del siglo XXI significa tener que renunciar a algún lujo. Un ministro de Venezuela explica por qué le gusta usar corbatas Louis Vuitton.

Mucho se escribirá en las próximas semanas y meses sobre la derrota electoral de Hugo Chávez en el referéndum de ayer. Claramente la oposición a su proyecto de reforma constitucional fue masiva y dobló por completo el avance del modelo autoritario que el presidente venezolano intentaba forzar en su país.

¿Por cuánto ganó el NO? Las cifras oficiales indican una ventaja de poco más de un punto porcentual. Sin embargo hay varios indicios para creer que el margen fue mucho más amplio.

Primero, el silencio sepulcral del Consejo Nacional Electoral luego del cierre de los centros de votación hasta cerca de la media noche. A diferencia de lo que vimos en el referéndum sobre CAFTA en Costa Rica y en las elecciones generales en Guatemala, donde los resultados parciales se empezaron a dar a las pocas horas de cerradas las votaciones, resulta misterioso el hermetismo del CNE. ¿Qué habrán estado esperando?

Segundo, tenemos el impedimento al acceso de los dirigentes de la oposición a las instalaciones del CNE durante la totalización de los votos. ¿Qué querían ocultar? Tercero, tenemos las mismas declaraciones de Chávez anoche, cuando manifestó que "Con el corazón se los digo, tengo varias horas debatiéndome en un dilema. Ya salí del dilema y estoy tranquilo, espero que los venezolanos también".

¿Cuál era ese dilema? ¿Desconocer el triunfo del 'No'? Ciertamente Chávez tenía todo el poder para ignorar la votación popular y amañar la elección. La pregunta es qué o quién lo detuvo.

El rechazo por parte de una mayoría de los votantes venezolanos de la propuesta de Hugo Chávez que convertiría a su país en un estado socialista es una señal para toda Latinoamérica de que el líder izquierdista de hecho no representa las aspiraciones de su pueblo. Los ciudadanos comunes y corrientes de un amplio espectro ideológico y de todas las clases votaron en contra del intento de consolidar poder de Chávez, haciendo que sea más difícil que él hable de un deseo de populismo en Venezuela o en la región. Aunque Chávez ha reconocido los resultados del referendo, él ya ha establecido claramente que el resultado no ha reducido su ambición de llevar a cabo su proyecto social. Con tanto poder ya concentrado en sus manos—solamente Fidel Castro ha centralizado más poder en la región—las instituciones de una sociedad libre, tales como la prensa o la propiedad privada, todavía corren peligro. La victoria del 'No' era esencial para limitar el poder de Chávez por ahora, pero de ninguna manera garantiza que la democracia prevalecerá en Venezuela.