Por primera vez, el presidente mexicano Felipe Calderón dijo ayer que era "medular" tener un debate acerca de la legalización de las drogas. Calderón, del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), se había negado hasta ahora a prestar atención a los crecientes llamados en México y América Latina para que se sostenga un debate hemisférico sobre la legalización de las drogas. Una vez que salieron de sus cargos, dos de los antecesores de Calderón--Ernesto Zedillo y Vicente Fox--también han reconocido la necesidad de legalizar las drogas como una manera de combatir la violencia relacionada al narcotráfico que azota a México. Otros, como Jorge Castañeda, ex ministro de relaciones exteriores de México, también ha pedido que se acabe con la prohibición.
En su edición de hoy El Universal de México asevera que el cambio de actitud de Calderón tiene algo que ver con una reunión que sostuvo hace pocos días con Juan Manuel Santos, el presidente electo de Colombia. De acuerdo a fuentes del periódico, Santos le dijo a Calderón que el narcotráfico no está bajo control en el territorio colombiano y que México debería ser el país que lidere un debate público acerca de la legalización o despenalización de las drogas.
Como he señalado antes, hay un creciente consenso dentro de América Latina acerca del fracaso de la guerra contra las drogas y la necesidad de implementar una estrategia sensata en cuanto a políticas sobre drogas. La pregunta sigue siendo: ¿Hay alguien en Washington que esté prestando atención?