Blog Home

Comunismo humanizador

Antonio Roldán Monés, asesor económico en el Parlamento Europeo, y Carlos Carnicero Urabayen, máster en Relaciones Internacionales de la Unión Europea, lamentan en El País que la izquierda no despierte de su letargo y no suba aún más los impuestos. Sus disparates no parecen mucho más abrumadores que los de tantos otros textos de la corrección política, que ha abrazado entusiasta la crisis económica como si validara por fin sus absurdas teorías antiliberales. Pero de pronto afirman: "La caída del Muro de Berlín hace 20 años se tradujo en la progresiva eliminación de las cortapisas que habían moderado el capitalismo, una vez que la desaparición del comunismo no le empujaba a mostrar su lado más humano".

Esta es una frase que hay leer varias veces, porque da la sensación de que es francamente difícil perpetrar una barbaridad de semejante índole. O sea que el comunismo fue una bendición. Vamos, los cien millones de trabajadores asesinados por los comunistas durante el último siglo fueron algo estupendo, porque el comunismo humanizaba y moderaba ¡al capitalismo!

Cuando el comunismo entra en crisis y tropieza con más dificultades a la hora de empobrecer, oprimir o directamente asesinar a los trabajadores, su colapso es algo que hay que lamentar, pero nada de esto tiene nada que ver con la deshumanización característica de ese sistema criminal. No, claro que no. Los males corresponden al capitalismo, y en especial cuando se ve lamentablemente privado de la influencia benéfica del comunismo. Las cosas que hay que ver.

Categorias

Autores

Archivos