En Ecuador parece haber un consenso entre gran parte de la elite de políticos, analistas, economistas, y comentaristas de que el problema que tiene la economía actualmente es estar dolarizada o, dicho de otra forma, que nuestros políticos carezcan de la herramienta de política monetaria.
Pero o viven en una cueva o no se molestan con ver lo que pasa en países también petroleros o dependientes de commodities frente al cambio de condiciones externas. ¿Es realmente tan sencillo resolver las crisis con moneda propia? ¿De verdad la tienen más fácil?
Se me ocurrió buscar en noticias recientes cómo le va a Rusia, otro país petrolero con política monetaria propia. Resulta que el New York Times reporta que el "soberano" rublo ha reducido, a través de la inflación, en un 8% el poder de compra de los salarios rusos en el segundo trimestre de este año, comparado con el año anterior. Todo esto mientras la economía ingresa en una recesión por primera vez desde 2009 (contracción de 4,6% en segundo trimestre en relación al mismo periodo del año anterior).
También descubrí que los brasileños no han logrado resolver sus problemas teniendo moneda propia. Bloomberg reportó que los analistas brasileños proyectan una mayor tasa de inflación y una recesión más profunda para 2016. Tener moneda propia que se deprecia frente al dólar los coloca en una situación de pierde-pierde: si no suben la tasa de interés se da una mayor fuga de capitales (y una mayor depreciación o devaluación), y si la suben (como lo han hecho) se encarece el costo del capital, desalentando las inversiones.
A Colombia tampoco le va bien. Según este artículo de El Tiempo un peso débil deriva en una mayor inflación al encarecer las importaciones, que incluyen materias primas y maquinarias, lo cual a su vez deriva en el incremento del costo de la producción nacional. Además, este artículo señala que no es tan sencillo sustituir importaciones y que un peso débil incrementa el peso de la deuda pública y privada (denominada en dólares) sobre la economía.
Los que peor la están pasando con moneda propia son los venezolanos. La inflación anual de Venezuela, según la calcula el Proyecto de Monedas en Problemas del Cato Institute y Johns Hopkins University, llegó el 25 de julio de 808%.
Luego de considerar estos ejemplos, cabe preguntarles a quienes sostienen que el problema de Ecuador es la dolarización, ¿qué saben ellos que no saben las autoridades económicas y monetarias de estos países?
Lo cierto es que los shocks externos afectan a cualquier economía, sin importar qué moneda utilice. Afortunadamente, estando dolarizados no se complican los shocks externos con una crisis cambiaria y una inflación alta.