¿Sabías que la prestigiosa marca de cosméticos fue creada por un ama de casa, hija de inmigrantes húngaros y judíos llamada Josephine Esther Mentzer? ¿Sabías que a ella se le ocurrió enviar las ahora muy usuales muestras de perfumes en papel y los envases metálicos para lápices de labios? Es una historia fascinante acerca de cómo se fundó la empresa familiar Estée Lauder, que luego pasaría a ser una empresa que cotiza en bolsa. La empresa, fundada en 1946, se inició haciendo cremas faciales en Nueva York y en al año de 1968 tuvo ingresos de $40 millones, aunque esto palidecía frente a los ingresos de competidores como Revlon ($314 millones para el mismo año). En 2017, Estée Lauder Companies se encontró en la lista Fortune 500, entre las empresas más importantes de EE.UU. En 2016 obtuvo ingresos de $11.262 millones, ganancias de $1.114 millones y empleaba a 46.000 personas.
La marca de Estée era un pequeño entre los gigantes de la industria de cosméticos. Pero fue gracias a la tenacidad, constancia, y estrategias innovadoras de marketing de su fundadora que la empresa hoy es una de las 7 empresas que dominan la industria de cosméticos. No se pierdan el ensayo de Gary Hoover, que contiene más detalles acerca de esta historia de éxito empresarial.