Danilo Maldonado, El Sexto, plasmó su huella en la ciudad de Guatemala al pintar un gigantesco graffiti en las instalaciones de la Universidad Francisco Marroquín (UFM). La obra de arte se titula "La libertad por medio del conocimiento" y en ella Maldonado evoca la relación entre la educación y la libertad.
Maldonado es parte de los defensores de derechos humanos y libertad que han tomado el arte en sus manos para expresar su opinión en contra del régimen castrista.
Los gobiernos totalitarios dictan la educación de una población. También hacen lo posible por controlar qué dicen los individuos, cómo lo expresan y cuáles son sus vías de comunicación. Al coartar el arte y la educación —dos alas que forman la mente de los individuos— una población está atada.
La obra fue develada el lunes 14 de marzo en la UFM. En el evento Maldonado criticó a los gobiernos comunistas y el adoctrinamiento a los niños desde una edad temprana por medio de todo tipo de símbolos. Uno muy notorio es que los niños siempre levantan banderas en las escuelas. “No veo justo que un niño tenga que estar cargando una bandera con una carga política específica; porque un niño no sabe nada, solamente sabe de belleza, de amor”, expresó el autor.
Las obras de los artistas que se expresan en contra de sus gobiernos están llenas de simbolismos. En el caso de La libertad por medio del conocimiento, las cadenas expresan la realidad de una población cuando carece de educación y sufre el yugo de los regímenes totalitarios. Las alas, la manera en que la educación libera a las personas.
A lo largo de la historia los gobiernos han censurado, perseguido y asesinado a artistas que por medio de sus obras —pinturas, libros, ensayos, canciones— critican el statu quo. En las décadas de 1920 y 1930 Stalin encarceló a 2000 artistas, Hitler dejó en manos del Ministerio de Propaganda toda forma de expresión artística. En palabras de George Orwell son sociedades en las que “solo una opinión es permisible en cualquier momento”.
En el libro Por qué la libertad, Sarah Skwire, miembro del Liberty Fund, escribió un ensayo titulado "Sin libertad, no hay arte: Sin arte no hay libertad" en el que explica el rol de las expresiones artísticas como crítica al poder. La autora cita al músico y liberal Lindy Vopnfjord; “El deseo de la libertad es la fuerza creativa más potente del artista; por eso, incluso en los lugares más opresivos se produce el arte más hermoso y poderoso”.
Este es el caso de El Sexto, quien ha vivido en carne propia la relación entre el arte y la libertad. En diciembre de 2014 fue encarcelado por diez meses sin juicio cuando se dirigía a hacer una presentación artística inspirada en La rebelión en la granja de Orwell en la que liberaría a dos cerdos pintados con los nombres Fidel y Raúl.
El Sexto es parte de una larga lista de personas que han ridiculizado a los gobiernos comunistas por medio del arte. Uno de los precursores modernos de esta forma de protesta es Thierry Noir, que fue la primera persona en pintar obras de arte en el Muro de Berlín.
Noir emigró a Berlín Oeste en enero de 1982. Vivía cerca del Muro y desesperado de verlo todos los días decidió pintarlo como un acto revolucionario. En abril de 1984 trazó el primer dibujo en el Muro. A lo largo de seis años Noir junto a los artistas Christoph Bouchet y Kiddy Citny pintaron 5.000 m del Muro.
El objetivo de los artistas al pintar el Muro de Berlín era transformarlo, hacerlo ridículo y ayudar a destruirlo. “La vida melancólica cerca del Muro era muy agresiva para el cerebro. Comencé a pintar el muro para no volverme loco. Yo soy más fuerte que el Muro, yo lo puedo pintar”, ha expresado Noir en diversas entrevistas en las que se le cuestiona su motivación.
Son los casos como El Sexto y Noir los que recuerdan que el arte es una válvula de escape. Especialmente en países donde el gobierno quiere dictar qué ideas son las correctas, el arte propone nuevas maneras de intercambiar ideas lo que intrínsecamente tiene la capacidad de construir libertad.