Por Ryan Bourne
Ryan Bourne considera que un gran gasto estatal destinado a inversiones en infraestructura no generaría los beneficios económicos que sus partidarios afirman, suele desplazar otras actividades económicas y tener efectos limitados sobre el crecimiento.
Carlos Rodríguez Braun indica que hace un siglo el gasto público en el mundo no superaba el 10% del PIB y que desde ese entonces empezó a crecer junto con la riqueza o, mejor dicho, después de ella.
Por Alfredo Bullard
Alfredo Bullard explica que el Estado es más adicto a los impuestos (y al gasto) que los consumidores a las gaseosas con azúcar.
Por Ian Vásquez
Ian Vásquez dice que los juegos deportivos internacionales tienen un historial poco virtuoso ya que implican obras públicas miles de millones de dólares, muchos de ellos en proyectos difíciles de justificar.
Por Ian Vásquez
Ian Vásquez considera que todos disfrutaríamos más de los juegos olímpicos si se redujeran a un mínimo el gasto público en ellos y se dejara que los privados financien el resto.
Carlos Rodríguez Braun señala que el supuesto "austericidio" nunca se dio, pues entre 2003 y 2014 el gasto público real por habitante de todas formas incrementó, aún cuando su composición haya variado.
