Techos lógicos
Carlos Rodríguez Braun dice que detrás de incoherencias que se suelen publicar en los diarios acerca de los impuestos y el gasto, suele encontrarse la “ilusión financiera” que le hace creer a las personas que pagan menos impuestos y reciben una mayor porción del gasto público de lo que creen.
Tengo entendido que en El País tienen un máster de periodismo donde enseñan economía. Podrían hacérselo mirar, o añadir un curso de lógica, porque en una misma noticia el titular fue: “El Gobierno aprueba hoy un techo de gasto récord para los Presupuestos de 2023”, y el primer sumario decía: “Es un freno autoimpuesto a los desembolsos de las Administraciones”. No pueden ser verdad ambos textos a la vez: o es un freno autoimpuesto o es un gasto récord. En ningún momento el periódico reconoció que igual había un pequeño problema de coherencia en su información. Y, lo más grave, esto no lo reconoce habitualmente ningún periódico, ni ningún político de ningún partido.
Una posible hipótesis ante tamaña paradoja es que lo que llamamos “Europa” en realidad es un Estado, y, por tanto, está sujeta a las mentiras que inevitablemente arrastra la política de toda la vida, empezando por lo que el gran hacendista italiano, Amilcare Puviani, llamó en su tratado de 1903 “la ilusión financiera”, es decir, la tendencia del poder político a engañar a sus súbditos, haciéndoles creer que pagan menos impuestos y reciben más del gasto público de lo que creen, los infelices.
Esta contradicción subyace al disparate de llamar “techo de gasto” a una locura que se parece al mundo de “Alicia en el país de las maravillas”, pero sólo en parte, porque solo aumenta, nunca disminuye, aunque desde luego es cualquier cosa menos un techo. En este mundo de fantasía viven muchos, incluyendo los redactores de El País, que seriamente nos informan de que nuestras autoridades han previsto, en su abnegación, “nuevos gastos para mitigar el impacto de la crisis”. Nunca se plantean la posibilidad de que esos nuevos gastos no sean gratis y, por lo tanto, que, lejos de mitigar el castigo habitual a las carteras de las trabajadoras, incrementen dicho castigo. Nada de eso, porque resulta, bendito sea Dios, que “el Ejecutivo confía en que los ingresos sigan viento en popa, incrementándose en unos 80.000 millones entre 2021 y 2023 sin ninguna gran subida fiscal”.
Recuerdo que en mi colegio porteño, el Cardenal Newman, teníamos un maravilloso profesor, Jorge García Venturini, que nos hacía leer estas palabras de Jacques Maritain: “La lógica es el acto mismo de la razón”. No sé por qué lo he recordado hoy. Será por casualidad.
Este artículo fue publicado originalmente en La Razón (España) el 30 de julio de 2022.