La libertad económica en ciudades ecuatorianas
Gabriela Calderón de Burgos reseña los resultados del Índice de Libertades Económicas en las Ciudades Ecuatorianas, publicado por la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, publicación donde Quito, la capital nacional, se destaca con el menor grado de libertad económica entre las 13 ciudades evaluadas.

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Por Gabriela Calderón de Burgos
La Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD) de Quito ha medido el grado de libertad económica en las principales ciudades del Ecuador con el apoyo del Instituto Fraser de Canadá. Para elaborar el Índice de Libertades Económicas en las Ciudades Ecuatorianas (ILECE-EC), la FCD se fijó los siguientes parámetros: que tengan al menos 100.000 habitantes, que sean capitales provinciales y que tengan buenos indicadores de transparencia. Esto limitó al análisis a 13 ciudades, dentro de las cuales solamente Quito obtuvo un puntaje por debajo de 40 sobre 100, lo cual la ubica dentro de la categoría de libertad económica deficiente. Ninguna ciudad se ubicó por encima de 70, pero en orden de mayor a menor libertad el ranking quedó así: Babahoyo (70,3), Riobamba (67), Latacunga (64,1), Tulcán (62), Ambato (61,7), Guayaquil (55,5), Esmeraldas (54,1), Loja (52,3), Machala (51,5), Ibarra (48,2), Portoviejo (47,8), Cuenca (44,9) y Quito (35,9).
El índice se construye con los siguientes componentes: gasto público, intervencionismo económico y presión fiscal a nivel municipal. Cada componente se deriva de indicadores como el presupuesto municipal por habitante, empleados municipales por habitante, gasto en subsidios municipales por residente, número de empresas públicas, recaudación fiscal por habitante, entre otros.
Consideremos algunos datos interesantes: “…el municipio de Quito cuenta con más de 10.000 empleados municipales, casi el doble que Guayaquil, a pesar de contar con una población similar”. Esta burocracia duplica en gasto lo que el municipio planea destinar a obras y se deriva de la existencia de “320 categorías de trámites y procedimientos distribuidos entre 50 entidades municipales”.
Por otra parte, a nivel per cápita el quiteño promedio contribuye con $115 en impuestos y tasas al municipio, mientras que el guayaquileño promedio aporta $43, 63% menos que la capital. El informe afirma: “Esta mayor carga impositiva estaría haciendo más costoso hacer negocios en la capital, pudiendo explicar el menor dinamismo económico registrado durante los últimos años. Mientras que la economía de Guayaquil aumentó su tamaño 11,7% entre 2019 y 2022, la economía de Quito apenas creció 1,9%”.
Estos resultados son el reflejo de lo que sucede a nivel mundial, como se lo puede ver en el Índice de Libertad Económica en el Mundo. Los países con mayor nivel de libertad económica suelen ser también aquellos con mayores niveles de dinamismo económico, bienestar humano y libertades sociales, políticas y civiles —para esto ver el Índice de Libertad Humana.
Sin embargo, dijeron recientemente dos profesores de la PUCE en Quito que el ILECE se basa en una “una dicotomía Estado-mercado que…es falsa desde la teoría económica y desde la evidencia empírica”. Lo dicen sin reconocer el vasto fundamento teórico y la creciente evidencia empírica en que se basa el índice —más de medio siglo de data, abarcando 165 jurisdicciones en la última edición—y sin proponer una herramienta alternativa. El primer índice de Libertad Económica fue publicado en 1996, luego de una década de reuniones entre varios Premios Nobel y otros economistas destacados como Milton y Rose Friedman, Gary Becker, Gordon Tullock, William Niskanen, Douglass North, entre otros, para determinar su teoría y metodología.
Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 14 de marzo de 2025.