Los enemigos del progreso
Luis Espinosa Goded indica que si Ecuador ingresara a la Alianza del Pacífico, por ejemplo, los carros pasarían a costar la mitad de lo que cuestan actualmente.
Aunque pueda parecer sorprendente a cualquier persona con mínimo conocimiento de economía o dos dedos de frente, todavía hay en Ecuador quienes se oponen al ingreso a la Alianza del Pacífico. ¿Quienes son? ¿Y por qué están tan equivocados?
Es curioso pues en esta oposición se unen todos los "enemigos del progreso" los liberticidas por toda condición. De un lado están las izquierdas más rancias, que todavía siguen creyendo que el libre comercio es perjudicial y apelan a obsoletas proclamas de la CEPAL. De otro lado los "empresaurios", esos empresarios del "capitalismo de compadreo", acostumbrados a hacer negocios no compitiendo en el mercado, sino consiguiendo prebendas del político.
En este caso altos aranceles que impiden que ingrese la competencia al país, por lo que disponen de un mercado cautivo al que aplican sobreprecios y, por tanto, beneficios extraordinarios a los que llevan acostumbrados por décadas.
Seamos claros: con el ingreso de Ecuador a la Alianza del Pacífico algunos saldrán perdiendo. Probablemente, por ejemplo, en carros se estaba pagando hasta el doble en Ecuador con respecto a los países de la Alianza. Si no hay restricciones podrán entrar mucho más baratos, y los ecuatorianos de clase media, una de cuyas más legítimas aspiraciones es tener un auto en propiedad, lo tendrán la mitad de difícil. Qué gran logro. Sin embargo, claro está, esos empresarios que llevan décadas sin competir, tendrán que ponerse pilas y algunos, probablemente, quebrarán.
Cualquier manual de introducción a la economía les podrá mostrar, por razonamiento o por gráficos o por fórmulas, cómo es superior el beneficio de los consumidores en el libre comercio que la pérdida de los productores y, además, se puede argumentar algo aún más importante: es mucho más moral defender al consumidor que no quiere pagar sobreprecios que al empresario que no quiere competir.
Pero además, por desgracia, las teorías contra el libre comercio se ven alimentadas por la izquierda pleistocénica que sigue defendiendo las teorías de "sustitución de importaciones". Por suerte en Ecuador ya están completamente desprestigiados, pues tras la última década perdida siguiendo sus teorías ya es evidente, para cualquiera que no sea dogmático, que éstas no funcionan. La entrada a la Alianza del Pacífico puede ser decisiva para Ecuador: dejar atrás a la vieja izquierda y la vieja empresarialidad oligárquica, y comenzar a tratar con los empresarios de verdad, los que compiten, y con economistas que plantean soluciones para progresar.
Este artículo fue publicado originalmente en Primicias (Ecuador) el 20 de agosto de 2019.