Maestra y madre lanza un centro de aprendizaje sin mascarillas en respuesta a la demanda de los padres

Kerry McDonald relata la historia de Jill Perez, una profesora y madre que convirtió su cápsula de aprendizaje en una organización de membresía privada para aquellos padres que buscan un entorno educativo diferente.

Por Kerry McDonald

La respuesta al coronavirus en los últimos dos años ha transformado la educación, volviendo a poner a los padres en el asiento del conductor e inspirando a los empresarios de la educación a crear nuevos modelos de aprendizaje K-12. Hay indicios de que el espíritu empresarial floreció durante la respuesta a la pandemia, ya que las interrupciones en el empleo impulsaron a las personas a lanzar nuevos negocios. Un nuevo informe de Brookings Institution, por ejemplo, muestra que la cantidad de personas que fundaron “microempresas” en línea se disparó en 2020. 

En el sector de la educación, más docentes están abandonando las escuelas distritales para crear microescuelas, ejecutar programas de tutoría e imaginar otras opciones interesantes de aprendizaje. La educación en el hogar se ha disparado y muchos padres están formando módulos de aprendizaje y cooperativas, a menudo contratando facilitadores externos para dirigir varios programas. Las “organizaciones de membresía privada” centradas en la educación que ofrecen la máxima autonomía también están surgiendo en todo el país. 

Jill Pérez es una de los muchos educadores estadounidenses que reconoce la creciente demanda de los padres por opciones de aprendizaje más libres y flexibles para los niños. Pérez ha sido maestra certificada de matemáticas y estudios sociales de escuela intermedia durante más de 20 años y también ha impartido cursos de educación en la Universidad de Rutgers. Ahora supervisa a estudiantes universitarios y maestros en la Universidad de Seton Hall. Pérez también es madre de cuatro hijos, cuyas edades oscilan entre los seis y los catorce años. Retiró a sus dos hijos mayores de la escuela para el año académico 2020-2021 pasándolos a educación en el hogar debido a la obligatoriedad en el uso de la mascarilla y las políticas relacionadas con el coronavirus; mientras que los dos más pequeños asistieron a una escuela Montessori que ofrecía flexibilidad en el uso de la mascarilla. Ella y algunos otros padres se reunieron para formar una pequeña comunidad de aprendizaje, donde compraron un plan de estudios y se reunían regularmente en sus hogares para actividades académicas y de enriquecimiento. 

En el otoño de 2021, los mandatos de uso de mascarilla todavía estaban vigentes en las escuelas de su distrito local, y la escuela Montessori a la que asistían sus hijos más pequeños se volvió más estricta con su política de mascarillas, por lo que Pérez decidió educar a todos sus hijos en el hogar y convertir su cápsula de aprendizaje en una alternativa escolar establecida. Fundó Tranquil Teachings, un centro de aprendizaje en el condado de Monmouth en Nueva Jersey, que opera con un modelo de membresía privada donde los padres pueden optar por enviar a sus hijos a tiempo parcial o completo cada semana para participar en actividades académicas y/o de enriquecimiento. Actualmente tiene 40 alumnos matriculados. 

“El hecho de que le temiéramos a la gente también fue muy problemático para mí”, dijo Pérez sobre su decisión de lanzar Tranquil Teachings. “Las escuelas alentaban a nuestros niños a mantenerse a dos metros de distancia y a no estar cerca de nadie mientras almorzaban. Eso era tan contrario al mensaje que sentía como madre que quería compartir con mis propios hijos”, dijo. Reunir a las personas fue un catalizador clave para Pérez en la construcción de la comunidad de Tranquil Teachings.

Este sentido de construcción de comunidad con personas de ideas afines fue lo que impulsó a Stacy Joyce a inscribir a tiempo parcial a su hijo de ocho años, Dash, en Tranquil Teachings. Cuando las escuelas cerraron en la primavera de 2020 y cambiaron al aprendizaje remoto, Dash expresó cuanto odiaba la escuela. En respuesta, sus padres cancelaron su inscripción en la escuela local y optaron por la educación en el hogar. “Queríamos proporcionar el entorno más normal posible. Seguimos con nuestras vidas, no hacemos que nuestro hijo use mascarilla a menos que esté en un consultorio médico”, dijo Joyce. 

Dash pasó gran parte del año pasado en actividades de enriquecimiento relacionadas con la educación en el hogar desarrolladas al aire libre, además de trabajar en sus estudios académicos desde el hogar. “Fue genial estar afuera todo el día, pero a veces hace frío y no quiero pasar el día en el bosque” dijo Joyce, quien trabaja como instructora de yoga. “Realmente aprecio que Jill haya podido crear esta comunidad. Mientras más nos alejamos de la escuela, menos parece una opción a la que volver” agregó. 

Pérez también ha podido crear una comunidad para maestros que ya no quieren cumplir con las políticas de COVID de sus escuelas en el área metropolitana de Nueva York y Nueva Jersey. “Estos son nuestros maestros pensantes” dijo Pérez. “Pude recibir a algunos de estos maestros y traerlos aquí y son maravillosos. Tienen muchas habilidades, están cuestionando cosas. Y aman lo que hacen como no lo han hecho en años” dijo. 

Como emprendedora de la educación, Pérez alienta a otros padres y educadores a aprovechar este momento de transformación para crear nuevas comunidades de aprendizaje. “Sal de tu zona de confort”, sugiere. “Entiendan que la conexión es nuestra forma de salir de esto. Es lo contrario de todo lo que nos han contado” añade.

Este artículo fue publicado originalmente en Foundation for Economic Education (EE.UU.) el 8 de febrero de 2022.