Las “cápsulas de pandemia” facilitan la educación en casa para los padres y son rentables para los profesores

Kerry McDonald considera que si los $700.000 millones que gastan los contribuyentes estadounidenses en educación al año fuese redistribuido hacia las familias, los padres tendrían muchas más opciones que aquellas que ofrezca su distrito escolar asignado.

Por Kerry McDonald

Esta tumultuosa temporada de retorno a clases tiene a los padres y profesores viendo cómo hacer sentido de toda la locura: desde las directivas siempre cambiantes del distrito hasta los protocolos de respuesta al COVID-19.

Algunos sistemas escolares han anunciado que el año académico empezará únicamente con aprendizaje remoto. Otros están buscando opciones de re-apertura parcial tanto del aprendizaje en línea como presencial. Todavía otros están planificando re-abrir totalmente la instrucción presencial.

En medio de este caos, los padres y profesores están cada vez más optando por salirse de las clases convencionales totalmente para encontrar o crear alternativas educativas este otoño.

Los padres han expresado claramente sus preocupaciones acerca de volver a clases, con crecientes números de ellos eligiendo la educación en casa este otoño en lugar de lidiar con las opciones de aprendizaje a distancia o confrontar la exposición viral y las medidas distópicas de distanciamiento social en las escuelas. Pero no solo los padres tienen preocupaciones acerca del retorno a clases. Muchos profesores, también, no quieren volver y están molestos acerca de los planes de volver.

Los sindicatos de profesores ahora están luchando con los distritos acerca de estos planes. En Florida, donde las escuelas se espera hablan totalmente para el aprendizaje presencial este mes, el sindicato de maestros más grande demandó al gobernador y al comisionado de educación el mes pasado. El sindicato de Florida está pidiendo clases con menos estudiantes y más equipos de protección para los profesores. 

Más padres y profesores están eligiendo evitar este lío burocrático totalmente y están buscando sus propias soluciones educativas.

Los educadores empresariales construyen un mejor camino

Algunos padres están contratando tutores para mejorar la experiencia de educación en casa este otoño, y los profesores empresariales están atendiendo esa necesidad y lucrando de esta oportunidad. Una profesora de inglés de secundaria en Illinois, que pidió permanecer en la anonimidad, me dijo que ella ganó $49.000 al año dando clases de grado noveno e inglés AP (nivel universitario), pero que varias familias se han acercado a ella para pedirle tutorías privadas y se ha dado cuenta que puede ganar más dinero como tutora privada, trabajando menos horas y teniendo mayor flexibilidad.

Además de la educación en casa, algunos padres están conformado “cápsulas” de pandemia, o micro-escuelas basadas en casa que permiten que una manada de familias se turnen para educar a sus hijos o reunan recursos para contratar a un profesor o estudiante universitario. El Wall Street Journal reporta que estas cápsulas están apareciendo alrededor del país, fomentadas por la inquietud de los padres ante los planes de re-apertura de las escuelas y facilitados por los grupos informales de Facebook que conectan a las familias locales. 

Reconocer esta creciente demanda de alternativas escolares este otoño, los educadores empresariales están ayudando a crear más opciones para las familias. En Maryland, los educadores veteranos Steven Eno y Ned Courtemanche crearon Impact Connections, una facilitadora de micro-escuelas que conecta a educadores con padres y provee respaldo para la educación. “COVID-19 expuso a tantos a las deficiencias que ya conocíamos en la educación, pero también presentó nuevas oportunidades que aprovechar para ayudar a los padres y sus hijos”, me dijo Eno en una reciente entrevista. “Las micro-escuelas ofrecen una oportunidad poderosa y, en gran medida no aprovechada, de educar a nuestros hijos en la era del COVID y más allá de esta. Las mejores micro-escuelas ofrecen una instrucción altamente personalizada que es libre de la tramitología curricular y a una fracción del precio”, dice.

La legalidad de estas cápsulas de pandemia y micro-escuelas a veces no está clara. Dado que el nuevo modelo mezcla características de las cooperativas de educación en casa con aquellas de las escuelas pequeñas y privadas, las regulaciones en muchos lugares no se han puesto al día. Adicionalmente, el mero número de los padres que eligen no enviar a sus hijos de vuelta a clases este otoño, y la disrupción en general de la pandemia, puede que hagan el cumplimiento de cualquier regulación existente más difícil. 

Esto presenta un momento ideal para lo que Adam Thierer denomina “emprendimiento evasivo”, donde los emprendedores empujan los límites y retan los sistemas existentes. Thierer escribe en su libro, Evasive Entrepreneurs:

“Cada vez más hoy, los emprendedores evasivos —innovadores que no siempre se conforman con las normas sociales o legales— están usando nuevas capacidades tecnológicas para eludir los sistemas regulatorios tradicionales, o al menos para presionar a los que hacen la política pública para reformar o hacer cumplir de manera selectiva las leyes y regulaciones que son obsoletas, ineficientes o irracionales. Los emprendedores evasivos dependen de una estrategia de innovación sin pedir permiso, tanto en el ámbito de negocios como en el de la política. Ellos ejercen presión en contra de la ‘Sociedad de Pedir Permiso’, o el laberinto enrevesado de permisos y tramitología que muchas veces obstaculizan las actividades empresariales. En esencia, los emprendedores evasivos viven según el adagio de que 'es más fácil pedir perdón que pedir permiso' y así crean excitantes productos y servicios nuevos sin necesariamente recibir la bendición de los funcionarios públicos antes de hacerlo”.

No solo para los ricos

Las críticas acerca de estas opciones privadas de educación han surgido durante las últimas semanas, diciendo los comentaristas que la educación en casa y las cápsulas de pandemia ampliarán las brechas entre las familias de ingresos altos y bajos. Una artículo en el New York Times criticaban estas cápsulas privadas, diciendo “que exacerbarán las desigualdades, la segregación racial y la brecha de oportunidades dentro de las escuelas”.

Estas críticas ignoran el hecho de que algunos padres crean cápsulas sin costo en las cuales se turnan para educar a sus hijos en el formato de cooperativa, y como un artículo del 23 de julio del New York Times señala, “la población de los educadores en casa —antes de la pandemia— era menos afluente que el promedio”. La educación en casa y su actual variante de “cápsulas” no son solamente para los ricos.

Además, si el financiamiento de la educación respaldara a estudiantes en lugar de burocracias educativas, más familias podrían tener acceso a una serie de opciones educativas —incluyendo estos nuevos modelos y otros que todavía están por ser inventados. 

Los contribuyentes gastan alrededor de $700.000 millones cada año en la educación básica, primaria y secundaria. Si ese dinero fuese redistribuido hacia las familias en la forma de cuentas de ahorro para la educación (ESAs, por sus siglas en inglés), los bonos, los programas de becas mediante créditos tributarios, y otros mecanismos para dar opciones educativas, los padres tendrían muchas más opciones que van más allá de su distrito escolar asignado.  

Corey DeAngelis, director de opciones escolares en la Reason Foundation, ha escrito y hablado mucho acerca de esto, diciendo: “Más familias tendrían acceso a estas alternativas si el financiamiento de la educación siguiese a los niños adonde sea que ellos reciban su educación. Los profesores también se podrían beneficiar de dicho sistema, el cual probablemente ofrecería clases más pequeñas, más autonomía y salarios más altos”.

La pandemia de COVID-19 está perturbando muchos de los sistemas y estructuras que han prevenido la libertad para elegir y la innovación en el pasado. Los padres frustrados, junto con los emprendedores de la educación, tienen la oportunidad de experimentar con nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje, y las políticas de opciones educativas harán que estos nuevos modelos sean accesibles para cualquier familia que lo desee.

Este artículo fue publicado originalmente en The Epoch Times (EE.UU.) el 4 de agosto de 2020.