A la mayoría de los venezolanos se les permitió el ingreso en noviembre

David J. Bier señala que el número de venezolanos en puntos legales de entrada a EE.UU. pasó de 781 en octubre a 6.817 en noviembre.

Por David J. Bier

A lo largo del verano, la administración de Biden exitosamente eliminó la inmigración ilegal de Haití permitiendo que los haitianos soliciten asilo en puntos legales de cruce a lo largo de la frontera de EE.UU. con México. En noviembre, luego de su decisión de expulsar a los venezolanos que cruzan ilegalmente, también ha empezado a permitir a muchos venezolanos entrar legalmente —tanto en los aeropuertos como en las fronteras terrestres. Esto demuestra cómo la administración puede terminar fácilmente con la crisis en la frontera aumentando la inmigración legal.

El número de venezolanos en los puntos legales de cruce —oficialmente denominados “inadmisibles”— llegó a 6.817 desde solo 781 en octubre y 184 en septiembre. El Servicio de Protección de Aduanas y Fronteras de EE.UU. (CBP) procesó más venezolanos en los puntos de entrada en noviembre desde que introdujo el Título 42 en marzo de 2020.

Alrededor de 80 por ciento fueron procesados y removidos de la frontera en los aeropuertos estadounidenses bajo el programa de un Proceso para libertad provisional para venezolanos (P4V) que la administración creó a fines de octubre. Bajo este proceso, los venezolanos con patrocinadores estadounidenses pueden volar directamente desde Sudamérica hacia EE.UU. y solicitar una “libertad provisional” (que es un status temporal y discrecional —efectivamente una exención de las restricciones normales para la entrada legal).

Pero el programa P4V no es la única avenida que se está abriendo. CBP también procesó una cantidad equivalente de venezolanos solicitando asilo en los cruces fronterizos legales en noviembre a aquella que procesó durante toda la pandemia. Este proceso no es automático dado que requiere conectar con un grupo selecto de entidades sin fines de lucro a lo largo de la frontera, requiriendo que estas le pidan a CBP una excepción al Título 42 fundamentada en vulnerabilidades específicas y el CBP debe estar dispuesto a conceder la solicitud.

Los nuevos procedimientos legales también han ayudado a aumentar la porción de venezolanos que cruzan legalmente desde 1 por ciento en noviembre a 50,3 por ciento en octubre. En otras palabras, muchos ahora están ingresando legalmente. Aunque estos nuevos procesos coincidieron con que los venezolanos estén sujetos a expulsiones a México por primera vez en virtud del Título 42, las avenidas legales están proveyendo a aquellos que de otra manera fueran expulsados una razón para esperar por una oportunidad de cruzar legalmente en lugar de intentar hacerlo de manera furtiva (como el Título 42 ha alentado a otras nacionalidades a hacerlo).

La administración debería ir mucho más allá para reducir la inmigración ilegal por parte de los venezolanos. Casi todos los venezolanos en México no pueden tener acceso al programa P4V porque entraron a Panamá o México de manera ilegal, y muchos otros en Sudamérica no tienen quién los patrocine en EE.UU. Debería abrir el procesamiento en los puertos de entrada —no requerir un referimiento de alguna entidad sin fines de lucro y no limitarlo a solo ciertos inmigrantes considerados “vulnerables” según la opinión subjetiva de la ONG y el CBP.

CBP eliminó casi totalmente la inmigración ilegal de haitianos durante el verano al incrementar ampliamente su acceso a los puertos de entrada para solicitar asilo, y virtualmente acabó con el flujo de ucranianos a la frontera entre EE.UU. y México concediéndoles la autorización de viajar directamente a EE.UU. desde el extranjero. La CBP debería expandir estos esfuerzos a otras nacionalidades, empezando por procesar muchos nicaragüenses y cubanos que están buscando asilo ahora mismo.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 27 de diciembre de 2022.