La histórica represión de la inmigración legal no es la respuesta a nuestros problemas demográficos

David J. Bier considera que lo más probable de un segundo gobierno de Trump es que se implemente una ofensiva histórica contra la inmigración legal, algo que perjudicaría el crecimiento económico.

Por David J. Bier

Si Donald Trump vuelve a ser presidente, todo el mundo espera una ofensiva histórica contra la inmigración ilegal. Pero una ofensiva histórica contra la inmigración legal es una apuesta más segura.

Al final del último mandato de Trump, las detenciones de la patrulla fronteriza eran un 64% más altas que cuando llegó al poder, pero había recortado prácticamente todas las clasificaciones de la inmigración legal: refugiados, familia, empleo y visitantes temporales. Para un presidente antiinmigración es más fácil ilegalizar lo que antes era legal que detener la actividad ilegal.

Dado que el presidente Joe Biden ha ido aún más lejos en la racionalización de las entradas legales, es probable que los recortes de Trump sean aún más severos esta vez. El programa de la administración Biden para los refugiados que entran legalmente desde el extranjero funciona ahora al nivel más alto desde la década de 1990, y ha creado programas de patrocinio privado para refugiados y personas en libertad condicional procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Trump ha prometido poner fin a esas iniciativas de libertad condicional y suspender las admisiones de refugiados. Establecería un veto migratorio "aún mayor" a los inmigrantes que fueran ciudadanos de naciones desfavorecidas.

Para aquellos preocupados por la salud económica del país, las tendencias demográficas de Estados Unidos no están mejorando. El crecimiento económico depende de una mano de obra fuerte, lo que requerirá inmigración a medida que se jubilen más estadounidenses. La tasa de empleo de personas nacidas en Estados Unidos en edad productiva ya está cerca de máximos históricos, pero aún quedan millones de puestos de trabajo vacantes. Sin inmigrantes, no hay esperanzas de crecimiento del empleo en el futuro.

Trump insinúa de vez en cuando una visión mejor de la inmigración, hablando de "hermosas puertas" en su muro fronterizo o dando tarjetas de residencia a estudiantes extranjeros. Pero casi todas las políticas durante su último mandato fueron en la dirección opuesta. Si le preocupa el futuro económico de Estados Unidos, debería preocuparse por los planes de inmigración legal de Trump.

Este artículo fue publicado originalmente en The Dispatch (Estados Unidos) el 24 de octubre de 2024.