La difusión del abuso del anti-dumping
Simon Lester y Huan Zhu explican cómo las prácticas abusivas de anti-dumping por parte de las autoridades estadounidenses desafortunadmante están siendo adoptadas por las autoridades chinas.
Por Simon Lester y Huan Zhu
Muchos de ustedes probablemente saben del anuncio de servicio público a fines de la década de 1980 donde un padre sale retando a su hijo acerca de consumir drogas, y le pregunta dónde aprendió acerca de este mal comportamiento. El hijo responde, “Tú..Lo aprendí viéndote a ti”. Bueno, en el campo de anti-dumping, práctica que contiene sus propios riesgos, se está dando ese mismo tipo de aprendizaje. Nuestro colega Dan Ikenson recientemente escribió acerca de una nueva serie de prácticas anti-dumping establecidas por el congreso en el 2015, y luego implementadas por el Departamento de Comercio de EE.UU., mediante las cuales esta agencia puede calcular una tasa más alta de aranceles anti-dumping cuando encuentra que una “situación particular de mercado” existe. Tales prácticas de EE.UU. no pasan desapercibidas, y como explicamos abajo, parece que en un reciente fallo, China ha estado siguiendo el ejemplo de EE.UU. cuando se trata de encontrar formas de inflar los aranceles anti-dumping que se basan en la existencia de mercados distorsionados.
Como respuesta a una petición de la industria doméstica, en 2019 el Ministerio de Comercio de China (MOFCOM) inició las investigaciones de anti-dumping y de aranceles compensatorios sobre el n- propanol originario de EE.UU. (n- propanol es un material crudo que se usa en muchos productos, incluyendo farmacéuticos, aditivos alimenticios, insecticidas, y pinturas). MOFCOM recientemente publicó su fallo preliminar en el caso anti-dumping (ahora habrá una oportunidad para que las partes comenten antes de que ese emita un fallo final). En este fallo, MOFCOM llegó a la conclusión de que el precio de n- propanol está distorsionado en el mercado estadounidense y, por lo tanto, el precio allí no puede ser utilizado para la comparación de precio que es la base para determinar la cantidad del ‘dumping’. Como resultado, MOFCOM dependía de una metodología alternativa de cálculo —no había hecho esto antes, aunque había considerado hacerlo en un par de casos recientes— y encontró que los márgenes de dumping iban desde 254,4 a 267,4%, lo que significa que, si esta metodología se confirma en el fallo final, los aranceles serán aplicados en esas cantidades.
Ahora, usted podría estar pensando que hubo un error al momento de tipear esas cifras porque la cantidad del dumping no podría ser posiblemente superior a 250%. Pero esos números son los correctos. Uno se acostumbra a tales cifras altas cuando pasa algún tiempo con los casos anti-dumping, sin importar qué país sea el que esté imponiendo los aranceles.
¿Cómo, exactamente, es que MOFCOM decidió que el mercado estadounidense estaba tan distorsionado —mediante subsidios y otras intervenciones estatales— que estos aranceles altos se justificaban? La industria doméstica ni siquiera le preguntó a MOFCOM que tome esta estrategia en particular, y en su petición de anti-dumping, ellos pedían aranceles de “solo” 154,07%. Pero MOFCOM revisó la petición de aranceles compensatorios que había sido entablada de manera simultánea, y vio una lista entera de subsidios/distorsiones, y usó esa información como guía. Se enfocó en los siguiente (traducido del original en chino): (1) “La administración por parte del gobierno de EE.UU. o un cuerpo público de, y limitaciones sobre, el petróleo, el gas, el carbón y otros recursos”; (2) “la implementación y efectos de los planes y estrategias industriales de las industrias de petróleo y gas”; (3) “medidas de respaldo por parte del gobierno de EE.UU. a la industria energética”; (4) “los controles de importaciones y exportaciones en EE.UU. en las industrias de petróleo y gas”; (5) “respaldo financiero de las industrias de petróleo, gas, carbón y otras por parte del gobierno de EE.UU.”; (6) “intervención y limitaciones estatales sobre los precios del petróleo, el gas y el carbón”; (7) “condición de no-mercado en el sector eléctrico”; (8) “distorsiones de precio del etileno, syngas (gas de síntesis), e hidrógeno”; y (9) “respaldo financiero a las empresas químicas domésticas por parte del gobierno de EE.UU.”
Para elaborar en torno a uno de estos puntos, en su entrega en el caso de aranceles compensatorios, la industria doméstica señaló la gran cantidad de respaldo financiero provisto por los gobiernos federal y de los estados de EE.UU. a las empresas químicas estadounidenses, incluyendo subsidios para realizar investigación y desarrollo y préstamos del Banco de Exportaciones e Importaciones de EE.UU. a nivel federal, así como también los programas de tributación preferencial y el financiamiento a nivel de los estados. Los peticionarios habían dicho que Dow Chemical Company recibió $2,34 mil millones en subsidios desde el 2000, Sasol recibió $1,85 mil millones, Eastman recibió $136 millones, y BASF recibió $339 millones. En ausencia de alguna evidencia que refute lo afirmado, MOFCOM concluyó que los subsidios estatales tenían un impacto significativo sobre la asignación de recursos en la industria química y por lo tanto afectaba la demanda y oferta en el mercado así como también los precios. Debido a que estas y otras condiciones que no eran de mercado, MOFCOM concluyó que los costos y los precios en EE.UU. no podían ser utilizados para calcular los márgenes del dumping. En cambio, para determinar el margen de dumping, MOFCOM utilizó un costo distinto de producción que calculó por cuenta propia.
Los subsidios estatales estadounidenses para la industria de combustibles fósiles no son ningún secreto. Los cálculos varían según el método de estimación. Según datos de la OCDE acerca de los subsidios a los combustibles fósiles, EE.UU. proveyó $8.000 millones en subsidios para la producción de combustibles fósiles en 2019. Eso es un declive desde $15.000 millones en 2010, pero todavía es una gran cantidad. Otros han ofrecido estimaciones todavía mayores. Un reporte de 2015 elaborado por el Overseas Development Institute estima que EE.UU. provee más de $20.000 millones en subsidios a la producción de combustibles fósiles al año. Y, por supuesto, los subsidios son comunes en otros sectores también.
Lo esto significa es que, con todos los subsidios que se encuentran ahí afuera, los gobiernos que desean inflar los márgenes de anti-dumping con estas y otras metodologías similares tienen una excusa fácil para hacerlo.
La lección de todo esto es que las prácticas abusivas de anti-dumping documentadas por Dan y otros en Cato a lo largo de los años tienen un impacto más allá de simplemente elevar los precios para los consumidores estadounidenses. Las autoridades de anti-dumping en otros países ven cómo las agencias estadounidenses se comportan y aprenden de ellas. Estas prácticas abusivas se difunden, y las empresas estadounidenses se enfrentan con ellas cuando venden en mercados en el extranjero. Podemos estar molestos con China por seguir nuestro ejemplo, pero deberíamos estar molestos con nosotros mismos por haber iniciado este comportamiento.
Este artículo fue publicado originalmenten en Cato At Liberty (EE.UU.) el 5 de agosto de 2020.