El nuevo informe de la CBO sobre crecimiento y recortes fiscales sólo cuenta la mitad de la historia
Adam N. Michel dice que el arrastre de la deuda pública presenta todavía otro argumento para reducir el gasto público.
Por Adam N. Michel
La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) publicó el 4 de diciembre nuevas estimaciones que muestran los efectos de prorrogar los recortes fiscales del primer mandato de Trump, que expiran a finales de 2025. A primera vista, el contador del Congreso mostró que "los recortes de impuestos de Trump no ayudarán a que la economía crezca", como resumió el New York Times. Ese titular escoge un resultado parcial para concluir precisamente lo contrario de lo que muestran las estimaciones de la CBO.
Un resumen mejor sería: "Extender los recortes fiscales de Trump impulsará la economía, a pesar del arrastre de la enorme deuda pública". Ese arrastre de la deuda presenta otro argumento para recortar el gasto. La disciplina fiscal a través de los recortes del gasto podría actuar como una reforma tributaria del lado de la oferta y turboalimentar otros recortes de impuestos y desregulación a favor del crecimiento.
En una reciente entrada de blog, el director de la CBO, Phill Swagel, resumió dos presentaciones de diapositivas con estimaciones separadas de los efectos económicos de la ampliación de la Ley de Recortes Fiscales y Empleos (TCJA, por sus siglas en inglés) para particulares y empresas. El titular del New York Times se fija en el primer conjunto de estimaciones para ampliar sólo los recortes de impuestos individuales.
El primer conjunto de diapositivas muestra que, con el tiempo, los beneficios económicos de evitar que los impuestos individuales aumenten –principalmente las personas que trabajan más de lo que lo harían de otro modo– son superados por el efecto económico negativo de una mayor deuda pública.
En otras palabras, cuando la deuda federal en manos del público supera los 28 billones de dólares, acercándose al 100% del producto interior bruto (PIB), el beneficio de unos recortes fiscales ligeramente favorables al crecimiento para los particulares se ve superado por los costos económicos de una mayor deuda.
El segundo conjunto de estimaciones de la CBO da la vuelta a ese resultado. Las reformas de 2017 combinaron recortes fiscales para particulares con recortes fiscales para empresas e inversores. Algunos cambios, como la reducción del tipo del impuesto de sociedades, eran permanentes; otros se eliminan gradualmente o expiran el próximo año. Según la CBO, hacer permanentes los recortes de impuestos a las empresas más favorables al crecimiento –la desgravación de equipos e investigación– aumenta el PIB potencial en aproximadamente un 0,4% en 2034 (aproximadamente el tamaño de la deuda arrastrada por los recortes de impuestos individuales).
En conjunto, las estimaciones de la CBO para hacer permanentes los recortes de impuestos individuales y empresariales implican que la extensión de todos los recortes de impuestos de 2017 aumentaría el PIB en aproximadamente un 0,3% en 2034.
Los resultados de la CBO también muestran que los recortes de impuestos a las empresas son significativamente más favorables al crecimiento que los recortes de impuestos individuales (escalando el impulso económico por el tamaño de la reducción de ingresos). Esto es coherente con otros resultados más optimistas de la Tax Foundation, que considera que una versión permanente de la TCJA aumenta el PIB en un 1,1% a largo plazo (con diferentes supuestos sobre cómo la deuda afecta a la economía).
La segunda pieza que falta en la historia es que los riesgos económicos de las grandes deudas públicas no son un hecho inmutable; la deuda federal es una decisión política tomada por el Congreso. Tomar decisiones diferentes, como combinar recortes fiscales con recortes del gasto, favorecería enormemente el crecimiento. La carga de la deuda en el modelo de la CBO es el resultado de recortar los impuestos sin compensar los recortes del gasto.
Cuando los déficits son elevados, el recorte del gasto es su propia reforma de la oferta. La combinación de recortes del gasto para reducir el déficit con recortes fiscales favorables al crecimiento refuerza los efectos de ambas políticas sobre el PIB. Este es uno de los resultados de la investigación del economista Alberto Alesina sobre los ajustes fiscales: las grandes diferencias entre ingresos y gastos pueden crear incertidumbre económica para los inversores y consumidores previsores que entienden que los niveles de gasto determinan el tipo impositivo a largo plazo. En estas circunstancias, el recorte del gasto indica el compromiso de mantener los impuestos bajos, a diferencia de la actual senda fiscal, sin recortes del gasto y, por tanto, con subidas de impuestos necesarias. En un documento de trabajo de 2020, John Cogan, Daniel Heil y John Taylor demuestran que contener el crecimiento previsto del gasto puede impulsar a corto y largo plazo la inversión privada, el consumo personal y el crecimiento del PIB.
El titular de las estimaciones de la CBO es que los efectos económicos de combinar los recortes de impuestos a las empresas más favorables al crecimiento con los recortes de impuestos individuales superan el lastre real de una deuda pública grande y creciente. Sin embargo, esto deja sobre la mesa enormes ganancias económicas. El mensaje más importante para el Congreso es que señalar disciplina fiscal a los mercados es su propio recorte fiscal por el lado de la oferta, que impulsaría otras políticas como la desgravación total, la reducción de los tipos del impuesto de sociedades y la desregulación.
Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (Estados Unidos) el 10 de diciembre de 2024.