El derecho a la ciudadanía por nacimiento y la ciudadanía de los niños de los Braceros

Alex Nowrasteh indica que en las décadas de 1920 y 1930, aún cuando muchos niños nacidos en territorio EE.UU. salieron hacia México con sus padres, quienes estaban siendo deportados, el gobierno de EE.UU. los consideraba ciudadanos si podían comprobar su nacimiento en territorio nacional.

Por Alex Nowrasteh

A principios de esta semana el profesor de derecho de la Universidad Chapman John Eastman utilizó el anuncio de que Kamala Harris fue elegida por Joe Biden para ser vicepresidenta para explicar su visión heterodoxa de la cláusula de ciudadanía de la Enmienda 14. Eastman, quien frecuentemente es el único abogado constitucional en cualquier panel o simposio que cree que el derecho de nacimiento a la ciudadanía no está garantizado por la Enmienda 14, utilizó su razonamiento para argumentar que Harris no es una ciudadana nacida naturalmente en EE.UU. y que por lo tanto no puede ser vicepresidenta dado que no califica para ser presidenta. Esto es así porque, según la teoría de Eastman, los padres de Harris no eran ciudadanos cuando ella nació en territorio estadounidense y no estaban sujetos a la jurisdicción del gobierno estadounidense. Lo chistoso es que Eastman cree que Ted Cruz es un ciudadano naturalmente nacido en EE.UU. mientras que Harris no lo es, pero esto es de hecho perfectamente consistente con su extraña interpretación de la Enmienda 14. De manera que mientras que es tentador burlarse de este aparente partidismo en la cuestión de la ciudadanía natural de Cruz vs. Harris, debemos darle el beneficio de la duda en este punto. 

Pero esto no significa que Eastman esté en lo correcto en el punto más amplio. En lugar de meternos en los pormenores legales de este asunto, lo cual muchos otros han hecho, me enfocaré en cambio en algunas afirmaciones erróneas que Eastman realiza acerca de la historia estadounidense. 

En su artículo de opinión, Eastman dice que los niños de inmigrantes mexicanos nacidos en territorio estadounidense que fueron deportados durante la repatriación mexicana en las décadas de 1920 y 1930 no eran considerados ciudadanos por el gobierno. Eastman escribió:

“Los niños nacidos en territorio estadounidense de trabajadores visitantes de México durante los rugientes años 1920s no eran vistos como ciudadanos, por ejemplo, cuando, frente a la Gran Depresión, sus familias fueron repatriadas a México”.

Eastman está equivocado, el gobierno sí consideró a aquellos nacidos de ciudadanos extranjeros en territorio estadounidense como ciudadano estadounidenses. Su historia acerca de las deportaciones de mexicanos y ciudadanos estadounidenses de ascendencia mexicana no respalda su punto. Primero, los niños nacidos en EE.UU. que son menores pueden seguir a sus padres conforme estos son deportados incluso hoy. Muchos actualmente acaban quedándose en EE.UU. con guardianes u otros parientes, o en el sistema de crianza y adopción, pero algunos también se van. Por lo tanto, deportar o permitir que los menores estadounidenses se vayan con sus padres nacidos en el extranjero que están siendo deportados no significa que EE.UU. no considera a los menores como ciudadanos de EE.UU.

Segundo, muchos de los niños nacidos en EE.UU. de padres mexicanos que fueron deportados con sus familiar eventualmente regresaron porque eran ciudadanos estadounidenses. Por ejemplo, José López nació de padres mexicanos en Detroit en 1926. Fue deportado a Michoacán, México, en 1931 junto con su familia. Cuando tenía cinco años, habían pocas alternativas para que se quede y sus padres no querían separarse de su hijo pequeño. López eventualmente volvió a la tierra de su nacimiento (EE.UU.) en 1945 dado que podía probar que era un ciudadano, pero otros no tuvieron tanta suerte. Claramente, el gobierno de EE.UU. lo consideraba un ciudadano en ese entonces porque él había nacido aquí. 

Tercero, el término “repatriación” podría ser justamente aplicado a los inmigrantes nacidos en México que están siendo deportados a su país natal, pero ciertamente era inaplicable a aproximadamente la mitad de todos los deportados que eran ciudadanos estadounidenses por nacimiento. 

La “repatriación mexicana” es un término comúnmente utilizado para describir la deportación masiva, pero es una frase que asume la conclusión restrictiva de que todos ellos eran nacidos en el extranjero o ciudadanos extranjeros —lo cual es incorrecto porque alrededor de 60 por ciento de estos eran ciudadanos estadounidenses, habiendo muchos de ellos nacido aquí. 

Eastman también escribió que los niños nacidos de trabajadores mexicanos invitados en virtud del programa “Bracero” de visas para trabajadores visitantes no eran considerados ciudadanos: 

“Tampoco eran los niños nacidos en territorio estadounidense de trabajadores visitantes en el programa Bracero de la década de 1950 y 1960 considerados ciudadanos cuando se terminó el programa, y sus familias emigraron de vuelta a sus países natales”.

Hasta donde puedo entender mediante la revisión del archivo de testimonios de trabajadores Bracero y sus familias, esto tampoco es cierto. No habían muchos niños nacidos en territorio estadounidense de trabajadores Bracero porque se suponía que todos debían ser hombres, pero los niños nacidos de inmigrantes ilegales que trabajaban junto con los Braceros eran considerados ciudadanos, así que debemos entender que también lo eran los pocos niños cuyos padres eran Braceros. Tal vez a algunos niños nacidos en EE.UU. de los Braceros se les negó la ciudadanía o tuvieron problemas comprobando que nacieron en EE.UU., pero no he encontrado evidencia sistemática de que el gobierno de EE.UU. no los consideraba ciudadanos en ese entonces. Me encantaría ver evidencia contraria, pero dudo que exista. 

Los académicos constitucionales han estado argumentando acerca de las teorías constitucionales heterodoxas de Eastman durante algún tiempo y no ha logrado cambiar opiniones. Es suficientemente interesante que sus ejemplos históricos no comprueban lo que él cree que demuestran. Si la interpretación de la Enmienda 14 es correcta o no, el gobierno de EE.UU. ha estado actuando como si aquellos nacidos en territorio estadounidense y no son hijos de diplomáticos son ciudadanos estadounidenses.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 14 de agosto de 2020.