El bambú y la innovación ambiental

Edwin Zarco N. señala los potenciales beneficios económicos que el Perú podría derivar de la producción y exportación del bambú, generando así no solo un mayor nivel de prosperidad sino también una forma de preservar los bosques de bambú.

Por Edwin Zarco N.

Cuando los emprendedores ambientales disponen de derechos de propiedad definidos y de reglas institucionales claras tienen los incentivos de mercado para identificar oportunidades de ganancia o descubrir caminos para comercializar valores ecológicos. Este es el caso de la especie vegetal bambú, un recurso natural que gracia a la imaginación empresarial viene cobrando notable importancia para múltiples usos comerciales.

En el mundo existen más de 1250 especies, siendo más del 50% nativas de América. Crecen en climas tropicales y templados a fríos, desde el nivel del mar hasta los 4000 m.s.n.m. (metros sobre el nivel del mar). En el Perú, por muchos años se creía que el bambú no aportaba ningún beneficio económico, a pesar que en este país existen más de 50 especies distribuidas en la Selva Alta y llano amazónico. Sin embargo, gracias al trabajo de emprendedores ambientales como la ONG PERUBAMBU esta realidad está cambiando.

Como indica Josefina Takahashi directora ejecutiva de esta institución, las cañas de bambú y los más de 2.000 productos de la planta (tallos, hojas, raíces, brotes, etc.) son utilizados por millones de personas en el mundo y su comercio supera los $12.000 millones. Además, los bosques de bambú producen 35% más oxígeno, capturan 50% a 100% más carbono y almacenan 30 a 60% más celulosa que la mayoría de las especies de árboles maderables.

Los bosques nativos y plantados de bambú forman ecosistemas que constituyen el hábitat de diversas especies endémicas y el rol que cumplen en el control de erosión y el manejo de recursos hídricos es fundamental para recuperar tierras carentes de agua.

La plantación del bambú es simple y su crecimiento es rápido (1,2m/día). Básicamente el periodo entre la plantación y el aprovechamiento inicial es generalmente de cuatro años. El costo de producción aproximado es de US$1.300.00/ha (semilla, mano de obra y abono) lo que demuestran su alta rentabilidad aún en parcelas pequeñas.

El potencial innovador del bambú es increíble, de esta especie se pueden obtener muebles, artesanías, telas, cosméticos, aceites, nutragénicos, cerveza, carbón entre otros. Incluso empresas como Mitsubishi Motors, Toyota y Chrysler lo viene utilizando como plástico ecológico al interior de sus vehículos. Actualmente el crecimiento del mercado mundial de productos de bambú es permanente y su conservación como recurso natural se basa directamente en iniciativas del sector privado.

Como hemos podido apreciar, son evidente los beneficios que nos trae el bambú, sin embargo debemos de tener en cuenta que el desarrollo de esta experiencia dependerá de que los propietarios de tierras de bambú dispongan de derechos de propiedad definidos, regulaciones estatales flexibles y reglas institucionales que promuevan esa creatividad sin límites que produce la función empresarial.

Solo bajo esas condiciones emprendedores ambientales como PERUBAMBÚ seguirán mostrando al Perú y al mundo que la mejor manera de conservar el medio ambiente viene de esa relación tan eficiente que se da entre los recursos naturales y las soluciones de mercado.