Dos actitudes

Manuel Hinds comenta dos sucesos positivos recientes: la derrota del proyecto de constitución en Chile y la ofensiva ucraniana que desalojó a fuerzas rusas de 6.000 kilómetros cuadrados en el noreste de su país.

Por Manuel Hinds

Dicen que la hora más negra es cuando ya va a empezar a amanecer. Pero hay que estar despierto para ver el amanecer. En las últimas dos semanas ha habido dos noticias muy alentadoras en medio de un ambiente de tensión y desconsuelo en el mundo entero. Una fue el masivo rechazo a la propuesta de nueva constitución en Chile. La otra fue la espectacular ofensiva ucraniana que desalojó fuerzas rusas de más de 6.000 kilómetros cuadrados en el noreste de su país. Ambos eventos rompieron tendencias que parecían bien establecidas sólo una semana antes. En Chile, lo que se rompió fue una aparentemente imparable inundación de ideas populistas en América Latina. En Ucrania se rompió una cadena de noticias y comentarios pesimistas que parecían predecir una victoria rusa en el frente militar y de Occidente en el frente económico de la guerra en Ucrania. En ninguno de estos dos casos se han revertido las tendencias de una manera decisiva, ni el populismo en América Latina ni la agresividad de Rusia ha sido controlada. Pero se rompió la tendencia en la que parecía que sólo un lado ganaba. Se rompieron mitos de invencibilidad. Lo que va a pasar después depende de lo que se haga después. Pero en ninguno de los casos puede negarse que ha habido una victoria muy importante.

Lo que se hará después dependerá de las actitudes de los actores principales —en el caso de Chile, los chilenos, y en de la guerra en Ucrania, los ucranianos, los rusos y Occidente. Hay dos actitudes posibles. Una es la de recibir las victorias con derrotismo. Es la actitud de “Sí, esta vez ganamos, pero los populistas (o los rusos) no van a cejar y van a seguir tratando hasta que ganen del todo”. La semana pasada yo escribí un artículo felicitando a Chile por haber ganado una batalla muy importante, clave porque si la pudieron ganar demuestra que pueden ganar otras. Me quedé sorprendido después al recibir muchos comentarios de gente que estaba en contra de la derrotada constitución diciendo exactamente eso —que los populistas iban a seguir tratando y que a la larga iban a triunfar. Es la mejor manera de perder una guerra. Recibir una victoria diciendo que es el preámbulo de una derrota total. Eso es lo que los populistas y Putin entre ellos quisieran que pasara. Desalentar la resistencia sin tener que hacer nada.

El presidente de Ucrania, mientras el ejército de su país desalojaba al ruso de 6 mil kilómetros cuadrados en una ofensiva relámpago que ha dejado sorprendido al mundo, publicó en las redes sociales un discurso dirigido a Putin y a Rusia en el que dejó muy clara cuál es la otra actitud frente a una victoria en medio de una guerra larga. En esas cortas palabras Zelensky pintó el estado del espíritu de su país, la manera en la que sus compatriotas ven la lucha que están dando. Mientras las tropas rusas abandonaban sus equipos en lo que era más una huida que retirada, Volodymyr Zelensky les dijo:

“¿Sigues pensando que nosotros [Ucrania y Rusia] somos 'una sola nación'? ¿Todavía crees que puedes asustarnos, quebrarnos, obligarnos a hacer concesiones? ¿Realmente no has entendido nada? ¿No entiendes quiénes somos? ¿Para qué estamos? ¿De qué estamos hablando? Lee mis labios:

¿Sin gas y sin ti? Sin ti.

¿Sin agua y sin ti? Sin ti.

¿Sin comida y sin ti? Sin ti.

Frío, hambre, oscuridad y sed no son tan aterradoras y mortales para nosotros como tu "amistad y hermandad". Pero la historia pondrá todo en su lugar. Y nos quedaremos sin gas, luz, agua y comida… ¡y sin ti!”

El amanecer ya se vislumbra en Ucrania. Podría estarse viendo también en Chile, y en Latinoamérica. Incluso en El Salvador.

Este artículo fue publicado originalmente en El Diario de Hoy (El Salvador) el 15 de septiembre de 2022.