¿Dejar sin financiamiento a la policía?

Jeffrey A. Miron dice que si bien los libertarios comparten la oposición a la criminalización de delitos sin víctima, difieren en cómo utilizar los fondos liberados por las legalizaciones.

Por Jeffrey A. Miron

El movimiento Defund the Police (DTP, "dejar sin financiamiento a la policía") plantea una cuestión interesante a los libertarios. Por un lado, los libertarios aborrecen la violencia policial excesiva, contra las minorías y en general. Por otro lado, a los libertarios, y a otros, podría preocuparles que la reducción de los presupuestos policiales pudiera aumentar la delincuencia.

La forma de equilibrar estas preocupaciones es derogar las leyes contra los delitos sin víctimas, es decir, las prohibiciones contra las drogas, el trabajo sexual, la mendicidad, la vagancia y similares. Estas leyes no sirven para proteger a la gente de la violencia o el robo, y generan sus propios aspectos negativos: mercados clandestinos, corrupción, violencia y sobredosis excesivas.

Además, las leyes contra los delitos sin víctimas exacerban el racismo al facultar a los policías con actitudes racistas para imponer sus puntos de vista a las minorías.

En una investigación por homicidio, la policía y los fiscales deben probar los medios, los motivos y la oportunidad; no pueden limitarse a decir: "Esta persona parece un asesino, así que enciérrenla".

Cuando se prohíben las drogas o el trabajo sexual, la policía puede afirmar, y de hecho afirma: "Este adolescente parece alguien que trafica con drogas, así que puedo pararlo y cachearlo". O exigen favores sexuales a supuestas prostitutas. Si algunos policías son racistas, este poder se aplica de forma desproporcionadamente racial.

El racismo también puede surgir incluso cuando la policía aborda delitos reales (por ejemplo, el caso Charles Stuart). Sin embargo, en el caso de la violencia y el robo, los controles y equilibrios procesales, y la presencia de múltiples observadores, reducen las posibilidades de racismo. Legalizar los delitos sin víctimas también ayuda a atraer a policías que quieren servir y proteger en lugar de "reventar cabezas".

El DTP comparte esta perspectiva, oponiéndose a las leyes contra la compra o venta de drogas, el trabajo sexual o los delitos molestos.

Los libertarios y el DTP difieren en una cuestión relacionada: cómo utilizar los fondos liberados por las legalizaciones. La DTP los transferiría a tratamientos y otros servicios sociales; los libertarios, en cambio, bajarían los impuestos.

No obstante, los libertarios y la DTP coinciden en una cuestión crucial: para que la policía sea menos racista, la sociedad debe eliminar las leyes que criminalizan el comportamiento privado y consentido.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (Estados Unidos) el 10 de agosto de 2023.