¿Armar o no armar a los ucranianos?

Jordan Cohen ignorar los riesgos de proveer armas a otros países confiere a otros países influencia sobre EE.UU., no al revés.

Por Jordan Cohen

¿Las armas estadounidenses proporcionan a Washington “influencia” sobre sus clientes? Un ex-diplomático de alto rango ciertamente cree que sí, argumentando que las transferencias de armas le dan “palanca e influencia a EE.UU.”.

Desafortunadamente, la única ventaja que brindan las ventas de armas de EE.UU. es la que usan los países receptores para recibir cada vez más armas, a pesar de sus riesgos. Según estudios académicos, los intentos de ayuda extranjera para influir y armas para influir no tienen éxito.

El proyecto de índice de riesgo de venta de armas, del Instituto Cato, ve resultados similares. Por ejemplo, Arabia Saudita es el mayor receptor de armas fabricadas en EE.UU. desde 2009. Riyadh ha usado estas armas contra los intereses de EE.UU. para continuar devastando a Yemen y en una “purga anticorrupción” para acabar con quienes luchan contra la corrupción gubernamental

El ex-presidente Donald Trump irónicamente entendió el sinsentido de las armas proporcionando influencia. El Congreso intentó cancelar las ventas a Arabia Saudita tras el asesinato de Jamal Khashoggi. Pero Trump argumentó que “nos estaríamos castigando a nosotros mismos” al cancelar estas transferencias de armas. Creía que detener el flujo de armas dañaría más a EE.UU. que a los saudíes y, como resultado, estas ventas continuarían.

En cambio, las ventas de armas crearon un “apalancamiento inverso”. En otras palabras, cualquier ejercicio de influencia por parte de EE.UU. se volvió auto-lesivo porque el retroceso económico y político de cancelar una venta es significativo. Además, si EE.UU. cancela una venta, existe el riesgo de que el destinatario busque armas de un competidor estadounidense. Esta investigación encuentra que la ayuda militar de EE.UU. hace que los estados receptores se opongan en lugar de cooperar. Sin embargo, las armas continúan fluyendo. Por ejemplo, los saudíes pidieron y recibieron armas para defender su patria, pero las utilizaron para cometer abusos contra los derechos humanos en Yemen.

Ignorar el riesgo da a otros países influencia sobre EE.UU., y no al revés. “Armas a cambio de influencia” se convierte en un cono de helado que se lame a sí mismo. Cuantas más armas se transfieran a países de riesgo, más cómplice se vuelve EE.UU. de abusos a los derechos humanos y conflictos innecesarios.

Este artículo fue publicado originalmente en Instick (EE.UU.) el 10 de junio de 2022.