Zelaya buscaba crear el caos constitucional

En esta entrevista para diario El Comercio (Ecuador) Juan Carlos Hidalgo comenta la cristis constitucional en Honduras y cree que el principal responsable de esta es Manuel Zelaya.

Por Juan Carlos Hidalgo

¿El anunciado retorno del presidente Manuel Zelaya a Tegucigalpa subirá al máximo la tensión en ese convulsionado país?

Efectivamente. El presidente provisional de Honduras, Roberto Micheletti, ha dicho que espera a Zelaya con una orden de captura. Ciertamente, la salida de Zelaya, el domingo, se presentó en un marco de incertidumbre y quedan muchas preguntas en el aire acerca de por qué se lo expulsó del país y por qué no se lo juzgó por los delitos que ha cometido. Además, por qué no se le siguió un procedimiento civil a través de un juicio político. Todo esto ha dado paso al circo que Zelaya ha armado alrededor de su destitución.

¿Por qué habla de circo?

La salida de Zelaya y las conferencias de prensa que ha tenido, junto con los líderes de la Alba y demás, le han servido para presentarse ante la comunidad internacional como la víctima de un golpe militar injustificado. Pero la realidad es un poco más turbia que eso, pues Zelaya venía cometiendo repetidas violaciones a la Constitución hondureña y a la separación de funciones en ese país. Se ha presentado como una víctima, y no como el principal responsable de la crisis que vive Honduras.

¿Y quién está detrás de esto?

Este circo ha sido montado hábilmente por Hugo Chávez (presidente de Venezuela) y por sus socios bolivarianos de la Alba. Hace tres semanas, durante la Cumbre de la OEA en San Pedro Sula (Honduras), estos países y en especial el presidente Zelaya, catalogaron a la Carta Democrática de la OEA de “babosada”. Esto, en el marco de sus esfuerzos por incorporar nuevamente a Cuba dentro de la organización. Ahora, apelan a esta misma Carta, para tratar de suspender a Honduras. El presidente Chávez cuenta con una gran caja de resonancia en América Latina, donde muchos líderes siguen o callan ante sus bravuconadas y sus esfuerzos por exportar su revolución bolivariana.

Entonces, ¿usted cree que Hugo Chávez y sus colegas de la Alba exacerban el panorama político de Honduras?

Ellos son los que han apelado a la retórica más desafortunada alrededor de este hecho. Incluso el presidente Chávez ha hablado de derrocar al actual Gobierno (provisional) de Honduras. Es curioso que estas palabras, que constituyen una intervención inaceptable de un país en los asuntos de otro, no han sido mencionadas, ni menos aún condenadas por otros países latinoamericanos.

¿Cuáles son los delitos políticos y errores que se achacan al presidente Zelaya?

La Constitución hondureña es muy celosa y muy particular, pues establece claramente que buscar la reelección presidencial es un delito grave. El artículo 42, en su inciso 5, señala que incitar, promover o apoyar el continuismo y la reelección del Presidente de la República es causa suficiente para perder la ciudadanía. El artículo 239 es el más claro de todos, cuando señala que el ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser presidente. Quien quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen, cesarán de inmediato en sus cargos y quedarán inhabilitados por 10 años para el ejercicio de toda función pública. El hecho de que Zelaya impulse una reforma, un llamado a una Constituyente, con el objetivo claro de buscar la reelección presidencial, entra en conflicto con este articulado de la Constitución. No lo digo yo, lo dijo la Corte Suprema de Justicia de Honduras, que declaró ilegal la consulta que pretendía Zelaya.

Al tenor de la Constitución de Honduras, ¿la defenestración de Zelaya es legal?

La Constitución hondureña no define un mecanismo civil para la remoción de un Presidente en caso de que este violente las leyes y la Constitución. Dice que pierde su cargo, pero no cómo.

¿Destituir a Zelaya no es la salida adecuada para solucionar la crisis?

Eso no lo sabemos. Desde la semana pasada, he escrito que Zelaya, deliberadamente, buscaba una confrontación y crear el caos constitucional. No le importaba lo que decían los entes del Estado.

Esta entrevista fue publicada originalmente en El Comercio (Ecuador) el 1 de julio de 2009.