Un fantasma recorre el mundo

Alejandro Arce Suárez
(Entrevista Publicada en el Expreso de Lima) 

Por Ian Vásquez

Entrevista a Ian Vásquez

Alejandro Arce Suárez
(Entrevista Publicada en el Expreso de Lima) 

Recientemente estuvo en Lima Ian Vásquez, director del Proyecto sobre Libertad Económica Global del CATO Institute de Washington. Peruano de nacimiento, liberal convicto y confeso y con una importante experiencia de trabajo en Estados Unidos, Vásquez participó en el Taller Internacional # 37 "Desafíos para el Estado de Derecho en la Era de la Globalización", organizado por el Centro de Investigación y Estudios Legales (CITEL) y el Atlas Economic Research Foundation. Nuestro entrevistado hizo una evaluación de las marchas y contramarchas por las que atraviesan tanto ese proceso que llamamos globalización como el pensamiento con el que mutuamente se alimenta, el liberalismo.

¿El liberalismo es una utopía o es inexorable?
No es una utopía porque las utopías no existen. En un mundo liberal todavía habrían accidentes, errores humanos, gente mala o estúpida. Lo que hace el liberalismo es crear las condiciones para las personas puedan diseñar su propio proyecto de vida sin violar los derechos de los demás y, a la vez, crear más prosperidad. Lo cierto es que falta mucho que hacer y mucho de lo que se ha hecho no se ha realizado de manera coherente.

Uno de los temas del Taller Internacional se titula "Un fantasma recorre el mundo: la libertad". Pero ¿qué ha sucedido con el pensamiento liberal? Hay quienes sostienen que el discurso liberal aún no se ha concretado en la práctica. No existe una nación liberal en todo el sentido de la palabra. Hay muchas restricciones en los planos económico, político, jurídico, niveles arancelarios aún altos, etc. ¿Cómo observa ese devenir del discurso liberal y su choque con la práctica?

Creo que se debe considerar el proceso de liberalización general no como un proceso líneal y fácil sino en la forma en que ha ocurrido. ¿Por qué hemos visto tantas reformas en los últimos diez a quince años? ¿Qué las ha impulsado? En realidad han sido las crisis económicas y el fracaso de las viejas políticas. No han ocurrido porque los políticos se han convertido de un día para otro en liberales auténticos, no.
Lo que sucede es que los políticos han tomado decisiones liberales en el momento en que no había otras alternativas, lo que ha traído beneficios prácticamente inmediatos para esos países que han realizado reformas profundas, como son los casos del Perú, Argentina o Chile.
Ahora bien: en muchos casos los países latinoamericanos se han beneficiado inicialmente de los éxitos de las reformas iniciales sin seguir avanzando en ese proceso de liberalización. La falta de reformas, entonces, trae sus consecuencias, como ha sido el caso del Perú y claramente en Rusia. La gente espera más de las reformas y desafortunadamente hay una buena parte de la población que considera que ha vivido en el liberalismo y que quizás no ha dado los resultados que esperaba, cuando la realidad es que en los países latinoamericanos la revolución capitalista está a mitad de camino.

MARCHAS Y CONTRAMARCHAS
-Ciertamente, el pensamiento liberal enfrenta muchas contradicciones en el terreno real. ¿Cómo pensar que se extenderá en todo el mundo?
Definitivamente el mundo, es mucho más libre que hace 25 años, en cualquier moneda que uno quisiera medir ese nivel de libertad económica. Si vemos las políticas monetarias, estas han mejorado tremendamente dando a las personas ciertos niveles de libertad para planificar que antes no tenían.
Las barreras comerciales sí han caído durante 25 años. Además los flujos de capitales se han abierto a todos los países de Latinoamérica y buena parte del Oriente. China también está por abrirse a estos flujos.
Son cambios que impiden que los políticos que quieran pararlos lo consigan. Creo que la competencia entre los países al final tendrá un efecto saludable ya que puede mantener cierto nivel de disciplina en lo que pueden y no pueden hacer los políticos. Vemos casos que van en la otra dirección como Venezuela, pero Latinoamérica optará por prestarle atención a la comparación de los resultados de ese país con lo observado en Chile y creo que las lecciones van a ser claras, por lo que debemos tener un cierto nivel de optimismo.

-¿Existe algún riesgo de fracaso en este proceso?
Creo que lo inevitable es que va a seguir avanzando el proceso de liberalización a pesar de que existen amenazas a que el capitalismo siga creciendo. Todas las tendencias favorecen esa dirección ya que no hay alternativas viables y, además, la batalla intelectual ha sido ganada por la corriente liberal.
Así que debemos prestar mucho mayor atención a las propuestas del lado liberal, y no tanto a las supuestas terceras vías o atar regulaciones sobre el medio ambiente con el libre comercio. Estas últimas son medidas populares en los países ricos, que tienen mejores condiciones para cumplir con tales regulaciones en sus sociedades. Pero en los países pobres podría implicar quitarles la unidad, dado su nivel de desarrollo y puede producir, como consecuencia, una contracorriente del liberalismo, por lo que hay que prestar mucha atención a que eso no ocurra.

-Puede haber marchas y contramarchas...
Así es. Podemos ver que eso es cierto alrededor del mundo. Cuando se derrumbó la Unión Soviética había mucho entusiasmo para poder encaminarse al libre mercado en una sociedad capitalista y así poder transformar Rusia. Pero no hicieron mucho en términos de reformas.

CRITICA AL FMI
-El hecho que una parte importante de la población no vea resultados tras las reformas, ¿podría llevar a conflictos sociales?

Los países que más han aplicado reformas liberales de la manera más radical en un período de tiempo más corto, han podido beneficiarse más que los países como Rusia, que han hecho poco y de manera poco coherente. Esa es la diferencia entre Chile y Venezuela. Porque este último país también hizo algunas reformas, aunque muy pocas. La gente pensaba que había vivido el liberalismo, y cuando eso ocurre se abren las puertas para todo tipo de irresponsabilidades políticas.
El caso de Rusia es especial porque no sabemos en qué dirección se ubicará el nuevo presidente después de ocho o nueve años de crisis. Aún hay señas de que este país puede retomar el camino liberal.
Otro elemento clave para el fracaso de las reformas en Rusia es que las agencias internacionales, como el FMI, han estado apoyando a través de créditos al gobiernos en Moscú, condicionados a una serie de reformas, a pesar de lo cual no han sido aplicadas. De modo que en la práctica, lo que ha hecho el FMI es subsidiar malas políticas y prolongar la crisis de Rusia hasta hoy día, en vez de promover reformas liberales.
Pero hay que ser muy claros: el Fondo no es una institución del capitalismo. Por el contrario, es una organización gubernamental que hace préstamos únicamente a otros gobiernos dentro del sistema liberal y neoliberal.

-La profecía última del pensamiento liberal sobre el destino de la humanidad, al descartar la existencia del Estado -lo que muchos interpretan como el establecimiento de la anarquía liberal- hace prescindibles al FMI o el Banco Mundial, que son organismos estatales, entendiendo la existencia de un Estado mundial...
Los grandes cambios han ocurrido en un proceso de liberalización desde abajo para arriba y no al revés. Este proceso no está en las manos del FMI. Además, no se necesitan créditos de una agencia de ayuda externa para privatizar ni para levantar barreras comerciales.

-Pero en las cartas de intención de muchos países se incluyen si no condicionamientos, planteamientos que apuntan en esa dirección...
Estoy de acuerdo con que el FMI pone condiciones a muchos países, como abrir el mercado a las inversiones extranjeras, privatizar, etc. Son buenas ideas, pero el FMI no tiene autoridad para aplicar esas condiciones a pesar de ser respetadas. Los países toman el crédito pero no toman las reformas, porque todos saben que el FMI, como buena burocracia, tiene que prestar para sobrevivir y por eso hemos visto que decenas de países han estado tomando créditos por décadas.
A la vez, más de 70 países han tomado créditos del FMI por 20 años o más. Todo esto va en contra de la teoría de ese organismo de hacer préstamos a corto plazo basados en la condición de que los países arreglen sus cuentas. Esto quiere decir que el mismo récord del FMI indica que no ha tenido éxito en sus condiciones ni en promover reformas liberales. Todos los países que toman créditos del FMI reconocen esta situación y saben que una suspensión de esos créditos no durará mucho tiempo, como ha sido el caso de Rusia. De manera que la famosa condicionalidad del Fondo se debilita con esta falta de credibilidad.

UNA CLARA CONTRADICCION
-También se da el caso de países como Estados Unidos, que mantiene un presupuesto multimillonario de subvención a su agricultura, con barreras arancelarias y paraarancelarias, aplica bloqueos comerciales contra otras naciones, y aún así es el paladín de la libertad. ¿No existe contradicción allí?
Existe una clara contradicción allí. Mucho del trabajo de nuestro instituto en Washington consiste en identificar esas contradicciones. También observamos que el Estado sigue creciendo. La tendencia en Estados Unidos desde muchos años atrás es que por un lado sigue el crecimiento estatal y por el otro la libertad disminuye.
Creo que desafortunadamente Estados Unidos tiene esa política en agricultura y a nivel comercial, que afecta a otros países, especialmente a los subdesarrollados, que pudieran aprovechar el mercado de Estados Unidos. Esto le resta credibilidad al gobierno norteamericano y le quita autoridad para exigir mayor apertura comercial a los países en desarrollo.
A pesar de esto, todavía es cierto que el país que mantiene barreras se está dañando a sí mismo más que cualquier otro, y los países que bajan sus barreras comerciales de manera unilateral se benefician.

-Hay un argumento que responde a esa aseveración: las economías pequeñas, como la peruana, corren el riesgo de ser inundadas por importaciones provenientes de todo el mundo y su industria condenada a la parálisis...
Si eso fuera cierto Hong Kong no tendría una de las mejores industrias del mundo y Chile no tendría una capacidad eléctrica industrial que ahora expande por toda Latinoamérica. Así que es una teoría que en la práctica no se ha mostrado, lo que sí exige la competencia es que las industrias domésticas mejoren.

NO HAY QUE ENGAÑARSE CON TERCERAS VIAS
-¿Cómo observa el proceso de reformas liberales en el Perú?

En el caso del Perú hubo un Carlos Boloña que sabía lo que hacía y que andaba en esa dirección con o sin el FMI. Fujimori no es un Carlos Andrés Perez bajo un programa del FMI...

-¿Cómo aprecia los planteamientos económicos en la actual coyuntura, sea del lado de Toledo o de Fujimori?
Hay que tener mucho cuidado en que los políticos no se dejen engañar con que existen terceras vías. Lo que hoy se llama la tercera vía no son soluciones nuevas ya que no hay nada novedoso en decir que el Estado va a encargarse de ciertos aspectos. Lo que ocurre en el Perú y en otros países es que tienen que seguir avanzando en la dirección liberal y esos cambios que aún no se han hecho traerán grandes beneficios. Al no hacer esos cambios se perderá mucho tiempo y terreno y la gente perderá el entusiasmo por las soluciones liberales. Creo que eso es lo que ha ocurrido en muchas partes, quizas no tanto en el Perú pero claramente cuando se aplicaron ese tipo de soluciones en el país hubo beneficios inmediatos.

-Ambos candidatos coinciden en un aspecto: se comprometen a gobernar para generar trabajo. Desde su perspectiva, ¿cómo hacerlo?
Habría que evaluar el peso que tendrían las medidas a tomarse sobre las medianas y pequeñas empresas, porque las grandes empresas en el Perú y en el mundo siempre van a andar. De otro lado, desde mi punto de vista, en el Perú los altos impuestos dificultan que una mediana empresa pueda salir adelante, lo cual tiene su efecto en el empleo ya que son justamente esas empresas las que crean la mayoría de puestos de trabajo.

LIBERALES Y ECOLOGISTAS
-Fidel Castro fue muy aplaudido en Brasil cuando dijo que el capitalismo estaba conduciendo a la humanidad a su propia destrucción y que había la necesidad, independientemente de la ideología que se maneje, de poner freno a situaciones como la contaminación ambiental y la destrucción de las áreas forestales. Ese discurso constituye una critica al capitalismo. ¿El liberalismo también tendría que constituir una negación a la situación de destrucción del ecosistema que se está dando en la práctica, sin negar el capitalismo? ¿Debe darse una alianza entre ecologistas y liberales?
Conozco a muchos ecologistas que son liberales, porque reconocen que las grandes catástrofes ecológicas que se han dado en el mundo han sido consecuencia justamente de que el gobierno de algún país ha estado encargado de proteger los recursos naturales y no lo han hecho bien porque esos recursos son a la vez propiedad de todos y de nadie. Eso se conoce como la tragedia común: quiere decir que nadie tiene los incentivos para cuidar lo que es algo escaso. Lo único que puede resolver eso es algún regimen de propiedad privada bajo el cual se pueden administrar y cuidar los recursos naturales, limitar la contaminación, mantener ía.
Así que hay esta alianza, pero también es cierto que hay muchos más ecologistas que quisieran resolver estos problemas de tragedia común con soluciones fáciles de regulación. No es casualidad que los países más ricos del mundo sean los más libres económicamente y que realizan mayores mejoras al medio ambiente.

-Pero también existen países que cuentan con objetivos estatales con lo que de alguna manera se han fijado determinados parámetros de contaminación. Por ejemplo, en el caso del uso de combustibles contaminantes, existe un aparato estatal encargado de verificar el cumplimiento de la normatividad respectiva. Volvemos a aquel punto: el Estado nunca desaparece...
Bueno, el hecho de que exista una agencia de medio ambiente en los Estados Unidos no es una contradicción...

-¿Hablamos de un proceso de transición hacia una sociedad liberal? ¿En este proceso es necesaria una Policía que nos acostumbre a al respeto por el medio ambiente, etc?
El liberalismo ya implica el Estado de Derecho, es decir, no se puede hablar de liberalismo si es que existe violación a los derechos de los demás. Así que la única manera que pueda funcionar el liberalismo es respetando el derecho del otro, de su propiedad privada o el derecho de vivir como uno quiera.