Un ejemplo increíble de cómo la globalización pone el mundo en tu plato

Scott Lincicome y Scott Bagley consideran que no hay una mejor representación de la verdadera globalización que el restaurante cerca de su casa.

Por Scott Lincicome y Sophia Bagley

Cuando la gente oye la palabra "globalización", probablemente piensa en gigantescos buques portacontenedores, en términos económicos extravagantes como "deslocalización" y "déficit comercial", o en tensiones y acuerdos geopolíticos. Y, sin duda, el proyecto "Defendiendo la Globalización" de Cato abarca todo eso y más. Sin embargo, como explicamos en un nuevo ensayo para el proyecto, puede que no haya mejor símbolo de la globalización real –y de sus muchos beneficios– que el restaurante de la calle de abajo.

Desde el menú y los ingredientes hasta la cubertería y el personal, el abrevadero de tu barrio –incluso un viejo bar y parrilla americanos– es una sabrosa lección del mundo real sobre cómo el libre intercambio de bienes, servicios, personas e ideas puede enriquecer nuestras vidas de formas numerosas e inesperadas. Y, como mostramos en el ensayo, no hay escasez de estas lecciones relacionadas con la comida aquí y en el extranjero.

Uno de estos ejemplos, increíble y recientemente documentado en la revista Eater, llegó a nuestras manos poco después de que termináramos nuestro artículo, pero es demasiado bueno como para no destacarlo aquí:

Todos los viernes a la hora de cenar, un Tío Sam de aspecto ágil –sombrero de copa, traje de rayas y estrellas, sorprendente barba castaña baila alrededor de los 11 puestos del extenso bufé del restaurante ABC. Pasa por delante de un asador con longhorns montados, ruedas de carreta y paredes con paneles de madera forrados con matrículas de Estados Unidos; una cafetería con acento de neón que sirve comida rápida; y un parque infantil al estilo McDonald's. Los niños se agolpan alrededor de la figura disfrazada. Los niños acosan a la figura disfrazada, chillando de alegría. Los padres ríen y sacan sus teléfonos para capturar el momento. Es el Irak familiar y americano.

Con un local emblemático de 1.800 plazas en la ciudad de Erbil y otro de 800 plazas en Sulaimani... ABC es una de las marcas de restaurantes más populares de Irak, con comedores a menudo abarrotados, grandes seguidores en las redes sociales y vallas publicitarias por todas partes. Familias y grupos de amigos de todas las confesiones curdos, árabes, cristianos acuden en masa al restaurante. La oferta es inmensa, con más de 600 platos, entre ellos kofta turco, tahdig iraní y espaguetis italoamericanos. Los clientes llenan sus platos de filetes, una de las ofertas más populares, y Instagram su sushi, que ABC tiene el mérito de haber introducido en el Kurdistán.

eater, uncle sam

El artículo explica que el Grupo de Restaurantes ABC nació en los Países Bajos, después de que su creador, que estaba de vacaciones, se inspirara en un Golden Corral de Florida. Con un "concepto de todo lo que puedas comer y una decoración descaradamente americana", el local original del restaurante se hizo tremendamente popular y acabó llamando la atención de un cristiano iraquí de visita en 2013.

En 2017, el restaurante abrió por fin en Erbil, capital de la región del Kurdistán, en el norte de Irak, y fue un éxito inmediato, atrayendo a 2.000 clientes en su primer día. En la actualidad, el personal de ABC es tan diverso como su cocina –los cocineros proceden de Ucrania, Nepal, Filipinas, India y otros países– y ha despertado entre la población local el deseo de conocer más cocinas y culturas no iraquíes.

Los pubs ingleses y los bares de vinos son ya habituales en Erbil, y han proliferado los restaurantes de sushi. Como un empresario local le dijo a Eater: "El ABC fue el primer restaurante del Kurdistán que ofrecía sushi. Era exótico y algo que se podía encontrar fácilmente en Instagram..... Ahora me gustaría que la sección de comida asiática tuviera más platos aparte de sushi. Me encanta la cultura asiática y me gustaría aprender más sobre comida asiática".

De hecho, en una región marcada por complejidades y divisiones históricas, el restaurante ABC ha surgido como un espacio unificador donde personas de distintos orígenes –muchos de los cuales forman parte de una afluencia diversa de trabajadores profesionales que ha convertido Erbil en un centro regional de negocios– pueden compartir una comida "americana" sin tener en cuenta la geopolítica u otras posibles tensiones:

En la fantasía de ABC, en la que el Tío Sam supervisa la oferta culinaria de China, México y Japón, Estados Unidos representa una comunidad moderna y globalizada. No se trata de un concepto nuevo; las empresas de los mercados emergentes suelen emular a Estados Unidos para parecer integradas internacionalmente, equiparando americanización con globalización. Pero la forma en que esta emulación se lleva a cabo en ABC es totalmente única, ya que aprovecha el clima sociopolítico específico del norte de Irak, la sed de visibilidad internacional de Erbil y la resistencia del poder blando estadounidense. En última instancia, el ABC es un testimonio de cómo la gente de todo el mundo interpreta corrientes como la globalización y la americanización de acuerdo con su propio entorno y sus deseos, transformando lo global en local y personal.....

En última instancia, al igual que los visitantes de Disneylandia no suelen reflexionar sobre las complejidades del capitalismo mientras montan en Space Mountain, la mayoría de los clientes no piensan activamente en el imperialismo cultural estadounidense cuando cenan en el restaurante ABC. Los clientes acuden a ABC por razones básicas y humanas. Quieren reunirse con la familia y los amigos en un entorno seguro y acogedor. Quieren explorar. Quieren disfrutar de la vida y sentirse miembros dignos de una comunidad tanto global como local.

Como se explica en el ensayo y el vídeo de Lincicome que presentan el proyecto "Defendiendo a la globalización", a menudo olvidamos la humanidad fundamental del comercio y la migración que casualmente cruzan las fronteras políticas. Demasiados portacontenedores y balanzas comerciales, y ni de lejos suficiente sushi y aguacates. La historia de ABC es un recordatorio increíble y entretenido de esta humanidad y de los beneficios más amplios de la globalización aquí y en el extranjero.

Puede leer nuestro ensayo completo sobre globalización y alimentación aquí.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (Estados Unidos) el 8 de noviembre de 2023.