Somalia y el momento hobbesiano
Carlos Rodríguez Braun señala que "Quienes se apresuran a diagnosticar el liberalismo supuestamente ejemplar de Somalia ignoran que allí hubo durante años mucha intervención pública: EE.UU. lleva más de dos décadas interviniendo en África en general y en Somalia en particular. También han intervenido la ONU y la Unión Africana".
El liberalismo es criticado recurriendo a Somalia. ¿No os gusta el Estado? Pues echad un vistazo a Mogadiscio y veréis lo que pasa cuando no hay Estado: allí la vida es nasty, brutish and short.
Una objeción al argumento hobbesiano, naturalmente, es echar la vista atrás. En efecto, mal puede asegurarse que el Estado es el garante de la paz cuando han sido los propios estados los responsables de las guerras más brutales. No fue el liberalismo el que envolvió a millones de muertos en conflagraciones mundiales y matanzas sin cuento. Los grandes totalitarismos criminales del último siglo, el comunismo y el nazismo, partieron de la defensa del Estado. Mussolini lo tenía clarísimo: La nostra formula è questa: tutto nello Stato, niente al di fuori dello Stato, nulla contro lo Stato.
Otra objeción es que la realidad de Somalia no se ajusta a lo que se dice sobre ella, tanto desde el liberalismo como desde el antiliberalismo. Apuntó Albert Esplugas que Somalia no es un paradigma anarcocapitalista porque no hay empresas de defensa compitiendo, sino warlords que actúan como monopolios locales. Asimismo, concluía Esplugas, que “Somalia tampoco encaja como ejemplo de una sociedad estatista. No hay un monopolio de la fuerza sobre todo el territorio del país”.
Por fin, una tercera objeción es que la idea de Somalia como un lugar sin Estado es una notoria falsedad: Somalia es un desastre, sin duda, pero de ahí a concluir que el desastre se debe a la ausencia de la intervención estatal, como aseguran los antiliberales, hay demasiado trecho.
Intervención pública
Quienes se apresuran a diagnosticar el liberalismo supuestamente ejemplar de Somalia ignoran que allí hubo durante años mucha intervención pública: EE.UU. lleva más de dos décadas interviniendo en África en general y en Somalia en particular. También han intervenido la ONU y la Unión Africana.
Malou Innocent, del Cato Institute, habló de “la triste historia de la intervención estadounidense en Somalia… EE.UU. ha intentado transformar Somalia a un coste aceptable repetidamente, y siempre ha fracasado”. Gene Healy denunció en The Washington Examiner que bajo la Administración Obama la Marina atacó a los terroristas en Somalia… sólo para acabar internacionalizando el conflicto. Ivan Eland, del Independent Institute, escribió en The Huffington Post: “En Somalia los islamistas radicales jamás tuvieron mucho apoyo popular hasta que la CIA empezó a respaldar allí a los corruptos señores de la guerra”. El paso siguiente de éstos fue atacar objetivos estadounidenses fuera de Somalia, en Kenia.
Cabe discutir si hay posibilidad de que exista una sociedad sin Estado, por ejemplo formada por pequeñas comunidades que comercian pacíficamente, pero si esa posibilidad existió en Somalia, no fue el liberalismo el que acabó con ella, sino la intervención del Estado, concretamente del Estado más poderoso del mundo.
Este artículo fue publicado originalmente en Expansión (España) el 11 de mayo de 2015.