Signos de un futuro brillante para las noticias locales
Paul Matzko destaca un fenómeno poco reportado dentro de la popular narrativa del declive de los medios tradicionales: están surgiendo medios de "nuevas noticias" con un modelo de negocios más sostenible, innovador y, muchas veces, con calidad superior.
Por Paul Matzko
El Wall Street Journal publicó otro artículo sobre el declive de los periódicos locales en lo que se ha convertido en su propio y deprimente subgénero. En él se tratan todos los temas habituales: la historia inicial de un periódico local en quiebra que ilustra los problemas más generales de la industria –en particular, el auge de las "redacciones fantasma" que no emplean a periodistas profesionales– y que impiden que la información local exija responsabilidades a gobiernos y empresas.
Todo esto es cierto y tristemente familiar. Pero al final del artículo hay una fascinante historia dentro de la historia. Si esa historia enterrada se pusiera en primer plano, ofrecería un relato menos rutinario –y mucho más esperanzador– del estado de la industria periodística. Se trata de un fenómeno que yo llamo "nuevas noticias" y que está sustituyendo a la industria de la información local.
En el artículo se nos presenta a Vince Tweddell, natural de Henderson, Kentucky (29.781 habitantes), que a principios de este año creó su propio sitio web de noticias hiperlocales sobre temas que van desde la crisis de los opioides ("Las 14 muertes por sobredosis hasta septiembre fueron causadas por fentanilo") a las energías renovables ("Al filo del futuro: la energía solar llega al condado de Henderson"). Hay tanta demanda de lo que publica el Hendersonian –artículos diarios en el sitio web, una edición impresa mensual gratuita y un boletín de suscripción de próxima aparición– que este antiguo profesor adjunto de redacción de un colegio comunitario ha podido dejar su trabajo de profesor y dedicarse a tiempo completo al medio de noticias.
Pero la historia de Tweddell cae por debajo de la narrativa establecida, al igual que la nota del autor de que hay "varias otras" prometedoras nuevas empresas de noticias como ella, incluidas algunas con la costumbre de adelantarse a los medios de noticias tradicionales en las noticias de última hora.
Sin embargo, la conclusión que encabeza el artículo es la siguiente:
"En algunos lugares –incluido Henderson– han surgido nuevas empresas para cubrir los temas que ya no aparecen en las páginas de los periódicos locales, pero no en un grado suficiente para compensar el declive de las publicaciones de noticias establecidas, según el estudio".
Pues eso. No se hagan demasiadas ilusiones, amigos. Algunos lugares. Algunas nuevas empresas. Pero "no en un grado suficiente". Honestamente, no estoy seguro de por qué nos molestamos en mencionarlos. Después de todo, el estudio lo dice. Espera, ¿en serio?
Resulta que si lees el estudio –realizado por el proyecto "State of Local News" de la Universidad Northwestern– eso es una tergiversación.
Hay que entender algo sobre este proyecto. Durante años ha estado siguiendo el cierre de medios de noticias locales heredados. Siempre ha sido una lectura desalentadora, que ha sido útil para los medios de comunicación tradicionales en sus argumentos a favor de varios rescates gubernamentales.
Pero, ¡el proyecto no ha empezado a publicar datos sobre nuevas empresas de noticias hasta *este* año! Y resulta que cuando se analizan las ganancias y no sólo las pérdidas, esto es lo que se obtiene:
"Hay unos 550 sitios de noticias locales exclusivamente digitales, muchos de los cuales se crearon en la última década, pero se concentran sobre todo en áreas metropolitanas. En los últimos cinco años, el número de nuevas empresas digitales locales ha sido aproximadamente igual al número de las que han cerrado".
En otras palabras, es posible que hayamos alcanzado el punto más bajo del colapso de la industria periodística local tradicional y que ahora estemos sustituyendo las redacciones tradicionales por nuevas empresas de noticias en una proporción aproximada de uno a uno.
Y lo que es mejor, los nuevos medios parecen organizarse sobre una base más sostenible, con financiamiento privado. A menudo están dirigidos por antiguos periodistas tradicionales que descubren que pueden obtener mejores ingresos con sus nuevas empresas que trabajando para los medios tradicionales.
Además, las nuevas empresas son más independientes que los conglomerados periodísticos, a menudo dirigidos por fondos de inversión de alto riesgo, que adquieren medios tradicionales, los desmantelan por partes y dejan tras de sí "redacciones fantasma" reducidas a mendigar subvenciones públicas en lugar de innovar para satisfacer la demanda real de los consumidores. Son conglomerados zombis que dirigen periódicos fantasma.
Aunque, como señala el informe, la nueva revolución informativa no se distribuye por igual. Las nuevas empresas se concentran de forma desproporcionada en las grandes ciudades y en las grandes áreas metropolitanas. Y aunque esto es un problema, es probable que sea temporal. Piense en el patrón de distribución geográfica de cualquier lanzamiento de un producto, expansión de una cadena de tiendas o innovación cultural. Parten de los centros de población y se extienden hacia el exterior. De hecho, esto es lo que ocurrió en los inicios de la historia de los periódicos estadounidenses, que empezaron como informes sobre las idas y venidas de los comerciantes de las ciudades portuarias.
Como escribí en 2021, debemos esperar que el patrón de las nuevas empresas de noticias continúe filtrándose hacia abajo. Ya lo ha hecho. Comenzó hace una década con periodistas que abandonaban los medios nacionales para fundar publicaciones especializadas que llegaban a públicos de sectores específicos. Luego, hace unos años, se extendió a nuevas empresas regionales que cubrían historias de ciudades de tamaño medio, como Charlotte (Carolina del Norte), con cientos de miles de habitantes.
Ahora está llegando a comunidades con decenas de miles de habitantes, como la de Vince Tweddell en Henderson (Kentucky). Y pronto cabe esperar que surjan empresas similares –incluso a tiempo parcial– en todas las ciudades con al menos unos cuantos miles de habitantes.
Así que la historia dentro de la historia es que se avecinan unos medios de "nuevas noticias" más sostenibles, innovadores y, a menudo, de calidad superior. Si a usted le interesa mejorar la cobertura informativa local –sirviendo los "desiertos" de noticias locales, por así decirlo–, no ha habido mejor momento para invertir en nuevas empresas de medios informativos locales en toda una generación. Habrá problemas de crecimiento; la cobertura geográfica será desigual al principio. Pero los periodistas ya no tienen por qué seguir anclados en la mentalidad catastrofista de 2010 sobre el estado de la información local.
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