Secuelas del “polko” Seade
Manuel Suárez-Mier considera que el TMEC vino a reemplazar el muy superior TLCAN, cediéndole México facultades a EE.UU. sin reciprocidad.
(Polko es el término acuñado durante la invasión de EE.UU. a México en 1847 para calificar a los traidores que se levantaron contra su gobierno deseando que EE.UU. anexara todo el país.)
El gobierno de México está por enterarse del descomunal costo que le acarrearán las graves cesiones que otorgó su negociador con tal de ultimar como fuera uno de los peores acuerdos comerciales que se han firmado en la historia, en el que capituló la soberanía del país en varios frentes.
Por lo pronto, lo que se le viene encima en unos días es la demanda laboral promovida por la principal federación sindical de EE.UU., la AFL-CIO, añeja enemiga del libre comercio, con el mecanismo de “respuesta rápida” que aceptó Jesús Seade, contra una empresa canadiense que fabrica partes para vehículos en México.
Resulta que una rijosa agitadora social, abogada de mala fama en el estado de Chihuahua, se trasladó 1.300 kilómetros para organizar una huelga general en todas las maquiladoras de otra ciudad fronteriza amenazando a los trabajadores, lo que resultó en violaciones a la ley que la llevaron a prisión.
Según los demandantes, lo ocurrido constituyó una grave violación al derecho de “libre organización” de los trabajadores mexicanos de la empresa Tridomex, que cerró su planta en Filadelfia despidiendo a 1.300 trabajadores, que es la real causa del enojo de los sindicatos de EE.UU.
Lo más ofensivo de lo concedido por Seade a EE.UU. fue el derecho de intervenir en México “para asegurar que se cumplan sus leyes” sin existir la misma facultad para que México denuncie los muchos abusos que se cometen en EE.UU., sobre todo en perjuicio de gente de origen mexicano.
Algo que agravará esto es que Thea Lee sea la nueva subsecretaria del Trabajo para Asuntos Internacionales, donde estoy cierto que hará todo para apurar el mayor número de demandas laborales contra México, al que odia pues la derrotó al aprobarse el TLC de Norteamérica, que combatió ferozmente hace tres décadas en su primera chamba como enemiga del libre comercio.
Conozco a Thea desde aquella época, cuando tuvimos numerosos debates y demagógicamente decía no se opone al libre comercio, sino a que se excluyeran los derechos de trabajadores, protección del medio ambiente, seguridad pública, y una amplia agenda sin nada que ver con el comercio.
Thea es buena amiga de la nueva representante comercial de la Casa Blanca a cargo de las negociaciones comerciales de EE.UU., que trabajó fuerte como staffer en el Capitolio para que el TMEC incorporara el capítulo unilateral de derechos laborales en el que su país decide si se cumplen o no.
Este acuerdo remplaza al muy superior TLCAN, que sí alentaba el libre comercio y no otorgaba facultades a EE.UU. sin reciprocidad. Constituye además un trato de comercio administrado por burócratas con el derecho a fijar salarios, juzgar qué sindicatos son aceptables y determinar cuándo se violan las leyes de México.
¿Cuál es la penalidad al polko Seade por su aporte a la subyugación genuflexa de México ante otra nación que ahora le impondrá qué hacer, cómo hacerlo y si lo está haciendo conforme a los deseos de los sindicatos? Nombrarlo embajador de México en China, porque su familia ya vive por allá.
¡Increíble!
Este artículo fue publicado originalmente en Asuntos Capitales (México) el 14 de mayo de 2021.