Relatos empresariales

Carlos Rodríguez Braun reseña el libro Empresarios entre tormentas y éxitos. Relatos de lucha, logros y emociones, de Antonio Bonet.

Por Carlos Rodríguez Braun

Si dejamos la basura antiliberal que solo concibe al empresario como un destructor, no siempre es fácil definirlo con cualidades que le sean propias. Digamos, un empresario no es simplemente un inversor o un creador de riqueza, porque muchos invertimos, y todos creamos riqueza en la medida en que nos relacionamos y transaccionamos con nuestros semejantes. No. El empresario es otra cosa.

En el siglo XVIII un notable y misterioso economista llamado Richard Cantillon aportó una gran definición, cuando dijo que el empresario es aquella persona que sabe el precio de lo que compra, pero no el precio de lo que vende. Ese albur lo analizó en profundidad el estadounidense Frank Knight hace un siglo, en su libro Riesgo, incertidumbre y beneficio. Sostuvo que el beneficio empresarial no es un riesgo, porque los riesgos son susceptibles de ser asegurados. De hecho, a eso se dedican las compañías de seguros, a asegurar a todo tipo de clientes contra toda clase de riesgos. Pero ningún empresario puede ir a una aseguradora y pedir que le aseguren el beneficio de su negocio. Eso es la incertidumbre. Mi propia definición de empresario va en esa dirección: es la persona que puede perder todo su capital. Casi nunca sucede eso con los trabajadores, que pueden perder su empleo, pero no su capital humano.

Una excelente ilustración de todo ello es el libro de Antonio BonetEmpresarios. Entre tormentas y éxitos. Relatos de lucha, logros y emociones, que publica LID Editorial.

Son 18 historias de empresas, ficticias pero basadas en hechos reales. Recorren los sectores económicos más variados, de España y el exterior, y abordan distintas problemáticas del mundo de los negocios: desde abrir una empresa hasta cerrarla o venderla, contratar, despedir, lograr nuevos clientes o perderlos, solventar tribulaciones diversas en empresas grandes o pequeñas, familiares o no, etc. Cada capítulo aborda una circunstancia del empresario, desde la soledad hasta la satisfacción, desde la honestidad hasta la adversidad, desde el miedo hasta la tenacidad, desde la generosidad hasta la frustración.

La fina percepción de Antonio Bonet sobre la realidad empresarial se nota en cada relato, y preside la forma de todos, porque son historias que no tienen una conclusión obvia. Están abiertos al incierto futuro. No se puede explicar mejor qué cosa es ser un empresario.

Este artículo fue publicado originalmente en La Razón (España) el 24 de julio de 2024.