Recompensas de la libertad económica
por Richard W. Rahn
Richard W. Rahn es Director del Center for Economic Growth y académico asociado al Cato Institute.
Si tuvieras que hacer una lista con las 10 libertades que consideras importantes, desde la más hasta la menos importante, ¿Cómo las clasificarías? Si les haces la misma pregunta a tu familia y a tus amigos, creo que encontrarás que la lista y las prioridades son muy diferentes.
Por Richard W. Rahn
Si tuvieras que hacer una lista con las 10 libertades que consideras importantes, desde la más hasta la menos importante, ¿Cómo las clasificarías? Si les haces la misma pregunta a tu familia y a tus amigos, creo que encontrarás que la lista y las prioridades son muy diferentes.
Quienes trabajan en los medios de comunicación tenderán a ubicar la libertad de prensa en los primeros lugares. Los defensores de las libertades civiles tenderán a poner el derecho a la asociación pacífica, el derecho contra la autoincriminación, y el derecho contra las confiscaciones y los arrestos irrazonables. Los cazadores pondrán como prioridad el derecho de portar armas, mientras que los ciudadanos urbanos es probable que no lo incluyan en la lista.
La mayoría de la gente probablemente incluya la libertad de expresión y de religión en su lista. Los libertarios económicos tenderán a enumerar el derecho a la protección de la propiedad, o a la protección de la expropiación pública sin remuneración justa.
La gente, por ser gente, tiene diferentes preferencias en cuanto a la libertad, lo que está bien. Sin embargo, la mayor parte de la prensa parece focalizarse en “la libertad artística”, como el derecho a exhibiciones públicas de pornografía o el derecho a exhibiciones artísticas que desprestigian alguna religión. Éstos son debates interesantes que no podremos resolver completamente. Por otro lado, muchos en los medios o en el debate público tienen poco interés en la libertad económica, la que afecta en gran medida nuestro bienestar, y particularmente, el de los pobres del mundo.
Recientemente, el Fraser Institute de Canadá publicó el Informe Anual 2005: La Libertad Económica en el Mundo. Este informe ha sido escrito durante la última década por los profesores James Gwartney y Robert Lawson, con la cooperación de alrededor de 67 organizaciones de todo el mundo, incluyendo el Cato Institute de EE.UU. (La Fundación Heritage y el Wall Street Journal también publican un excelente Índice de Libertad Económica anual utilizando una metodología diferente, aunque ambos llegan a las mismas conclusiones). Este último informe es importante ya que presenta evidencia empírica sobre la importancia de la libertad económica para la oportunidad y libertad individual.
Las conclusiones del informe incluyen: “Los países con mayor libertad económica tienen un ingreso per cápita sustancialmente mayor y tasas de crecimiento más altas”. Estos descubrimientos demuestran que la libertad económica no es deseable solamente desde una perspectiva filosófica, sino que es un bien necesario y absoluto. Los países que adquieren mayor libertad económica aumentan el bienestar de sus habitantes más rápido que aquellos que tienen regimenes más restrictivos.
“La expectativa de vida es 25 años mayor en los países con mayor libertad económica que los que tienen menor libertad”. Los que dicen apoyar al socialismo o a las “economías de mercado social” porque son más humanas ignoran el hecho de que la gente en la mayoría de las economías más libres viven vidas más largas y saludables que las personas que viven en sistemas económicos muy regulados.
“Los países con mayor libertad económica tienen niveles más bajos de desempleo”. Por ejemplo, encontramos que las economías menos libres de Europa, como Francia y Alemania, tienen tasas de desempleo mucho más altas que aquellas que son más libres, como Inglaterra, Suiza e Irlanda.
“La porción del ingreso destinado al 10% más pobre de la población es mucho mayor en países con mayor libertad económica que en los países con menor libertad”. Los socialistas argumentan que es necesario resignar libertad económica para proteger a los pobres, pero la evidencia empírica muestra, contrariamente, que si bien la redistribución puede hacer pobres a los ricos, no puede hacer ricos a los pobres ya que elimina los incentivos a crear riqueza.
“Con menos regulaciones, impuestos y tarifas, la libertad económica reduce las oportunidades de corrupción por parte de los funcionarios públicos”. La corrupción se alimenta de la habilidad de los funcionarios de permitir la participación en actividades ilegales.
“Los derechos políticos y las libertades civiles van de la mano con la libertad económica”. Es difícil separar las libertades civiles de las libertades económicas. Por ejemplo, una prensa libre depende principalmente de la existencia de propiedad privada sobre los medios y sobre su operación. Sin libertad económica de imprimir o transmitir, la posibilidad de gozar de libertad de expresión está limitada por el alcance de nuestra propia voz.
La libertad económica se ve reducida con impuestos altos y regulación; la restricción interna y externa del comercio; la regulación innecesaria y costosa del crédito, el mercado laboral y los negocios; y la falta de acceso a dinero confiable.
Casi todos los países que son pobres, son pobres porque sus líderes políticos han restringido sus libertades económicas. La próxima vez que veamos a un lider político mundial en la televisión culpando a otros por los problemas de su pueblo y demandando ayuda, deberíamos insistir que una de las condiciones para otorgar la ayuda sea que se remuevan las restricciones a la libertad económica.
Traducido por Marina Kienast para Cato Institute.