¿Qué tan potentes son los BRICS?

Manuel Hinds indica que "las economías desarrolladas producen bienes de altísimo valor agregado, que dependen crucialmente de la ciencia, la tecnología y la creatividad en la generación de conocimiento. Estos países siguen siendo, por bastante, la fuente más copiosa del desarrollo de la ciencia y la tecnología. Algunos de los BRICS tienen algunas buenas universidades, pero Brasil y Sudáfrica no tienen ninguna universidad entre las 200 mejores del mundo".

Por Manuel Hinds

Sin duda usted ha oído que los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se han convertido en las economías más grandes del mundo, que China es del mismo tamaño ya que EE.UU. y que, junto con los otros países en el grupo, están a punto de convertirse en los líderes de la economía mundial, superando con creces a los países desarrollados que se agrupan en la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD).

¿Qué tan cierto es esto?

Para contestar esta pregunta primero es conveniente establecer qué tan grande es la economía china. La gráfica 1 muestra dos estimaciones. La primera, abajo, muestra que es sólo como una tercera parte de la economía de EE.UU.; la segunda, arriba, muestra que es casi igual que ella.


Fuente de datos básicos: Banco Mundial, WorldData.

La medida más baja representa el Producto Interno Bruto (PIB) convertido a dólares de EE.UU. La medida más alta (dólares constantes con paridad de poder de compra llamados PPP) es el resultado de ajustar esta cifra para tomar en cuenta que hay muchas cosas que son más baratas en China que en EE.UU., como por ejemplo la tierra, las comidas locales y los servicios. La diferencia entre estas dos medidas es tan grande que, en el caso de China, el PIB de 2013 se estima en 4.864 mil millones en dólares constantes y en 15.643 mil millones en dólares constantes PPP.

¿Cuál de las dos medidas debemos usar para clarificar nuestra duda con respecto al papel internacional de los BRICS? Sin duda, la más baja, que es el PIB real, por dos razones. Primero, las diferencias entre el PPP (que es una ficción) y los dólares reales son tan grandes que últimamente se han planteado muchas dudas con respecto al realismo del cálculo de los dólares PPP, especialmente porque ha habido correcciones escandalosamente grandes en su estimación en los últimos años. Por ejemplo, en 2007 el PIB PPP de China fue reducido en 40 por ciento para luego, en 2011, volverlo a subir en 20 por ciento. Es decir, hay una duda grande con respecto a la exactitud de la medida de los dólares PPP.

Pero también hay una razón conceptual para usar los dólares reales y no los PPP. Estamos tratando de establecer cual el poder económico internacional de estos países. En los medios internacionales lo que vale son los dólares reales, no los imaginarios que podrían comprar cosas más baratamente en China (o el país del que se trate) pero no en los mercados internacionales mismos. Siguiendo este razonamiento, podemos decir que en términos de poder financiar a otros países, de proyectar poder económico en otras latitudes, la economía china es todavía apenas una tercera parte de la de EE.UU. Ahora podemos usar esta medida para comparar los BRICS con los países desarrollados de la OECD.

La gráfica 2 muestra la comparación en dólares reales de los tamaños de las economías de los BRICS con las de los miembros desarrollados de la OECD (se han excluido a México y a Chile, que también son miembros). Como se ve, la diferencia es gigantesca. Sin duda, los BRICS están creciendo más rápido, pero el tiempo que les falta para alcanzar a los de la OECD, si es que los alcanzan, es enorme. Hay duda de que los alcancen porque (con la excepción de China) su crecimiento más rápido de los últimos años se ha debido al boom en los precios de los productos primarios. Ahora que este boom se está terminando, el crecimiento de los BRICS ha caído, en algunos casos (como Brasil) por debajo del crecimiento de los países desarrollados.


Fuente de datos básicos: Banco Mundial, WorldData.

El tiempo que los BRICS necesitan para alcanzar a los países desarrollados se vuelve todavía más largo cuando se toman en cuenta otros determinantes del poder económico en adición al PIB. En esto, la ventaja de la OECD es todavía más marcada. De todos los BRICS, el único surgiendo como una potencia industrial es China. Como mencioné antes, todos los demás dependen de productos primarios (petróleo, soya, minerales), que son de muy bajo valor agregado y fluctúan mucho en sus precios.

Por otro lado, las economías desarrolladas producen bienes de altísimo valor agregado, que dependen crucialmente de la ciencia, la tecnología y la creatividad en la generación de conocimiento. Estos países siguen siendo, por bastante, la fuente más copiosa del desarrollo de la ciencia y la tecnología. Algunos de los BRICS tienen algunas buenas universidades, pero Brasil y Sudáfrica no tienen ninguna universidad entre las 200 mejores del mundo. Sólo Alemania, o Francia, o Inglaterra, o aun las pequeñas Suiza, Suecia y Finlandia tienen más universidades de primera línea que todos los BRICS juntos. Todos juntos los BRICS tienen 31 premios Nobel en ciencias (16 en Rusia, 6 en India, 4 en China, 4 en Sudáfrica y uno en Brasil). Sólo el Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge en Inglaterra tiene 29. EE.UU. tiene 313, la Unión Europea 330.

Pero hay otro punto por el que usted no puede esperar que los BRICS dominen el mundo en poco tiempo. Es que el grupo BRICS no surgió por ninguna razón de la vida real (como, digamos proximidad geográfica o política o cultural) sino sólo porque una casa financiera de Nueva York, Goldman Sachs, los puso juntos como potenciales destinos de inversión. En realidad, no tienen casi nada en común.

Por esa razón es muy difícil que actúen en forma coordinada en todas circunstancias como lo han hecho los países de la OECD, que tienen nexos geográficos, culturales y políticos muy fuertes —con la excepción de Japón y Corea, todos son países europeos o poblados por europeos, y los dos asiáticos han mostrado en los últimos cincuenta años su cercanía con los europeos.

Dadas todas estas razones, si usted está esperando que los BRICS tomen el control de la economía mundial, es mejor que lo haga en una posición cómoda porque, con la excepción de China, lo más seguro es que no lleguen a tener una posición internacional dominante en términos económicos, y si la llegan a tener, falta más de un siglo para que suceda.

Este artículo fue publicado originalmente en El Diario de Hoy (El Salvador) el 18 de agosto de 2014.