Peruano eminente: José Carlos Mariátegui (1894-1930)

Iván Alonso reseña la vida de José Carlos Mariátegui, "el pensador más influyente de la izquierda marxista peruana". Alonso asevera que su influencia seguramente trascenderá el siglo XX.

Por Iván Alonso

Este ensayo es un capítulo del libro Veinte peruanos del siglo XX (Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, 2008) compilado por Pedro Cateriano Bellido. Aquí puede obtener el ensayo en formato PDF.

Mariátegui es el pensador más influyente de la izquierda marxista peruana. Socialistas y comunistas, desde los más moderados hasta los más radicales, se han reclamado seguidores de sus huellas. Las preocupaciones que inspiran su pensamiento han tenido una continuidad histórica y, modificadas quizá en sus manifestaciones exteriores, pero en lo esencial inalteradas, se mantienen vigentes. Su influencia seguramente trascenderá el siglo XX.

El "problema del indio" es el centro de las preocupaciones de Mariátegui en sus 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, su obra capital y la única de la que nos ocuparemos aquí. El problema del indio es el problema del Perú, de los peruanos. Hay una escisión geográfica y racial, entre costa y sierra, entre criollos e indios, pero que es importante solamente porque tiene un trasfondo vital que tiende a perpetuarse. Lo que convierte al indio en un problema es "el conflicto y el contraste entre su predominio demográfico y su servidumbre —no sólo social y económica". El régimen social y económico condena al indio a la miseria moral y material. Se ha perdido el bienestar material del que disfrutaba el pueblo incaico. El problema hunde sus raíces en la conquista española, que instaura una economía feudal, y se ramifica en diversos aspectos de la vida política, social y cultural, sobreviviendo a la Independencia como una pesada "herencia colonial".

El problema del indio "palpita dolorosamente" en cada uno de los 7 ensayos. Citando al poeta José Gálvez, dice Mariátegui: "por vago que fuese el legado psíquico que hayamos recibido de los indios, siempre tenemos algo de aquella raza vencida, que en viviente ruina anda preterida y maltratada en nuestras serranías, constituyendo un grave problema social, que si palpita dolorosamente en nuestra vida, ¿por qué no puede tener un lugar en nuestra literatura [...]?". Es significativo que escoja ilustrar de esta manera su tesis indigenista en "El proceso de la literatura". Mariátegui se niega a trazar una línea divisoria entre sus concepciones estéticas y sus concepciones morales y políticas. "La literatura de un pueblo" —dice en otro pasaje de ese mismo ensayo— "se alimenta y se apoya en su substractum económico y político".

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