Perú: "Es necesario cambiar los códigos y las leyes"

Por Enrique Ghersi

Entrevista realizada por Rafael Romero y originalmente publicada en el Expreso (Perú).

El problema del Poder Judicial no es administrativo ni de recursos, sino legislativo, afirma Enrique Ghersi.

En esta entrevista, el reconocido abogado Enrique Ghersi Silva plantea aspectos esenciales que deben tomarse en cuenta en una reforma judicial.

• Empezó la reforma del Poder Judicial (PJ), ¿cuál es el problema esencial que deben enfrentar los reformadores?

Creo que el problema esencial del PJ es un problema político, es un problema de legitimidad porque el ciudadano no se ve representado en el PJ. ¿Cuántas reformas ha habido en el Poder Judicial? En esto muchas personas han fracasado porque ignoran el problema político de base. Yo creo que el problema del PJ no es sólo presupuestario ni administrativo. El problema es más profundo. Es más bien un problema legislativo. Las leyes en el Perú son inadecuadas. Esta crisis es una tarea pendiente del PJ.

• Ante el problema de la economía informal, usted participó en una propuesta de simplificación administrativa y se detectó que la causa eran las pésimas normas jurídicas. Hoy, en el caso del PJ, ¿estamos también ante una mala base normativa que no facilita la simplificación?

Si. Existe un problema en cuanto a códigos y las leyes. Y tú bien has hecho mención al problema de la informalidad y a las barreras de acceso a los mercados. No es otra cosa que la ineficiencia de la ley. En el caso del PJ los códigos de procedimientos son ineficientes. Tenemos, sólo para mencionar la materia judicial, un código procesal penal, un código procesal civil, un código procesal constitucional, a pesar de que no somos un país tan grande ni complicado. Hay también leyes procesales laborales y otras de menor jerarquía, sin contar las de materia administrativa. No deberíamos tener procedimientos tan complicados. Por eso soy partidario de un sistema único de procedimientos. Que sea simple y oralizado.

• ¿Hemos copiado mucho del extranjero?

Esto es un problema que afecta no sólo a los códigos procesales sino también a los sustantivos. La importación de la ley es una falacia porque ignora un hecho fundamental: que es costosa. Algo que funciona en Europa no tiene por qué funcionar en el Perú ya que el costo de la ley está en función del ingreso de la población. De repente los suizos, los franceses del Código de Napoleón pueden cumplir con una ley que los peruanos no pueden. Creo que hay un problema legislativo. Las leyes son inadecuadas.

• Si a esto agregamos una idiosincrasia que viene desde la época virreinal, ¿el producto final deja mucho que desear?

Somos una sociedad barroca que idolatra el litigio. Tener un juicio es como tener un hijo, es la elegancia de tener un juicio. Mucha gente no se considera realizada sino está litigando. Pero hay mucha idiosincrasia barroca porque los procedimientos se lo permiten.

• Recordemos que hace más de diez años se instaló un Tribunal de Honor con renombrados abogados y creímos que estábamos ad portas de un nuevo PJ, pero la reforma no es de personalidades, ¿verdad?

Creo que hubo cambios importantes pero no fueron suficientes. Si no están las reformas institucionales en el sitio correcto, aún las mejores personas producen un mal resultado, porque no es un problema de personas. Con las leyes que tenemos es muy difícil cambiar al PJ. Por eso es necesaria una reforma institucional cambiando los códigos y las leyes.

Por una nueva Corte Suprema

• ¿Cuántos miembros debería tener la Sala Plena?

Creo en una Corte Suprema con una sola Sala. Además, no me parece que once sea un número razonable de miembros, me parece que no debería haber más de nueve. Pero contrariamente a la opinión que he escuchado de colegas y antiguos profesores míos, que creen que hay que restringir los casos que lleguen a la Suprema, pienso que es un error. Hay que darle a la Corte Suprema la posibilidad de decidir sobre su propia competencia, de tal manera que aun un caso nimio que no tenga importancia económica, pero que jurídicamente tenga trascendencia, pueda ser reconocido por la Suprema por una razón fundamental expuesta en la Constitución, al reconocer que la potestad de administrar justicia emana del pueblo. Así, la clave de la democracia no es un PJ en el que la sociedad se reconozca, como en Estados Unidos donde hubo un problema entre Bush y Al Gore, pero al final fue la suprema la que decidió en esta elección y nadie reclamó. Es decir, el pueblo debe saber que al final no va a ser traicionado por su Corte Suprema.

“Acabemos con monopolio del Ministerio Público”

• Ante leyes malas, ¿qué innovaciones introducir?

Considero que es un error que el Ministerio Público (MP) monopolice la acción penal. Admiro su trabajo pero creo que no debería tener este monopolio. Hasta el año 1980 no había MP, pero existían los agentes fiscales, quienes podían interponer denuncias. Tengo la seguridad que desde 1980 a la fecha la criminalidad ha aumentado porque, por definición, donde hay un monopolio se crea ineficiencia, y si es estatal todo sistema será doblemente ineficiente. Ahora hay que devolverle al ciudadano la posibilidad que tenía antes de activar el procedimiento penal, de lo contrario la gente seguirá linchando a delincuentes.

Justicia con jurados

• ¿El Congreso debería dar pasos revolucionarios en materia legislativa?

No hay que tener miedo al cambio. Lo pero es el conservadurismo inútil. La experiencia popular debe servir para inspirarnos y no la copia de códigos extranjeros. En zonas populares ya existe un sistema de justicia. En sus asambleas se resuelven problemas vecinales, de propiedad, titularidad del lote cuando hay una separación conyugal, quiénes son los socios, qué dicen sus padrones, etc. Esos jurados populares tienen mayor vigencia que el PJ, porque están más cerca del pueblo. Lo que hay que establecer es un plan piloto con el sistema de jurados.

• En el foro nacional hay muchos críticos a este sistema.

Hay gente que cree que esta es una institución anglosajona. Pero no es así. Yo propondría que todos los casos de delitos contra la vida, el cuerpo y la salud tengan jurados, porque en estos casos la solución es sencilla y se reduce a establecer si el supuesto agresor es inocente o culpable. Si es inocente ya no cabe apelación contra la decisión del jurado por lo que se generaría economía procesal. Tú sabes que las Constituciones del Perú desde el Reglamento Provisorio de 1822 hasta la Constitución de 1839 reconocieron la justicia por jurados. Recién a partir del Estatuto de 1855 se suprime la mención a los jurados en nuestras Constituciones. Pero hay que recordar que en la Constitución de 1860 se reincorpora hasta que en los debates del Congreso Constituyente de 1919 se produce el debate más importante de nuestra historia en materia de reforma judicial. Por un lado estaba Manuel Vicente Villarán en contra de los jurados y, de otro lado, estaba Mariano H. Cornejo a favor, reivindicando una vieja tradición judicial de los albores de la República. Ahí se pedía el derecho para el Perú a establecer jurados a que la justicia profesional en cien años de independencia había fracasado. Por todo esto, creo que ha llegado el momento que nos juguemos por el país y le demos al pueblo la posibilidad de integrar jurados y lograr así un PJ que sea imagen y semejanza del pueblo.

• ¿Algunos se oponen porque aducen que se requiere de presupuesto para remunerar a los jurados?

Pero al final el Perú ganará más porque se tendría una mejor justicia. Fíjate que hay cálculos que señalan que más efecto que una tasa de interés en el crecimiento nacional tiene un eficiente PJ.

• Finalmente, ¿propios y extraños verían que hay en el país más seguridad jurídica?

Por supuesto, un buen PJ va a permitir que el producto nacional crezca. Pero ojalá no desaprovechamos esta oportunidad.