Partida rezagada

por Steve H. Hanke

Steve H. Hanke es profesor de economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins y Senior Fellow del Cato Institute.

Uno de los mayores problemas que enfrentan los nuevos negocios es lo que se podría denominar como el impuesto de entrada. Cuánto cuesta, por ejemplo, crear un almacén en términos de costos y procedimientos legales? Es importante saber esto, ya que los nuevos negocios promueven la competencia y son fuentes enormes de empleo.

Por Steve H. Hanke

Uno de los mayores problemas que enfrentan los nuevos negocios es lo que se podría denominar como el impuesto de entrada. Cuánto cuesta, por ejemplo, crear un almacén en términos de costos y procedimientos legales? Es importante saber esto, ya que los nuevos negocios promueven la competencia y son fuentes enormes de empleo.

De acuerdo a un estudio reciente, Estados Unidos no tiene el impuesto de entrada más bajo del mundo. Ese honor lo tiene Canadá, si se sigue un tipo de medición y Nueva Zelandia según otro. Los peores casos se encuentran en los países más pobres del Africa.

Incluso entre economistas, es una inclinación natural apoyar las regulaciones y proteger a los consumidores, trabajadores, el medio ambiente y otros defectos del libre mercado.  Uno de los más famosos, A.C Pigou de la Universidad de Cambridge, destacó la hiperactividad intervencionista de hace 80 años en su tratado "La Economía del Bienestar Social". Pero otros, como el notable Ronald Coase de la Universidad de Chicago, retó la ortodoxia de  Pigou.  Coase ganó el Premio Nóbel de Economía en 1991 por argumentar que así como  el mercado tiene defectos, también lo tienen las regulaciones. Su punto: se deben evaluar los beneficios y los costos de la intervención gubernamental.

Suena suficientemente simple, pero no lo es.  De hecho, el análisis de las ideas de Coase requiere de mucho estudio y muy pocos economistas han estado dispuestos a someterse a tanta disciplina.  Afortunadamente, un equipo de la Universidad de Harvard compuesto por Rafael La Porta, Florencio Lopez- de- Silanes y Andrei Shleifer, junto a Simeon Djankov del Banco Mundial, han realizado un análisis para la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos.

El estudio reúne información acerca de los requisitos gubernamentales obligatorios para la entrada de nuevos negocios al mercado en 75 países. Sólo cubre la cuenta oficial (sin corrupción o demoras burocráticas) y calcula el tiempo mínimo para cumplir dichos requisitos. El estudio cuantifica la cantidad de dinero requerido para pagar cuentas, formas, fotocopias, sellos, notarios, abogados, etc. Si los obstáculos son onerosos, podemos esperar un menor nivel de nueva actividad.

El número de procedimientos que deben realizarse antes de abrir un negocio varía enormemente, desde 2 en Canadá hasta 20 en Bolivia, siendo 10 el promedio.  El tiempo total, desde el comienzo de los procedimientos hasta el final, es de 2 días en Canadá y de 174 días en Mozambique, siendo 63 el promedio de días transcurridos.  El costo de estos requisitos es de 0.4% del PIB per cápita en Nueva Zelanda y de 216% en Egipto, siendo el promedio 34% del PIB per cápita.

Los Estados Unidos requiere de 4 procedimientos, un tiempo de 7 días y un costo del 1% de nuestros $35.000 del PIB per cápita.  En Japón las figuras comparativas son 11 procedimientos, 50 días y 11%.  Y en Europa, incluida Suiza, los promedios son 8.8 procedimientos, 62 días y un costo del 16% del PIB per cápita.  Por esto, Fritz Bolkestein, el zar europeo de la competitividad, se mostró bastante escéptico frente a los discursos optimistas de un encuentro reciente de la Unión Europea en Estocolmo.

La relación entre los costos de entrada y el ingreso per cápita son bastante reveladores. Los 25 países más ricos del mundo, tienen en general muy bajos costos de entrada, con un  promedio de 10% del PIB per cápita.  Los 25 países más pobres, tienen asombrosos costos de entrada, con promedio de 65% del PIB per cápita.  Mientras algunos de los organismos internacionales más importantes contemplan el perdón de la deuda al Africa, también deberían reflexionar sobre el altísimo costo de iniciar un nuevo negocio en el continente:  85% del PIB per cápita, es decir, casi todo el ingreso del país en un año.

El estudio también confirma que la corrupción aumenta a medida que los procedimientos aumentan. Más procedimientos significa más políticos y más burócratas que deben ser sobornados. También el tamaño de la economía informal crece a medida que crece el número de trámites. Finalmente, los países que son más competitivos tienen más bajos costos de entrada y menos procedimientos.

Lo que hace todo esto tan interesante y nos remonta nuevamente a Coase, es el hecho que estos obstáculos y costos no producen ningún beneficio tangible para los consumidores, trabajadores o el medio ambiente. Claramente los requisitos de entrada no pasan la prueba de costo-beneficio. Además, dada la corrupción asociada con ellos, no pasan ni siquiera la prueba del  olor.

Artículo publicado en la revista Forbes, abril 2001