Norteamérica en el contexto global

Manuel Suárez-Mier comenta lo discutido en el Foro de América del Norte que se realizó la semana pasada en Washington, DC, donde, entre otras cosas, los participantes compartían un optimismo acerca de los avances tecnológicos en la explotación de energía, el vigor demográfico de la región, y la realización de la Alianza Transpacífica.

Por Manuel Suárez-Mier

Asistí el fin de semana pasado a una informativa reunión en la ciudad de Washington del Foro de América del Norte, entidad que reúne a importantes líderes de opinión, académicos y científicos de Canadá, EE.UU. y México, para discutir los principales temas de preocupación en nuestra región.

Como este encuentro se celebró bajo las reglas de Chatham House, no estoy en libertad de revelar la identidad de los asistentes o lo que dijeron pero puedo comentar los temas tratados en términos generales, lo que dada la calidad de los ponentes lo dicho resultó interesantísimo e informativo.

En primer término, se trató la competitividad de la región, enfatizando la enorme transformación que ha significado el avance tecnológico en la explotación de energía, especialmente petróleo y gas, por métodos innovadores que han elevado el margen competitivo de Canadá y EE.UU. y se espera que pronto también de México.

Ello se debe a que la nueva oferta de energéticos ha hecho que los precios de sus hayan caído en forma importante en nuestros vecinos del norte dándoles una ventaja competitiva frente a otras regiones del mundo, lo que sucederá también en México en cuanto se terminen los nuevos ductos que nos traerán gas desde EE.UU., y cuando la reforma energética se traduzca en una mayor producción en nuestro país.

Si a esto se suma el vigor demográfico del área, con una población mucho más joven que nuestros principales competidores en Europa y Asia, y que ya empiezan a dar fruto los esfuerzos que se han venido realizando en los tres países para disminuir los costos de transacción de nuestro comercio regional, las ventajas del área crecen.

En adición, los avances realizados en MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) en el desarrollo de nuevas tecnologías para almacenar energía eléctrica en gran escala y a precios módicos, cambia por completo el escenario en su transmisión y uso y refuerza la tendencia ya apuntada a abatir costos aún más rápido.

Estos notables avances que están trayendo el renacimiento de la industria manufacturera de la región, empiezan a evidenciar cuellos de botella que estaremos mejor capacitados para enfrentar de conseguir mayor movilidad de nuestra mano de obra, pues se requieren cada vez más soldadores, enfermeras e ingenieros petroleros, entre otros muchos profesiones u oficios con una gran demanda.

Se comentó la compleja situación de Asia, con China ostentando creciente poder, lo que preocupa a sus vecinos, y lleva a la imperiosa necesidad que EE.UU. continúe mostrando un claro liderazgo para asegurar la libertad del tránsito marítimo en la zona y la integridad física de sus países, empezando por Japón, Taiwán y Hong Kong.

Respecto a los pactos comerciales en ciernes, se dijo que era de la mayor importancia terminar pronto la Alianza Transpacífica, cuya negociación está atorada por intereses agrícolas japoneses, e intentar que se incluya a México y Canadá en la negociación del tratado de libre comercio entre EE.UU. y la Unión Europea, o en caso que las partes se nieguen, negociar que se nos apliquen las mismas disciplinas que se definan en él.

Se escucharon quejas que existe una grave deficiencia en la información sobre temas energéticos en los tres países por lo que es indispensable adoptar sistemas comunes e integrados, propósito que avanzará al incluirse a Canadá y México en la revisión de sus políticas que lleva a cabo actualmente el Departamento de Energía de EE.UU.

En síntesis, se habló de la imperiosa necesidad de mayor cooperación, de acelerar construir las normas e infraestructura comunes para abatir costos de transacción, aunque por lo pronto los líderes de los tres países andan demasiado ocupados con otros temas para dedicarle el tiempo y el talento necesarios para mejorar nuestra integración regional y construir las indispensables instituciones para lograrlo.

Colofón. Varios de mis estimados lectores me reconvinieron al concluir la semana pasada que yo esperaba que el Presidente Enrique Peña Nieto encabezara una cruzada a fondo contra la violencia, la corrupción y otros males que aquejan y ofenden a nuestro país, afirmando que había quedado terminalmente descalificado por el incidente de la “Casa Blanca” de su esposa. Además de que me pareció que ella salió a dar una explicación plausible y convincente el martes pasado sobre ese tema, lo que mis lectores no parecen haber entendido es que no hay alternativa alguna a que Peña Nieto termine su gestión de la mejor manera posible o ¿será que prefieren que llegue a Los Pinos Andrés Manuel López Obrador con su valiente honestidad?

Este artículo fue publicado originalmente en Asuntos Capitales (México) el 21 de noviembre de 2014.