¿Puede un país prosperar sin una estructura legal sólida?

Por James D. Gwartney y Robert Lawson

En muchas maneras, una economía de mercado es como un teléfono o el Internet. En el caso de esta red de bienes, el valor para el usuario individual se incrementa conforme más individuos tienen teléfonos y acceso al Internet. Los mercados tienen esta misma característica ¾ mientras la gente esta más integrada en el sistema, mayores son los beneficios para cada participante. La red del mercado genera beneficios casi inimaginables como resultado de las ganancias del comercio, especialización, expansión en el tamaño del mercado y la aplicación de técnicas de producción masiva.

La mayoría de los bienes de consumo que se disfrutan en los hogares de Norte América, Europa Occidental y otras regiones del mundo desarrollado son resultado de lo que el Premio Nóbel Douglass C. North llama “intercambio despersonalizado”, es decir, comercio entre personas que no se conocen y que probablemente jamás se conocerán. Estos intercambios están coordinados por lo que otro ganador del Premio Nóbel, Friedrich Hayek, se refería como “la extensión del mercado” desde el pueblo local o aldea a la región, nación, o más allá. Sin estas ganancias de la red del mercado, altos niveles de ingreso per cápita y estándares de vida modernos serían imposibles.

Sin embargo, los enormes beneficios de la red del mercado no pueden ser logrados sin un sistema legal transparente. La gente que vive en países donde los derechos de propiedad son inseguros, se hace poco por hacer cumplir los contratos y los fallos legales y regulatorios son subastados al mejor postor, jamás será integrada a la red de mercados mundiales. Sin el estado de derecho, los beneficios del comercio serán limitados solo a aquellos derivados del intercambio personalizado, comercio entre miembros familiares y personas en el vecindario o aldea que se conocen unas a otras, o por lo menos conocen uno del otro. Aquí, el comercio se basa en conocimiento personal y el respeto de contratos se logra a través de lazos familiares y presiones sociales. No obstante, los beneficios derivados del intercambio personalizado son pequeños en comparación a aquellos disponibles a través de una red de mercados impersonales basados en contratos que se respetan y el estado de derecho.

La evidencia empírica es consistente con esta posición. El Área de Sistema Legal del Informe Anual sobre Libertad Económica en el Mundo del Fraser Institute indica que la estructura legal de una nación es consistente con la protección de derechos de propiedad, el respeto imparcial de contratos, la independencia de su sistema judicial y sus principios de estado de derecho (Gwartney y Lawson, 2004). Entre los aproximadamente 100 países para los cuales había estadísticas para el periodo 1980-2000, 24 países tenían un promedio en el Área del Sistema Legal de 7 o más sobre 10. Países en esta lista tenían razonablemente buena protección de propiedad privada, respeto de contratos y el estado de derecho ¾ por lo menos en el último par de décadas. La tabla 1 muestra que estos 24 países tenían un promedio de PIB per cápita en el 2000 de $25,716 y una tasa promedio de crecimiento anual de 2.5 por ciento en el periodo de dos décadas. El ingreso per cápita más bajo de estos 24 países era de aproximadamente $12,000. Incluso aun más importante, la tasa de crecimiento real del PIB per cápita en todos los 24 países con sistemas legales sólidos fue positiva a lo largo de las dos décadas.

 

En el otro extremo del espectro, había 21 países con un promedio menor a 4 en el ranking del Área de Sistema Legal1 para el periodo 1980-2000. Estos países tenían una débil protección de los derechos de propiedad, respeto de contratos y el estado de derecho. La tabla 2 indica los niveles de ingreso y tasas de crecimiento de estos países. El promedio del PIB per cápita en el 2000 era de $3,094 y sus tasas de crecimiento promediaban 0.33 por ciento en las dos décadas. Ambas figuras eran aproximadamente un octavo de los niveles comparables de los países con sistemas legales sólidos. El PIB per cápita más alto entre los 21 países con un sistema legal de baja calidad fue Colombia con $7,010. Ninguno de estos 21 países con sistemas legales de baja calidad fue capaz de lograr un ingreso per cápita en el 2000 de más de $3,400 y una tasa de crecimiento de más de 1.1 por ciento durante el periodo 1980-2000. Por lo tanto, ¡ninguno de los países con sistemas legales deficientes fue capaz de sostener una tasa de crecimiento sólida una vez que los ingresos sobrepasaron el rango de $3,400!

Las ganancias derivadas del intercambio despersonalizado y la expansión en el tamaño del mercado proveen las condiciones para los estándares de vida modernos y un sistema legal sólido es esencial para la realización de estas ganancias. Sin un sistema legal capaz de hacer respetar contratos y proteger derechos de propiedad, el comercio ocurrirá mayormente entre las partes que se conocen unas a otras, lo que cubrirá a lo más un área geográfica o mercantil relativamente pequeña. Las ganancias del intercambio despersonalizado y la expansión en el tamaño del mercado continuaran sin ser realizadas. Pero sin la realización de estas ganancias potenciales, va a ser virtualmente imposible para países progresar incluso al rango de ingresos bajo-medio. Trágicamente, continuaran estancados en relativamente bajos niveles de ingresos.


Notas

1. El Sistema Legal es una de 5 áreas del Informe Anual sobre Libertad Económica en el Mundo. Mide la consistencia del sistema legal de un país con los principios del estado de derecho tales como la protección de la propiedad privada, respeto imparcial a los contratos y la independencia del poder judicial. Países con calificaciones altas (en una escala de 0 a 10) tienen instituciones legales de mejor calidad.

Traducido por Augusto Ballester para Cato Institute.