¿Miente o no miente?
Manuel Hinds explica la estrategia frente a la deuda pública del gobierno salvadoreño, la cual básicamente depende de que el público crea que el gobierno está mintiendo acerca del pago de la deuda a su vencimiento.
Por Manuel Hinds
Hace unos días el gobierno anunció que va a “pagar por adelantado” la deuda que se vence desde aquí al 2025 comprando al precio corriente del mercado de los bonos salvadoreños. No mucha gente entendió lo que el gobierno va a hacer, por lo que en este artículo lo explico.
La deuda de la que se está hablando está representada por bonos que se venden en los mercados internacionales, a un precio que, por simplicidad asumiremos que es de $100. El bono es un contrato en el que el gobierno se compromete a pagar $100 al comprador al vencimiento de un período, que diremos es de 20 años. Típicamente, el gobierno también se compromete a pagar intereses anuales, que asumiremos que es de 6%, de modo que cada año pagará al comprador $6. El bono es negociable en lo que se llama el mercado secundario, que se llama secundario, el primario siendo el mercado en el que el gobierno los ha vendido.
Los bonos bajan de precio en el mercado secundario por dos razones: cuando suben las tasas de interés del mercado, que no es el caso que estamos analizando, y cuando la gente desconfía del gobierno y piensa que no va a pagar todo lo que le ha prestado a través de los bonos, que es lo que estamos discutiendo. Así, si el mercado calcula que el gobierno sólo va a pagar 30% de lo que debe, el precio de los bonos baja al 30%. Es importante notar varias cosas para comprender qué significa esto. Primero, hay dos mercados en donde se venden y compran bonos.
Primero, el llamado mercado primario, en donde los gobiernos venden los bonos inicialmente. Los que compran los bonos en este mercado lo pueden vender pero en otro mercado, llamado el secundario. En este mercado operan los que han comprado bonos, que son los tenedores.
Segundo, que el hecho de que los mercados valúen unos bonos a menos del 100% no reduce en nada la obligación de pago del deudor, que en este caso es el gobierno de El Salvador. El gobierno sigue obligado a pagar el 100% del valor nominal de los bonos aunque valgan cero en el mercado secundario.
Tercero, por tanto, el gobierno no está pagando la deuda al comprar los bonos a un precio menor que el 100%. Está reduciendo la deuda porque por un pago de $30 el vendedor le entrega su bono de $100. Pero no la está pagando. El que lo vende está tomando una pérdida bien grande—70% de lo que le prestó al gobierno.
Cuarto, ¿por qué venden los bonos estas personas si van a perder tanto dinero? Porque creen que el gobierno no va a pagar el valor nominal al llegar al vencimiento. prefieren perder 70% ahora que el total después. Por supuesto, si el gobierno da seguridades creíbles de que va a pagar, nadie le vendería al gobierno. Mejor lo presentan al cobro el día de su vencimiento y cobran el 100%.
Quinto, note entonces que el gobierno va a poder realizar esta operación sólo si convence a los tenedores de que no va a pagar los bonos al vencimiento para que le vendan los bonos a precios abajo del 100% de su valor. Tiene que plantearse como un gobierno que no paga sus deudas, lo cual tiene costos muy altos. Si un gobierno siembra dudas de que va a pagar luego tendrá muchas dificultades para conseguir nuevos préstamos. Arruina la reputación del país.
Ahora,¿qué haría si usted maneja fondos de pensiones, que tienen bonos de los que el gobierno planea comprar? Si usted le vende los bonos al gobierno, y el gobierno paga, usted le ha hecho un gran regalo al gobierno con el dinero de los ahorrantes de pensiones. Con lo mal que los tratan, con los miserables intereses que les pagan, ¿además les quitarían el 70% de lo que le han prestado al gobierno con esos bonos?
Si usted no vende y el gobierno no paga, los ahorrantes pierden todo el dinero invertido en esos bonos. No recuperan ni el 70%. Solo en el caso en el que usted vende al gobierno los bonos y el gobierno no los paga al vencimiento es que usted logra reducir las pérdidas de los ahorrantes. Además, si usted no vende y el gobierno paga al vencimiento, los ahorrantes no pierden.
Así, su decisión depende de si el gobierno está mintiendo o diciendo la verdad cuando dice que va a pagar la deuda a su vencimiento, como debe ser. ¿Qué haría usted? Si cree que el gobierno dice la verdad, entonces no le venda los bonos. Véndaselos solo si cree que está mintiendo. Es decir, el éxito del programa de comprar los bonos depende de que la gente piense que el gobierno miente. ¡Qué triste!
Este artículo fue publicado originalmente en El Diario de Hoy (El Salvador) el 12 de agosto de 2022.