El acelerado envejecimiento de la población

El acelerado crecimiento demográfico que se viene observando es tema de preocupación para varios científicos. Las proyecciones indican que la población envejecida está creciendo a un ritmo acelerado sin precedentes y ese escenario complica el sistema de pensiones.

¿Cómo funciona el sistema de pensiones? Básicamente, la Población Económicamente Activa (PEA) le transfiere fondos a los jubilados. O expresado en una ecuación:
Tasa de Dependencia=Niños+Ancianos/PEA.

En donde los niños en el futuro pasaran a formar parte de la PEA (quienes aportan para los ancianos) y éstos en un futuro pasaran a ser ancianos. Las proyecciones pronostican que la población envejecida va a ser cada vez mayor proporcionalmente con la PEA. Para tener una idea, en Europa hacia 1950 por cada ciudadano jubilado había 4,4 que pertenecían a la PEA. Para el 2010 esa cifra se redujo a 2,61 y las proyecciones para el 2050 pronostican una reducción al 1,34.

Razones de un crecimiento de la población envejecida

El alto ritmo de crecimiento de la población envejecida se le puede atribuir a diversas razones. Para algunos, como por ejemplo para el economista Ricardo Arriazu, imputan las razones (por lo menos para el caso de Europa) a una “generación egoísta” que priorizan su propio gozo individual decidiendo no tener hijos y sustentarse en su futuro con sus propios ahorros.

Otra causa de esta dispersión demográfica se debe al aumento de la esperanza de vida. Para 1950 la esperanza de vida era de 65 años. Hoy en Argentina, se trabaja hasta los 65 años, lo cual nos brinda un panorama de cómo fue progresando la medicina. La esperanza de vida según cifras del 2010 es de 76 años.

También, hay casos donde se reduce la tasa de fecundidad como por ejemplo en China que sólo está permitido tener un hijo por familia. Esto llevo a que se valore más a un hijo varón que a una hija mujer, debido a que el hombre puede trabajar en el campo con mayor fuerza y a una edad más temprana que la mujer. Hay en China una alta tasa de aborto de bebes de sexo femenino.

El problema demográfico preocupa principalmente a EE.UU. y Europa. El caso de Europa es más grave porque EE.UU. esta recibiendo más inmigrantes que Europa y además los estadounidenses están incrementando su tasa de fertilidad. Jack Goldstone en su paper “The New Population Bomb” menciona que el Banco Mundial estima que el 70% del crecimiento demográfico se dará en los países de bajos ingresos. Esos mercados no soportarán tanta demanda de trabajo con lo cual es probable que se ejecuten migraciones hacia países desarrollados.

Goldstone también señala proyecciones sobre como será la población mayor a 70 años en algunas regiones:

Esto es lo que preocupa a EE.UU. como a Europa. En otras palabras, al aumentar la población envejecida aumentan los costos y por otra parte hay menos PEA que produce y eso no generará los ingresos suficientes en los próximos años. Por un lado baja el porcentaje de población que genera producción mientras que por el otro aumentan los costos para mantener a la población envejecida.

Algunas soluciones que se proponen

Entre las soluciones propuestas, las más comunes son:

• Aumentar la tasa de fecundidad.
• Lograr que la mujer se inserte más en el mercado laboral.
• Retrasar la edad jubilatoria.
• Fomentar la inmigración.

Aumentar la tasa de fecundidad siempre ayuda a los sistemas de pensiones. Sin embargo, no habría que correr el riesgo de fomentar la natalidad ya que podría alterar decisiones subjetivas de los individuos. Sobre todo en la clase media baja y pobre si existen subsidios del gobierno.

Lograr que la mujer se inserte en el mercado laboral es un aspecto en el cuál también deberían decidir el sexo femenino. El mercado irá marcando las tendencias teniendo en cuenta si las mujeres prefieren dedicarse a la maternidad o a llevar una vida profesional.

Con respecto al punto de retrasar la edad jubilatoria puede ser una medida más razonable. Es, junto a la mujer y su inserción en el mercado laboral, la que menos posibilidades tiene de violar derechos. Se podrá retrasar la edad en que una persona se jubila, pero si el individuo decide no trabajar más, puede retirarse del mercado laboral.

Por último, para el cuarto punto, Jack Goldstone propone alentar un flujo inverso de inmigrantes de edad avanzada de los países desarrollados a los países en desarrollo.

Esto puede resultar complicado. No es simple trasladar gente anciana de un lugar a otro. Pero más allá de la factibilidad de transportarlos, este tipo de recomendaciones podría dar lugar a medidas coactivas. En ese caso, ¿no se estarían violando sus derechos?

Algunas voces distintas

Controlar la demografía es algo complicado. Salvo que se emita un decreto como en el caso de China. Intentar controlar la demografía sería como intentar controlar una tormenta. La preocupación es que la población envejecida va a tener un alto porcentaje de la población total, pero, ¿por qué eso está mal? ¿Dónde está escrito que la población debe ser joven? Una cosa es que la población tenga que ser joven y otra es que tenga que ser joven para que exista un sistema de pensiones. Quizás el sistema no sea el más óptimo para afrontar la situación. ¿Es correcto obligarle a los ciudadanos a ahorrar o, en este caso, que la PEA mantenga a los ancianos? ¿O tal vez es mejor buscar otro sistema?

El economista Adrián Ravier señala, en su artículo “Reformar las pensiones”, como Chile le dio la oportunidad a su población de elegir entre un sistema privado y uno público. El resultado fue que la mayoría de los individuos optó por el sistema privado de capitalización obteniéndose muy buenos resultados. Ravier señala como el sistema privado fue más eficiente que el público.

Las preocupaciones por el futuro de los jubilados cada vez inquieta más a los investigadores demográficos. Posiblemente pueda ser grave, de todos modos no es bueno alarmarse de más. Ya se han realizado en el pasado pronósticos caóticos que no se efectuaron. El clérigo Thomas R. Malthus pronosticaba un escenario apocalíptico donde la población crecía con progresión geométrico mientras que los alimentos crecían en progresión aritmética. Luego llegó la Revolución Industrial y evitó este panorama que la gente temía. La Revolución Industrial es uno de los más grandes triunfos del libre mercado. El libre mercado supo llevarnos hacia la revolución que logro invertir la tendencia de Malthus.

Jack Goldstone, en su artículo ya mencionado señala que Paul Ehrlich, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1908, advirtió una bomba demográfica para los años 1970-1980. Al igual que Malthus, sostenía que el crecimiento de la población sería mayor al crecimiento de la producción de alimentos. Nuevamente el libre mercado nos llevó a la revolución tecnológica que evitó el pronóstico de Ehrlich. Goldstone señala que las proyecciones indican que la producción de alimentos crecerá más rápido que el aumento de la población. Ese punto ya no es un problema, lo que le preocupa a Goldstone es la dispersión demográfica de ese crecimiento. Es decir, que la población esté envejecida.

Si el sistema de pensiones no es de lo más eficiente, no deberíamos preocuparnos tanto de que la población tenga que ser joven sino de buscar otra solución. Tal vez no haya necesidad de que la población sea joven. Es muy probable que el mercado logre mostrar los avances o innovaciones necesarios para evitar el problema que nos acecha. Así como la Revolución Industrial logró la producción en masas, quizás se descubra alguna innovación que permita reducir costos para mantener a la población envejecida. O quizás no. Tal vez la solución sea otra. Lo que sí es muy probable es que el libre mercado nos acercará al camino de la solución.

Referencias:

Arriazu, Ricardo. 2010. “La crisis de la UE deriva de su envejecimiento”. Clarín, 23 de mayo del 2010.

Goldstone, Jack A. 2010. “The New Population Bomb”. Foreign Affairs. Febrero del 2010.

Ravier, Adrián. 2009. “Reformar las pensiones”. Libertad Digital, 28 de Mayo del 2009.

The World Bank. 2010. “Latin America: Ready for an Aging Revolution”.