Héroes del Progreso, Parte 16: Abel Wolman y Linn Enslow

Alexander C. R. Hammond destaca el trabajo de Linn Enslow y Abel Wolman, dos científicos estadounidenses del siglo XX que lograron desarrollar una fórmula eficaz y segura para purificar el agua con cloro.

Por Alexander C. R. Hammond

Hoy presentamos la edición No. 16 en una serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulados, "Héroes del progreso". Esta columna presenta una introducción breve a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. Puede encontrar la quinceava parte aquí.

La parte 16 de Héroes del Progreso presenta a Abel Wolman y Linn Enslow. Estos científicos estadounidenses del siglo XX descubrieron cómo utilizar de manera segura el cloro para purificar el agua potable. La fórmula de Enslow y Wolman fue perfeccionada en 1923 y gracias a su descubrimiento más de 190 millones de vidas han sido salvadas alrededor del mundo hasta ahora.

El uso del cloro para purificar el agua es una práctica que no fue iniciada por Wolman y Enslow. Durante una epidemia de cólera en 1854, el cloro había sido utilizado para purificar el agua potable de Londres. De igual forma, la primera patente estadounidense para un sistema de cloración de agua fue concedida en 1888. Mientras que era aceptado que el cloro podía matar a las bacterias, poco se entendía acerca del proceso de limpieza y, dado que el cloro puede ser venenoso para los seres humanos, utilizar el químico para purificar el agua seguía siendo peligroso.

A principios de los 1900, las ciudades alrededor de EE.UU. estaban creciendo a un paso veloz y lujos tales como el agua por tubería dentro de las casas se estaban esparciendo. Sin medidas seguras o eficaces de limpiar su agua potable, los proveedores de agua en las ciudades muchas veces se convirtieron en distribuidores de una serie de enfermedades, incluyendo el cólera, la disentería y la tifoidea. Aquí es donde Wolman y Enslow entran en nuestro relato.

Abel Wolman nació en junio de 1892 en Baltimore, Maryland. Wolman era uno de seis niños en una familia de inmigrantes polaco-judíos. Aunque Wolman inicialmente había querido estudiar medicina, sus padres lo alentaron para que estudie ingeniería. En 1915, Wolman se convirtió en la cuarta persona que recibió un título de la recientemente establecida Escuela de Ingeniería de la Universidad de Johns Hopkins. 

Linn Enslow nació en febrero de 1891 en Richmond, Virginia. Enslow estudió química en la Universidad de Johns Hopkins y fue allí que conoció a Wolman. Luego de graduarse, tanto Enslow y Wolman empezaron a trabajar en el Departamento de Salud Pública de Maryland. En 1918, los dos se unieron para estudiar el efecto del cloro en la purificación del agua.

Al crear su método de purificación del agua, Enslow y Wolman analizaron el efecto del cloro sobre la acidez, el contenido bacterial y el sabor del agua potable. Para 1923, habían creado una fórmula estándar detallando la cantidad de cloro requerida para purificar de manera segura la oferta de agua. Las investigaciones científicas rigurosas de Enslow y Wolman sentaron las bases para la purificación del agua alrededor del mundo.

Luego de su gran descubrimiento, Wolman asumió un papel más activo que Enslow en la tarea de alentar a los estados y países para que adoptaran la fórmula. Eventualmente Wolman fue capaz de aplicar el nuevo método de purificación del agua a la oferta de agua potable de Maryland. Para 1930, los casos de tifoidea en el estado habían caído en un 92 por ciento. Para 1941, 85 por ciento de todos los sistemas de agua en EE.UU. utilizaban la fórmula Enslow-Wolman. El resto del mundo siguió el ejemplo de EE.UU.

La carrera de Wolman floreció. Llegó a ser director de la Comisión de Planificación del Estado poco después de cumplir 30 años, se desempeñó como un consultor para el Servicio de Salud Pública de EE.UU., fue el Ingeniero Titular en el Departamento de Salud Pública de Maryland y estableció el Departamento de Ingeniería Sanitaria en la Universidad de Johns Hopkins en 1937.

A lo largo de su vida, Wolman fue invitado a participar en numerosas juntas directivas y asesoró a gobiernos alrededor del mundo en materia de sistemas de purificación del agua. Wolman eventualmente se retiró en 1962. Murió en 1989 en su natal Baltimore cuando tenía 96 años. 

Mientras tanto, Enslow llegó a ser editor de la revista Water and Sewage Works. Trabajó en esa capacidad hasta su muerte súbita por causa de un ataque cardíaco en 1957.

Gracias al trabajo de Enslow y Wolman, miles de millones de personas ahora tienen acceso a agua potable que ya no contiene una serie de enfermedades potencialmente mortales. Se estima que la adopción de su fórmula en los sistemas de agua alrededor del mundo ha salvado casi 200 millones de vidas. Por esta razón Linn Enslow y Abel Wolman merecen ser nuestros dieciseisavos Héroes del Progreso.

Nota: Linn Enslow está a la izquierda de nuestra foto de portada y Abel Wolman está a la derecha.

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 19 de abril de 2019.