EE.UU.: Preparados para la guerra, desprevenidos para el terrorismo

Por Charles V. Peña

El presidente Bush afirma que está tomando muy en serio la última cinta de Osama bin Laden, y reconoce que aquellos responsables por la cinta—presumiblemente bin Laden y los terroristas de al-Qaeda—han "dejado saber una vez más que estamos en guerra." Al mismo tiempo, Bush continúa advirtiendo al dictador iraquí Saddam Hussein que no tolerará más mentiras y engaños, y que si Irak no cumple con las inspecciones de armas de la ONU, Estados Unidos invadirá Irak para desarmarlo.

Sin embargo, si la que le ha declarado la guerra a Estados Unidos es la red terrorista de al-Qaeda, ¿cómo es que los prospectos de guerra con Irak van a ayudar a los estadounidenses a derrotar a este grupo terrorista? Peor aún, una implicación de la cinta de bin Laden es que una invasión norteamericana a Irak podría servir de catalizador para ataques terroristas futuros. Tal y como dice la cinta, "Tal como Ustedes asesinan, serán asesinados. Y tal como Ustedes bombardean, serán bombardeados. Estén preparados para recibir las buenas nuevas de lo que será malo para Ustedes."

La cinta parece confirmar los dos diferentes análisis del director de la CIA, George Tenet. En octubre, éste advirtió que, a pesar de los éxitos en Afganistán, al-Qaeda se estaba reagrupando y que "uno debe asumir que al-Qaeda se encuentra en una fase de ejecución y que pretende atacarnos aquí y en el extranjero." Y, a principios de noviembre, Tenet dijo que, si es provocado por un ataque estadounidense, Irak podría tomar "el paso extremo de asistir a los terroristas islámicos en dirigir un ataque con armas de destrucción masiva contra Estados Unidos."

Sin embargo la administración Bush—y la mayoría de los miembros del Congreso estadounidense—han ignorado ampliamente las advertencias de Tenet. Y no parecieran captar lo obvio con la reciente cinta de bin Laden.

El enemigo al acecho es al-Qaeda, no Irak. Desarmar a Hussein o verse envuelto en un cambio de régimen difícilmente evitará que al-Qaeda se reagrupe y ataque a Estados Unidos de nuevo. Un oficial militar de alto rango comentó sobre las deliberaciones del Pentágono sobre una invasión a Irak: "¿Se pueden imaginar cómo se vería si vamos a una guerra contra Irak y hay otro ataque terrorista en Estados Unidos al mismo tiempo? La gente se preguntará qué estamos haciendo."

Y si las perspectivas de más ataques terroristas contra Estados Unidos no fueran lo suficientemente malas, la realidad es que el país está peligrosamente desprevenido para lidiar con dichos ataques. Las autoridades de la administración y el Congreso, así como expertos externos, han expresado crecientes preocupaciones de que el FBI no puede detectar o frustrar ataques terroristas en suelo estadounidense. De acuerdo al Senador demócrata de Florida, Bob Graham, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, "Ellos [el FBI] todavía no saben dónde están los terroristas, cuántos son, cuáles son sus intenciones, qué clase de red de apoyo tienen." Además, el FBI no tiene "un plan detallado o mucha información sobre los cuales basar un plan."

Incluso la Oficina de Seguridad Doméstica de la Casa Blanca admite que Estados Unidos no está preparado. De acuerdo con el director Tom Ridge, este país estaría "mucho, mucho mejor preparado mañana" pero "no voy a decirles que estaremos preparados en un nivel que el presidente y el país desean." ¿Y cuánto cree Ridge que le tomará al país estar preparado? "Nos va a tomar varios años."

Es muy improbable que al-Qaeda espere tanto tiempo, especialmente si Estados Unidos decide atacar a Irak en los próximos meses.

La sabiduría política convencional es que los Republicanos son mejores que los Demócratas cuando se trata de la defensa y la seguridad nacional. Los resultados de las elecciones legislativas que le dieron el control del Congreso a los Republicanos parecieran reflejar ese pensamiento. Pero el mismo puede estar totalmente equivocado.

El presidente Bush actualmente está tomando ventaja de su victoria legislativa para crear un nuevo Departamento de Seguridad Doméstica, luego de criticar a algunos congresistas demócratas de "no estar interesados en la seguridad de los estadounidenses." Aún así, la premura de la administración en verse envuelta en un cambio de régimen en Irak pone conscientemente al público en un grave e innecesario riesgo ante el terrorismo.

Hay algo que no debe ser olvidado: Previo al 11 de septiembre, mucha de la seguridad nacional de la administración Bush se enfocaba en la proliferación de armas de destrucción masiva en los llamados estados parios (ahora el Eje del Mal) y en el sistema de defensa balística que se consideraba necesario para combatir dicha amenaza potencial. Estados Unidos se encontraba cegada de la amenaza terrorista de al-Qaeda. Si la administración Bush se enfoca nuevamente en amenazas potenciales que no tienen nada que ver con los ataques del 11 de septiembre e ignora la amenaza verdadera que se encuentra en su puerta, lo hará a su riesgo.

Traducido por Juan Carlos Hidalgo para Cato Institute.