Panamá: La emisión de balboas

Diego E. Quijano Durán considera peligroso que se le conceda al Ejecutivo el poder de acuñar monedas ya que se abrirían las puertas a que Panamá pierda su ventaja frente a otros países: "no contar con banco central y no tener moneda de curso forzoso".

Por Diego E. Quijano Durán

El Dr. Arnulfo Arias lo intentó, los militares quisieron hacerlo y todos los gobiernos de América Latina han causado estragos con la emisión de su propia moneda. En Alemania le tienen pavor a la inflación monetaria y en EE.UU. fue la principal causa de la Gran Depresión en los años 30 y la crisis financiera que estalló en 2008.
¿Qué le hace pensar al presidente de Panamá y a su ministro de Economía y Finanzas que esta vez puede ser diferente? ¿Qué les puede hacer pensar que el próximo gobierno también será diferente? ¿Y el siguiente?

El Gobierno quiere emitir monedas en denominaciones de uno, dos y cinco balboas. ¿No han visto la experiencia y la historia de todos nuestros países vecinos? Están abriendo las puertas a la inflación, a la destrucción de nuestros ahorros, a que un gobernante decida crear un banco central por las supuestas maravillas que puede hacer; están abriendo las puertas a la destrucción del elemento que distingue a nuestro país de los vecinos: la estabilidad monetaria.

Que en realidad se trata de acuñar monedas y no de imprimir billetes. Eso no hace diferencia. Ya veo mañana a un ministro de Economía y Finanzas diciendo que si ya hay monedas de B/. 5.00, ¿por qué no puede haber billetes? Después de todo, son más cómodos de cargar.

Dicen que la motivación viene del Fondo Monetario Internacional, y que hay quienes están colocando las piedras para dar los pasos hacia la creación de un banco central. Pavor es lo único que siento.

Sin duda los gobernantes creen que lo hacen por el bien del país. Pero la riqueza no se hace imprimiendo billetes, sino dejando a la gente trabajar, cosechar el fruto del trabajo y ahorrar. Los que se creen la idea de que imprimiendo dinero se puede crear riqueza no entienden que eso culmina en una espiral inflacionaria, una burbuja que estalla y en valijas llenas de billetes extraviadas. Mientras tanto, el resto de la gente ve con tristeza cómo sus ahorros pierden valor.

Si la Asamblea le otorga el permiso al Ejecutivo para que acuñe monedas de circulación de mayor valor, se estarán destruyendo los tejidos de dos instituciones que llevan 106 años de vigencia en Panamá y que nos diferencian del resto del mundo: no contar con banco central y no tener moneda de curso forzoso.

La única consecuencia positiva de emitir moneda es para quienes estén en el poder, sus allegados, y los que reciban este dinero primero. Esto es así porque cuando el Gobierno crea dinero nuevo, éste entra a la economía a través de puntos específicos, y se filtra poco a poco en el resto de la economía.

Es decir, hay unos que van a recibir el dinero antes. Tal vez el dinero pueda utilizarse de manera transparente, pero los efectos son los mismos.

Ocurre una redistribución del ingreso, porque los primeros en ver el dinero quedan con una ventaja sobre todos los demás, que no reciben el dinero pero sí ven las cosas subir de precio. Estos últimos solo ven a sus ahorros perder valor.

No existen las comidas gratis. Activar, reactivar, invertir con dinero impreso es un espejismo. Por ello la necesidad de detener cualquier iniciativa estatal de expandir sus poderes de señoreaje. Hay que defender nuestro derecho de contratar y ahorrar en la moneda o medio que nos plazca.

En Panamá usamos el dólar estadounidense por costumbre, pero nuestra bendición está en que no hay moneda de curso forzoso y se puede ahorrar, transar y contratar en cualquier moneda.

Estimado lector, conciudadanos, el dólar estadounidense, aunque ha sido mejor administrado, sufre de los mismos vicios y riesgos. No mantenga sus ahorros solo en dólares, combata la inflación del dólar ahorrando de otras maneras.

Le recomiendo el oro, la plata, otras monedas, el ganado, la tierra, las semillas, etc. Ejerza su libertad de transar y ahorrar en cualquier moneda, y defiéndala.