Las comisiones en tributación

Víctor Pavón considera que las comisiones para los funcionarios de la administración tributaria que realizan las labores de fiscalización a los contribuyentes no son tan eficaces ni transparentes como se supone.

Por Víctor Pavón

La distribución de dinero entre los funcionarios de la Subsecretaria de Estado de Tributación (SET) que realizan tareas de fiscalización a los contribuyentes, tiene como propósito impedir las conocidas “coimas” o el soborno a la autoridad para obtener un beneficio. Y si a esto se agrega el delito de cohecho pasivo —cuando el funcionario es el que solicita un beneficio indebido— a primera vista la idea parece interesante.

Estas comisiones obtenidas por los funcionarios, sin embargo, no son tan eficaces y transparentes como se supone. Este tipo de estímulos más bien se corresponde a la empresa privada, de modo a que los directores y gerentes perciban premios por resultados obtenidos.

En el sector público esta práctica tiene aspectos diferentes. El funcionario es un servidor público (concepto todavía desconocido en nuestra administración estatal) y su actividad debe ser correspondida con una alta remuneración conjuntamente con una promoción de ascensos por mérito. De ese modo, el funcionario no estará pendiente de las ocasionales multas que pueda aplicar para así acrecentar sus haberes.

Estos estímulos, además, no resultan saludables para la transparencia. La información que poseen los funcionarios de la SET es de alta clasificación y los convierte en juez y parte en la respectiva denuncia y sanción. ¿Cómo se puede explicar la evasión del 40 por ciento en el país, aun con el todavía sencillo sistema tributario y una presión impositiva (18%) media-baja en relación al resto de los países?

Muchos contribuyentes declaran solo parte de sus actividades. La fiscalización llega al sector formal, permaneciendo intacta la economía denominada subterránea o escondida, de aproximadamente ¡10 mil millones USD al año! La participación de tributos (45 % de impuestos directos y 55 % de indirectos) hace que la torta de contribuyentes incididos por las normas impositivas sea grande y tentadora.

Si bien la administración tributaria ha logrado un significativo incremento de la recaudación, la descomunal evasión muestra sus notorias debilidades. Solo tributa el 22 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA).

Las comisiones por multas en tributación, con una SET que funge de juez y parte en las fiscalizaciones, no parecen ser la medicina adecuada para mitigar la manifiesta evasión —y esto es importante— se traduce en un alto costo sobre los muy pocos contribuyentes que pagan sus impuestos en tiempo y forma.