Cuba: Economía sin perspectivas

Oscar Espinosa Chepe dice que "El 2008 fue un año complicado, pero el actual se proyecta más incierto si el gobierno no adopta con urgencia las medidas requeridas".

Por Oscar Espinosa Chepe

El año 2008 fue uno de los más difíciles y complicados desde que comenzó el Período Especial, dijo el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, al presentar a fines de diciembre el Informe sobre los Resultados Económicos de 2008 y los Lineamientos del Plan Económico y Social de 2009 a la Asamblea del Poder Popular.

Las cifras citadas por el ministro, así como las brindadas por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), ratifican ese criterio, aun cuando los indicadores cubanos carecen de credibilidad, y un somero análisis en el conjunto de los resultados informados genera dudas y muestra incompatibilidades entre los datos y la realidad.

Así , el crecimiento informado del PIB fue del 4,3% frente a un plan de 8,0%, y un real de 7,3% en el 2007. El pobre cumplimiento, según las autoridades, se debe fundamentalmente al azote de tres huracanes y al incremento considerable de los precios mundiales de los alimentos y el combustible, además de la caída considerable de la cotización del níquel, principal rubro de exportación. Esos son hechos reales, pero debe señalarse que desde el mes de junio hubo que rectificar el plan del año a la baja, en especial, mediante una sustancial disminución de las inversiones a realizar, lo que ocurrió mucho antes de la llegada de los huracanes.

Llama la atención en las cifras aportadas, que los sectores productivos tuvieron mediocres resultados, y prácticamente no crecieron. En particular, cabe mencionar los incrementos obtenidos en Agricultura, Ganadería y Silvicultura, de un 1,6%; en Pesca, 0,1%, Explotación de minas y canteras, 2,9%; Industrias manufactureras (excepto la industria azucarera), 0,9%; Suministros de electricidad, gas y agua, 0,9%; Construcción, 3,3%; y en Transporte, almacenamiento y comunicaciones, 8,1%. Sobresale el decrecimiento de 6,2% en Comercio y Reparación de efectos personales. También se produjeron más de 4,0 millones de toneladas de petróleo equivalente (petróleo y gas), para un crecimiento del 1,3% en relación con el pasado año.

Como elemento adicional, destaca el incumplimiento en la edificación de viviendas: de un plan de 50.000, sólo fueron terminadas 44.775, una disminución de 7.832 unidades respecto a lo alcanzado en 2007. Una mala noticia al tener en cuenta que los tres huracanes destruyeron total o parcialmente más de 500.000 viviendas, y 70.000 afectadas por huracanes en pasados años esperan ser reparadas.

Aunque fue informado un aumento del 9,1% en Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), en especial por la compra a China y otros países de equipos de transporte, este indicador continúa distante de los niveles necesarios para terminar el proceso de descapitalización que desde hace años afecta la economía de la Isla. El monto de 6.188,0 millones de pesos logrado en FBCF representa el 13,5% del PIB, lo cual ratifica a Cuba como el país de la región con más bajo nivel de inversión.

Contradicciones

El aumento del 4,3% del PIB parece ser una consecuencia de los supuestos logros obtenidos en el sector Servicios, por los engrosamientos en Educación, de 5,2%; Salud Pública y Asistencia Social, 11,4%; Cultura y Deporte, 7,1%; y Otras Actividades de Servicios Comunales, Asociaciones y Personales, de 6,7%. Esos altos porcentajes reflejan éxitos difíciles de hallar en 2008. En Educación fue relevado el ministro por los malos resultados de su gestión, y se informaron deficiencias en la enseñanza, incluso por fuentes oficiales.

La crítica situación salió a la luz en los debates efectuados en el congreso de la UNEAC, donde varios intelectuales manifestaron críticas muy severas sobre el estado actual de la enseñanza. Menos creíble resulta el crecimiento anunciado en Salud Pública, cuando se evidencia una enorme baja en la calidad de los servicios.

En cuanto a Cultura y Deporte, también carece de sustento el incremento señalado, a no ser que se interprete como un triunfo que los canales de televisión estén saturados como nunca antes por programas extranjeros, fundamentalmente norteamericanos. En tanto, los resultados en las Olimpíadas de Pekín ejemplificaron el retroceso del deporte.

Respecto a Otras Actividades de Servicios Comunales, Asociaciones y Personales, el crecimiento publicado por ONE constituye una ofensa a la inteligencia de los cubanos, que diariamente sufren la suciedad en ciudades y pueblos, la falta de higiene, el mal funcionamiento del alcantarillado y la intermitente recogida de desperdicios, entre otros. En la práctica, los insustentables crecimientos de los servicios son una reiteración de lo que se viene informando hace años. Si se toman los supuestos incrementos logrados en los últimos cinco años, la actividad de Servicios, calculada en valores, se ha duplicado a contracorriente de la regresión que a simple vista se aprecia en la realidad nacional.

Por todo lo anterior, es muy difícil sostener el crecimiento del 4,3% del PIB, que se contradice además con el aumento de la Generación Eléctrica de sólo 1,9%, según datos oficiales. Resulta difícil entender cómo los servicios pudieron incrementarse tanto con un porcentaje tan bajo de engrosamiento de un elemento vital para la realización de cualquier actividad.

Las contradicciones en las cifras no sólo se limitan al crecimiento del PIB, sino que se aprecian en la Tasa de Desempleo de la Población Económicamente Activa, en 1,6%, quizás la más baja del planeta, cuando contradictoriamente el gobierno hace una enorme propaganda sobre la necesidad de librar una lucha contra la cantidad de ciudadanos en edad laboral que ni trabajan ni estudian.

Esto puede apreciarse en cualquier esquina del país y se debe, en primer lugar, a la falta de estímulo y los bajos salarios existentes. En materia de productividad del trabajo fue informado un mediocre aumento del 2,6%, calculado sobre la base de un PIB carente de credibilidad, por lo que ese porcentaje también resulta poco confiable.

Resulta ridículo el crecimiento del Índice de Precios al Consumidor en 0,8%, referido solamente a mercados en moneda nacional, según la ONE, cuando una parte sustancial de las transacciones comerciales son realizadas por la ciudadanía en pesos convertibles y hubo incrementos impactantes en las cotizaciones de muchos de los productos ofertados en esa moneda. Tales fueron los casos del aumento del 86,0% en el combustible diesel y más del 60,0% como promedio en las distintas gasolinas, lo que se redujo a finales del año, pero quedaron 33,0% y más del 20,0%, respectivamente, por encima de los niveles de 2007.