¿Acaso la OTAN requiere que EE.UU. declare una guerra por los ataques de París?

Christopher A. Preble explica que "Pero los miembros de la OTAN que si invocan al Artículo 5 no están obligados a participar en una respuesta armada. La forma precisa de respaldo a un aliado atacado queda a total discreción de cada estado miembro".

Por Christopher A. Preble

Inmediatamente después de los ataques trágicos en París, varios comentaristas sugirieron que la OTAN debería invocar el Artículo 5, tratar los ataques a Francia como el equivalente a un ataque a todas las 28 naciones, e inmediatamente preparar una acción militar. El Almirante retirado de la Marina James Stavridis explicó (en inglés) que “la OTAN ya no puede pretender que el conflicto no afecta sus intereses más básicos”, y urgió a la alianza “derrotar al Estado Islámico en Siria y destruir la infraestructura que ha creado allí”.

El historiador de la OTAN Stanley Sloan es escéptico de esta estrategia (en inglés). Él señala que Francia es celosa de su soberanía, y que por lo tanto no es particularmente entusiasta acerca de una misión liderada por la OTAN, dado que tal misión “probablemente sería dominada por EE.UU.” El Comando Aliado Supremo de la OTAN (SACEUR, por sus siglas en inglés), recuerden, “es, y siempre ha sido, un estadounidense”. “Al presidente francés Francois Hollande”, predice Sloan, “seguramente le gustaría el respaldo y la cooperación de EE.UU. y de los aliados pero también quisiera ser visto como si estuviese tomando sólidas medidas nacionales, no solo como miembro de una operación de la OTAN”.

La sugerencia de que la OTAN debería invocar el Artículo 5 luego de los ataques terroristas en París es curiosa por otras razones. Aunque los países de la OTAN si invocaron el Artículo 5 luego de los ataques del 11 de septiembre, no lo hicieron luego de los ataques del 7 de julio en Londres o luego de los ataques de marzo de 2004 en Madrid, ni luego de los múltiples bombardeos de la Armada Republicana Irlandesa (IRA, por sus siglas en inglés) en el Reino Unido durante la década de 1970, ni durante los bombardeos patrocinados por Libia en Berlín en 1986. En el último caso, varios países, incluyendo a Francia, no respaldaron el uso de fuerza en contra de Libia como retaliación. A los jets estadounidenses lanzados desde Gran Bretaña se les requirió volar alrededor del espacio aéreo francés para realizar los ataques.

Otros han sugerido que los ataques requieren de una respuesta, y que el Tratado del Atlántico Norte explícitamente empodera al Presidente de EE.UU. para saltarse al Congreso, y por lo tanto evitar un desordenado debate público. En el sitio Web del Washington Post, Ilya Somin (en inglés) dijo que los ataques de París le deban “a la administración Obama una oportunidad para legalizar su otrora guerra inconstitucional en contra de ISIS”. Y que el Artículo 5 “le da la misma autoridad de usar fuerza que la que hubiese tenido si se hubiese dado un ataque en EE.UU.”

Pero los miembros de la OTAN que si invocan al Artículo 5 no están obligados a participar en una respuesta armada. La forma precisa de respaldo a un aliado atacado queda a total discreción de cada estado miembro, y, como señaló el académico legal internacional Julian Ku (en inglés), “El Artículo 9 del Tratado del Atlántico Norte establece que ‘este Tratado será ratificado y sus provisiones serán implementadas por las Partes según sus respectivos procesos constitucionales’ (énfasis agregado)”. Esto parecería contradecir la afirmación de Somin de que el Artículo 5 fue intencionado como una herramienta para saltarse los procesos legislativos establecidos.

Considerando que el Artículo 5 de la OTAN no obliga a EE.UU. a librar una guerra en nombre de Francia, el Congreso debería debatir si esa es la mejor acción posible. Una declaración de guerra, o, como mínimo, una renovación o reemplazo de la Autorización para el Uso de Fuerza Militar (AUMF, por sus siglas en inglés), se requeriría para darle seguimiento a dicha guerra. Dicho debate se necesita desde hace mucho tiempo, como lo señaló (en inglés) el Senador Tim Kaine en el Instituto Cato en agosto de este año. ¿Tal vez los terribles eventos en París provocarán que el Congreso finalmente haga su trabajo?

Este artículo fue publicado originalmente en National Interest Online (EE.UU.) el 18 de noviembre de 2015.