No la tienen fácil

Arturo Damm Arnal explica para qué sirve la tasa de referencia como herramienta de política monetaria y los efectos que su alza podría tener sobre la economía.

Por Arturo Damm Arnal

El repunte en la inflación es mundial y los bancos centrales, que deben preservar el poder adquisitivo de sus monedas, han usado la herramienta a su disposición para detenerlo y revertirlo, misma que ha resultado ineficaz: la han usado y la inflación no cede. Esa herramienta es la tasa de interés de referencia (por lo general a la que prestan los bancos centrales a los bancos comerciales) que, según las reglas del juego vigente, que es el de metas de inflación, debe subir cuando la inflación sube por arriba de la meta y bajar cuando baja por debajo.

La lógica ilógica detrás del uso de la tasa de referencia como herramienta de política monetaria (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/columnas/arturo-damm-arnal/logica-ilogica-440781) es, explicada de la manera más sencilla posible, la siguiente: si aumenta la tasa de interés se vuelve más atractivo el ahorro, por lo tanto la gente ahorra más, por lo tanto compra menos bienes y servicios, por lo tanto se reduce su demanda, por lo tanto se frena el alza de precios: si a los precios actuales vendo menos, ¿qué pasaría si los aumentara? Vendería todavía menos. ¿Conclusión? No los aumento.

Más allá de si la tasa de interés de referencia es la herramienta correcta (la medicina adecuada), para detener y revertir el repunte en la inflación; de si los aumentos han sido los adecuados (la dosis correcta); de si se aplicaron a tiempo (en el momento apropiado), hay que tener en cuenta que la misma actúa sobre la demanda de bienes y servicios por lo que, si la causa del repunte en la inflación es el aumento de la misma, en concreto de la demanda agregada, y siempre y cuando se aplique en la dosis correcta y en el momento apropiado (sin olvidar la lógica ilógica que hay detrás de todo esto), la medida puede ser eficaz para detener y revertir el repunte en la inflación. ¿Pero qué pasa si la causa del repunte no es el aumento de la demanda sino la disminución de la oferta, en concreto de la oferta agregada?

Tres pueden ser las causas del repunte en la inflación: (i) aumento en la demanda agregada; (ii) disminución en la oferta agregada; (iii) incremento en la demanda agregada y decremento en la oferta agregada.

Hoy la principal causa del repunte en la inflación es la reducción de la oferta agregada a nivel mundial, por hechos que van dese el Covid hasta la guerra en Ucrania, por lo que la medida correcta para combatirlo es incentivando dicha oferta, algo que el aumento en las tasas de interés de referencia, que actúan sobre la demanda agregada (suponiendo que realmente lo hagan, por aquello de la lógica ilógica), no consigue. ¿Cuál puede ser el resultado de dicho aumento?

Suponiendo que funcione la lógica ilógica, el resultado puede ser una reducción en la demanda agregada, que podría ayudar a contener las presiones inflacionarias, pero que generaría presiones recesivas sobre la producción de bienes y servicios, la creación de empleos y la generación de ingresos, afectando el bienestar de las personas, que depende en buena medida de los empleos y los ingresos. Si se cae la demanda, en concreto la demanda agregada, se frena la producción, y por lo tanto la oferta, en concreto la oferta agregada, reforzándose la causa del repunte en la inflación, que es la reducción de la oferta agregada a nivel mundial.

No la tienen fácil los bancos centrales.

Este artículo fue publicado originalmente en La Razón (México) el 17 de junio de 2022.