Los subsidios colombianos anti-narcóticos incentivan la producción de coca

Jeffrey A. Miron y Brad Subramaniam explican cómo el programa de subsidios para desalentar la producción de coca y el cambio hacia cultivos comerciales lícitos, derivó en una producción todavía mayor de coca.

Por Jeffrey A. Miron y Brad Subramaniam

Suprimir la producción de la hoja de coca —el material crudo de la cocaína— ha sido una prioridad del gobierno colombiano desde hace décadas. A pesar de los esfuerzos de Colombia, sin embargo, incluyendo las fumigaciones aéreas de las haciendas de coca y las frecuentes redadas de paramilitares, la producción de coca alcanzó niveles récord, aumentando por más de un 15%.

En 2016, Colombia introdujo el “Programa nacional Integra de sustitución de cultivos ilícitos” para alentar a los agricultores a pasar de la producción de coca a cultivos comerciales lícitos, prometiendo pagos individuales de hasta $10.000. Un nuevo estudio demuestra que este subsidio podría haber incrementado la producción de coca.

Dado que la política fue anunciada con anticipación, los agricultores se vieron alentados a cultivar coca antes de que el subsidio fuese implementado, para poder calificar para el programa. Esto puso en reversa la eficacia del subsidio para las haciendas que calificaban. La incapacidad del gobierno de hacer que el subsidio esté disponible a lo largo de todas las regiones (solo cubrió un 8% de la tierra apta para el cultivo de coca) implicó que la mayoría de los agricultores que se cambiaron a la producción de coca después del anuncio no recibieron subsidio alguno para hacer el cambio de vuelta a los cultivos comerciales lícitos entonces continuaron produciendo coca.

Finalmente, el esfuerzo de Colombia de controlar su exportación agrícola más lucrativa solo aumentó la producción de coca. Conforme la declaración de Nixon de la guerra contra las drogas se acerca a su aniversario No. 50 en EE.UU., el fracaso de la política de coca de Colombia nos recuerda que la ley de las consecuencias no intencionadas sigue viva.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 3 de noviembre de 2021.