Los planificadores centrales envían las vacunas a lugares donde no residen los ancianos

Alan Reynolds señala como la planificación central impuesta desde arriba ha derivado en que se asignen más vacunas a aquellos condados donde residen menos ancianos.

Por Alan Reynolds

Las vacunas para la influenza, la neumonía, la hepatitis y otras enfermedades normalmente son compradas y distribuidas eficientemente por médicos privados, farmacias y clínicas. En el caso de la vacuna del COVID-19, no obstante, los gobiernos dependieron de la planificación central y largas colas de espera.

Los funcionarios federales monopolizaron la compra y distribución de las vacunas las cuales fueron enviadas a los gobiernos de los estados, los cuales micro-administraron la distribución de las vacunas hacia sus condados. Las vacunas luego fueron racionadas según preferencias políticas (tales como definir algunos trabajos como más esenciales que otros) y según la mera suerte luego de pasar horas buscando una cita. 

La planificación impuesta desde arriba es usualmente torpe. Considere cuán difícil es realizar incluso la tarea sencilla de la distribución geográfica. El gobierno federal debe determinar qué cantidad enviar a cada estado, luego los estados deben determinar qué cantidad enviar a cada condado. La respuesta más sencilla es fundamentar la distribución de vacunas en la población total, pero esa ha sido la fuente de mucho descontento. ¿Por qué? Porque provee la misma cantidad de dosis de vacunas para niños y adultos jóvenes y sanos como para los ancianos. 

El Becker Hospital Review encuentra que para el 26 de febrero, California había recibido más de 11,9% de todas las vacunas distribuidas, lo cual equivale a la porción de 11,9% que tiene el estado de la población nacional. Florida recibió casi 6,6% de todas las vacunas y tiene una porción de 6,6% de la población de EE.UU. Pero los ancianos constituyen una porción mucho mayor de la población en Florida (20,9%) que en California (14,8%). Si la distribución nacional de vacunas en cambio hubiese tomado en cuenta la porción de ancianos en cada estado, entonces Florida hubiese recibido una asignación federal de vacunas de 8,3% en lugar de 6,6%. California hubiese recibido 10,8% de las vacunas en lugar de 11,9%.

Proveer vacunas en base a la población total solo tendría sentido si cualquiera creyera que la escasez inicial de vacunas debería ser distribuida de manera igual entre todos los residentes, jóvenes o viejos. Pero ningún estado está vacunando a los niños y todos están dándole prioridad a los mayores de edad. 

Distribuir vacunas en base al número de habitantes asegura que los ancianos que viven en estados y condados con un alto porcentaje de residentes ancianos serán los últimos en ser vacunados, mientras que aquellos con muy pocos ancianos (11,4% en Utah, 124 % en DC) reciben vacunas en abundancia para atender a los pocos ancianos que tienen.

Tal asignación errónea entre los estados puede ser considerablemente agravada en la medida en que los estados cometan el mismo error al determinar la porción de dosis para cada condado según su porción de la población total del estado, sin importar la edad de sus residentes. 

El cuadro presentado abajo compara la porción que constituyen los ancianos de la población total en los cinco condados más grandes de Florida con cinco otros en el Suroeste de Florida (donde vivo). Florida fue uno de los primeros estados que empezó a vacunar a todos los residentes mayores de 65 años y que ya había vacunado a 45% de los mayores de edad para el 23 de febrero. Aún así hay muchas quejas en el Suroeste de Florida acerca de que las vacunas están siendo mucho más accesibles en lugares donde los ancianos constituyen una porción relativamente pequeña de la población según el Buró de Censos, tales como Orlando (10,2%), Tampa (12,3%), Fort Lauderdale (18%), y Miami (16,9%).

Varios vecinos del Condado de Collier tuvieron que viajar a esas ciudades para recibir una vacuna, así que aparecen de manera errónea en el conteo de residentes vacunados del Condado de Collier. En el sitio Web de Publix para obtener una cita de vacunación varias veces he encontrado a todos los condados desde Sarasota hasta Monroe totalmente copados dentro de uno o dos minutos, estando todavía 66-91% de las citas“todavía disponibles” luego de 45 minutos el 26 de febrero en los condados de Hillsborough, Orange y Miami-Dade.

Como el cuadro muestra, Lee County tiene solo la mitad de la población de Hillsborough, aún así contiene una porción mayor de los ancianos en Florida. Sarasota tiene un tercio del tamaño de Orange (Orlando) pero contiene 5,5% de los ancianos del estado comparado con solo un 3,8% para Orange. Hasta qué grado el plan de distribución de vacunas de cada estado se enfoque en la población total de cada condado, en lugar de la vejez de su población, muy pocas vacunas serán enviadas a los lugares donde los ancianos realmente viven.

Alan Reynolds - AIER 3/3/2021 - Table 1

Este artículo fue publicado originalmente en American Institute for Economic Research (EE.UU.) el 3 de marzo de 2021.